Capítulo 2

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—Perdón por llegar tarde, pero mi despertador no sonó, se retrasó, y luego tuve que- —¿Cuántas veces había dicho ya esa excusa? Una 30 veces aproximadamente, no menos, como unas 50. Aunque realmente el numero de veces no importaba, él sabia que eran muchas.

Si le dieran un dólar por cada vez que ha tenido que decir alguna excusa por llegar tarde a una reunión, ahorita mismo sería mil millonario, inclusive más! Tendría mucho más dinero que el hombre más rico de este planeta, tal vez no sea tan mala idea empezar a ahorrar un dolar cada vez.

—Está bien México, no hay problema, siéntate e iniciemos de una vez con esta reunión— dijo ONU ya cansado de escuchar una de las millones de excusas del mexicano.

México un poco desconcertado se fue a sentar a su asiento, tomó sus papeles correspondientes, y fingió que ponía atención a la junta, después de todo esta allí para eso.

Mientras pasaba todo aquello, al fondo de la sala se podía ver a un argentino con mala cara entregándole dinero a Chile, pues como este último había predicho, el mexicano no se tardó tanto tiempo en llegar como otras veces, sin dudas conocía bien a su amigo.

Transcurridos algunos minutos, México escuchó que alguien le estaba susurrando algo, como si quisieran hablarle, y aunque al principio no le hizo mucho caso después sintió un pequeño golpe en el hombro que lo hizo voltear a ver al que le hablaba, el gringo.

—México... —dijo con un español no tan bueno, cada vez que quería pronunciar la vocal "o" parecía que decía en realidad que decía "u", algo bastante divertido para el mexicano.

—Ese soy yo, ¿qué pasó?—

—Estuvimos esperándote un buen rato... ¿dónde estabas? — dijo de nueva cuenta en español, no era por molestar al mexicano, y este mismo ya lo sabía, en realidad él quería practicar un poco más su español, y quien mejor que uno de sus más viejos amigos.

—En mi casa... ¿dónde más podría estar? —

—Well, no lo sé, tal vez en- —fue interrumpido por un par de latinos que escuchaban atentamente esta conversación.

— En la casa de tu pololo weon — dijo un chileno con un ligero tono de burla.

—Che, ¿porque vos no nos querés invitar?— dijo Argentina.

Aunque ambos latinos estuvieran muy atrás de la fila donde se encontraban el mexicano y el gringo, pareciera que son un par de viejitas chismosas, de esas que a pesar de no tener nada que ver en la conversación o estar a dos mil kilómetros de distancia, podían escuchar todo el chisme.

—Número uno, porque no es mi casa, y número dos, y muy ultimadamente ¿ustedes qué? Par de chismosos— ambos latinos estuvieron a punto de reprochar por una respuesta, pero cierta organización no se los permitió.

—Veo que en la mesa de los latinos están hablando muy animadamente— Todos los latinos se pusieron pálidos, inclusive los que no estaban hablando, pues la voz de la organización era, de por sí, muy grave y fuerte, dando un aura de superioridad que intimidaba a cualquiera.—¿Quisieran compartir sus comentarios con todos? —

Estados Unidos estaba que se moría de la risa, pero se aguantaba solo para que no lo regañasen. Y de hecho, todos los latinoamericanos notaron ese gesto, y le mentaban la madre mentalmente al gringo.

—¿Y bien? —

—Pues... es difícil de explicar... — Dijo México tratando de distraer un poco a la ONU

—¿Muy difícil? —

— Si, MUY difícil— Dijo Argentina defendiendo la estúpida pero muy eficaz excusa de su hermano.

—¿Así? ¿Qué tanto? —

—Tan difícil que ni nosotros mismos podemos explicarlo— esto ya se estaba volviendo un revoltijo, ni siquiera ellos mismos sabían lo que estaban haciendo o diciendo.

—Pero pueden hacerlo fácil y así explicárnoslo a todos, ¿o no?—

—Si y no— Dijo por últimos el chileno para terminar de "darle el avión" a la organización.

— ...— Silencio, fue lo único que pudo salir de la boca ONU tras esa respuesta.

Pero no era el único, toda la sala de juntas estaba adornada por terrible silencio, aunque no faltaba uno que otro que estaba muerto de risa, pero que no lo demostraría por simple respeto, se lo guardaría para sí mismo... o al menos hasta que acabara la junta.

—{No puede ser}— se lamentaba mentalmente él español frotándose la sien, estaba completamente avergonzado por la actitud de la mayoría de sus hijos, y por su inmadurez y falta de seriedad en este tipo de cosas.

Y a su lado se encontraba Portugal, y el sí que estaba muerto de risa, ya estaba hasta morado por estarse aguantando a reírse en frente de todo el mundo, pero la verdad es que los latinos eran sumamente cómicos y divertidos, era casi imposible no reírse con tanta locura que hacían.

Por otro lado, estaba un país que ya tenía un plan en mente para salvarle el pellejo a los latinos no es porque les tuviera lastima ni mucho menos, solo que ya había notado que los latinos estaban en muchos aprietos, y sinceramente no quería escuchar otro de los potentes gritos por parte de la ONU cuando este estaba molesto, así que decidió interferir.

Ich denke, was Latinos sagen wollen ist, dass diese Möglichkeiten auf 8,4% und nicht 8,5% variiert werden sollten (Creo que lo que lo que los latinos quieren decir es que se deben variar estas posibilidades a un 8.4% y no al 8.5%)— Dijo Alemania a base del tema del que estaban hablando en la junta anteriormente, algo sobre unas posibilidades de salvar la economía de algunos países en crisis.

De hecho el ya iba a decir aquello, solo que se presento este problema con los latinos, y su pequeño comentario seguro que les salvaría el pellejo.

O, al menos, eso esperaba.

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Dudas aquí ↦

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En el pasado [Countryhumans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora