Quiero que confíes en mi y me dejes conocerte

Capítulo 39

-Bueno, mejor dejen para más tarde lo que tengan que discutir, Minha, ¿me puedes decir donde quieres que te ponga el saco?-dice papá cortando la conversación 

-Si, ¿te ayudo a llevar algo para mi cuarto?-mientras vamos hacia las escaleras mientras que él carga con el saco

-No tranquila, no hace falta,, primero quiero tomar las medidas de donde lo voy a fijar antes de empezar a hacer cosas-dice mientras sigue subiendo las escaleras y yo lo conduzco a mi cuarto

-Es allí, yo creo que cabe bien en ese espacio-digo señalando la esquina que he dejado libre

-Si, y creo que sobrará espacio, de todas maneras lo pondré no muy cerca de la pared para que se pueda mover bien y si alguna vez le das una patada no te des con la pared-dice mientras se acerca al sitio tras haber dejado el saco a un lado y se pone a mirar lo que es el espacio-¿tienen escaleras ?-

-Si, yo creo que si, si no cogemos una silla o algo-

-Aquí tienes las escaleras papá-dice Vane mientras entra con unas escaleras no muy altas y se las deja cerca y veo que también ha traído el maletín de herramientas 

-Gracias hija, siempre estás en todo-dice mientras le sonríe antes de que ella se valla por la puerta

-¿Me dejas un lápiz y el metro que tengo en el maletín?-dice cuando ya se ha subido a las escaleras

-Si, enseguida-mientras cojo uno de mis lápices y saco el metro y se los doy y él empieza a tomar distancias y a dejar marcas en el techo con el lápiz

-¿Y cómo te va con Vane?-dice mientras sigue tomando medidas

-Bien, bastante bien, aunque a veces solemos discutir , pero acabamos reconciliándonos al poco rato, no aguantamos mucho peleadas-digo sonriendo

-Ya se ve , en todas las parejas siempre han habido alguna que otra discusión, pero es lo más normal del mundo ya que cada una tiene una manera distinta de pensar a la de la otra y se nota que se quieren mucho las dos-dice sonriendo mientras se baja de la escalera

-Ya, espera...., ¿ cómo has sabido que somos pareja?-digo sorprendida

-Minha, que yo conozco bien a mi hija y sé cuando alguien es muy importante para ella, siempre le está protegiendo y se le ve muy feliz cuando lo hace, a demás que esa marca en el cuello y el anillo que llevas dicen muchas cosas-dice sonriendo mientras me mira

-¿Y no te parece mal esto ?-digo con miedo a que diga que no le parece bien

-Minha, no me parece mal, más bien lo único que tomo importancia es que mi hija es muy feliz desde que llegaste a su vida, se le nota en la mirada que está muy enamorada, nunca la había visto así de feliz, y veo que tú también eres feliz con ella, da igual la edad que tenga cada una, lo que importa es el amor que hay entre las dos y el respeto que tienen entre si, pero te digo una cosa, no intentes hacerle daño a mi pequeña-dice esto último un poco serio

-Tranquilo, no sería capaz de hacerle algo así a ella, gracias por aceptar la relación-digo antes de abrazarlo

-Tranquila,  creo que no vas a poder levantar peso si tienes la pierna así, ¿podrías llamar a Vane para que me ayude?-

-Si, enseguida-digo antes de salir de mi cuarto e ir a la cocina ya que escucho ruido que proviene de allí-Vane necesita que le ayudes-digo desde la entrada de la cocina

-Vale, tú sigue ayudando con la comida-dice mientras se limpia las manos y va a mi cuarto, yo me acerco y dejo la muleta a un lado ya que de vez en cuando me suelto un poco de ella para acostumbrarme a no tenerla

-¿En qué ayudo?-digo tras lavarme las manos

-Bueno, la comida ya se está haciendo, pero estaba pensando hacer algún postre para más tarde, ¿quieres ayudarme?-

-Vale-digo feliz

Las dos hablamos mientras que cocinamos y mientras se escucha el sonido de un taladro que viene de mi cuarto y al final abu también me dice que le parece bien que las dos seamos pareja y me ha dicho un par de cosas sabrosas para poder chantajear un poco a Vane ya que ella suele hacerlo bastantes veces y lo he confirmado una o dos veces y alguna que otra travesura para hacerle, y yo que pensaba que abu era una santa que no le hacía daño ni a una mosca. Al cabo de un rato bajan Vane y papá cubiertos de un polvito fino tanto en la cara como en el pelo y hombros, de tal palo tal astilla

-Ya está listo y operativo-dice Vane sonriendo

-Están los dos llenos de polvo-dice abu mientras se ríe

-Ya nos lo quitamos-dice papá poniendo los ojos en blanco de manera graciosa y yo no puedo evitar echarme a reír

-Gracias por todo-digo sonriendo

-De nada, ¿ cuánto le falta a la comida?-dice Vane 

-Todavía le queda un rato para que esté lista-dice abu, y entonces los cuatro nos vamos al salón y nos sentamos en los sillones y como no hay espacio suficiente Vane hace que yo quede sentada en su regazo

-Por cierto, dentro de un par de semanas es el cumpleaños de Minha y me gustaría hacerle algo ese fin de semana ya que cae entre semana-dice Vane

-¿De verdad?, cuenta con nosotros para lo que te haga falta, Minha, ¿ qué te gustaría para ese día?-dice abu muy contenta

-No hace falta que me regalen cosas, con el simple hecho de que estén conmigo ese día me conformo, nada más, eso es lo que pido, y se lo he dicho varias veces a Vane, pero sigue empeñada en querer hacer algo-digo fulminándola un poco con la mirada

-Boberías, tú vas a tener algo especial por tu día y no vas a poder evitarlo señorita-dice papá entre serio y sonriendo

-Ya sé de donde sacaste lo de ser tan insistente-digo mientras miro a Vane sonriendo

-Ya averiguaremos algo que pueda gustarte para ese día y ahora ya la comida está lista, a preparar la mesa-dice abu mientras se levanta y va hacia la cocina

Entre los tres preparamos la mesa y ya cuando todo está listo empezamos a comer hablando de varios temas y después sacamos el postre que es una tarta de manzana y vamos al salón mientras que seguimos comiendo

-¿Y ya han pensado en tener algún hijo ?-dice abu tan tranquila, pero me ha pillado de sorpresa y sin querer me atraganto un poco

-¿Qué?-