Capítulo 57

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El camino de vuelta al hotel lo pasamos en silencio, ninguna decía nada, una vez llegamos mis amigos intentan hacerme un interrogatorio pero Vane les dice que me dejen descansar tranquila, Sam lo único que hace es observarme apartada de los demás, callada, pero sin despegar sus ojos de mi. Vane me dirige hacia nuestra habitación y una vez dentro cierra con seguro la puerta para que no nos molesten, supongo, luego se acerca a mi ya que estoy recostada en mi cama, mientras que sin querer sigo rascándome en el brazo.


-Deja de hacer eso- me aparta las manos - te haces mucho daño, déjame ver bien para poder curar bien las heridas para que no se infecten-deja a su lado un pequeño botiquín y mientras comienza a limpiar las heridas sigo con la mirada perdida- ¿me vas a decir de una vez lo que te pasa?-

-Está bien, tarde o temprano iba a tener que decirlo- digo con voz cansada, le explico absolutamente todo lo que me ha pasado y lo que se me pasó antes por la cabeza- Vane, de verdad, te pido perdón por como te traté, no te lo mereces y mucho menos siendo tú quien de todos los que están aquí se preocupa mucho por mi sin ningún interés-

-Note preocupes que vamos a evitar cualquier peligro y ya te he dicho que dejes a un lado esos pensamientos que hacen que no pueda ver tu hermosa sonrisa que siempre me alegra el día cada vez que lo haces o simplemente amaneces con una sonrisa y lo único que me interesa es tu amor y todo de ti en general- me acaricia suavemente el rostro y yo ante tal acto cierro inconscientemente los ojos

-Gracias por todo lo que has hecho y estás haciendo, de verdad, no sé lo que he hecho para merecerte, tienes un corazón de oro enorme- acaricio suavemente su mano 

-Dejar que entre en tu vida y poner mi mundo patas arriba haciendo que todo de mi se vuelva a tu dirección, nada más-me da un agradable beso en los labios- y ahora señorita, aún es muy temprano para irse a dormir, ¿qué quieres hacer?-

-¿Aún estamos a tiempo de ir a cenar?- le digo con una pequeña sonrisa

-Si, estamos a tiempo, venga, vamos a vestirnos, quiero que vallas bonita, como siempre estás-

-De acuerdo, pero tú también te vistes así- me levanto de la cama y voy al armario a coger la ropa que tenía pensado desde el principio ponerme- me cambio en el baño-cierro la puerta y rápido me pongo un vestido corto, de palabra de honor, de color vino, por encima de las rodillas y que se ciñe a mi figura de lo que es de cintura para arriba junto con unos tacones no muy altos de tacón ancho por que no pienso correr el riesgo de torcerme un tobillo y no poder bailar ni actuar, menos mal que cogí mi neceser con mi maquillaje y me pinté lo básico, es decir, corrector de ojeras, la línea del ojo y pintalabios rojo, una vez termino salgo del baño y me encuentro a Vane ya está vestida con un mono enterizo, de cintura para arriba es blanco, de manga hueca, con un escote algo pronunciado y lo que es de cintura para abajo de color negro que se ciñe a sus piernas y con unos tacones parecidos a los míos y se ha maquillado igual que yo, yo estoy con la boca abierta sin saber qué decir

-¿Tan mal me veo?-se hace la ofendida

-No, no es eso, es lo contrario, estás demasiado bella, ¿de verdad que no tienes alguna relación con la diosa Afrodita?- es lo primero que se me ocurre

-No, creo que no, pero yo si tengo claro que tú eres hija de alguna sirena- se acerca a mi y me toma de la cintura a la vez que me planta un beso- coge lo que necesites y salimos mi amada sirena-yo hago lo que ha dicho y que suerte que no nos hemos cruzado con ninguno de nuestros acompañantes y mucho menos con Sam


Salimos del hotel cogidas de la mano ya que aquí no nos conoce nadie y no saben de nosotras como para poder juzgarnos, ella nos lleva a un restaurante demasiado hermoso, cenamos tranquilas mientras hablamos de todo y de nada a la vez que de vez nos reímos de alguna anécdota graciosa de la otra. Tras pagar a mitades ya que me negué a que pagara siempre por las dos cada dos por tres y acabó aceptando, de vuelta al hotel pasamos por varios lugares intentando alargar el tiempo juntas, nos paramos justo donde hay una fuente con luces y decidimos quedarnos a observarlas ya que como ya es de noche se ven mucho mejor. Yo estoy observando las luces que cambian cada dos por tres mientras que siento que no deja de observarme


-Si sigues mirándome así vas a desgastarme-le molesto un poco

-No puedo evitarlo, no puedo ante tanta belleza, ojalá pudiese manipular el tiempo un par de años más tarde para poder ser libre de gritar a los cuatro vientos que eres mi novia y eres la persona que más amo en este mundo y en el resto de galaxias existentes-me toma de las manos con cariño- poder salir a la calle como hemos hecho ahora sin que nos miren mal y sin el riesgo de salir mal una o las dos por ello, de poder declarar mi amor en público para que los demás tengan envidia de lo afortunada que soy al tenerte-

-Yo si que soy afortunada de tenerte, nunca pensé que me iba a enamorar de alguien como tú y que ese amor sea devuelto, soy capaz de esperarte por mil años con tal de poder estar libremente juntas, sin problemas y felices, te amo como nunca he amado a alguien- le abrazo con fuerza

-Somos afortunadas de tenernos la una a la otra- me da un pequeño beso en los labios- creo que va siendo hora de volver antes que manden un equipo de búsqueda-

-Si, creo que es lo mejor- nos levantamos y seguimos nuestro camino hasta que siento que alguien me coge del brazo haciendo que me gire

-¿Minha?, ¿qué haces aquí?-esa voz es demasiado familiar, pero por instinto me giro dispuesta a enfrentarme al desconocido, pero al verle me quedo de piedra

-¿Papá?.....-

Quiero que confíes en mi y me dejes conocerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora