Y en mis dos vidas

Prefacio pt.10

Cuando Namjoon desperto por la mañana, lo hizo con el frío en el cuerpo y totalmente solo, con una manta cubriendole el cuerpo ligeramente.

La temperatura era baja, pues a través de las ventanas se podía apreciar un clima nublado y grisaceo, ese clima que Namjoon amaba, le gustaba el aire helado y el olor a humedo, le gustaba como todo se veía mojado.
Los arboles llenos de transparentes gotas de agua, el césped nutrido con roció y esa brisa relajante.

Solo por eso se levanto de buen humor y al notar que estaba solo, algo confundido tomo su celular para marcar el numero de Jimin.
Pero antes de que comenzara el tono observo una nota en la mesita del centro. La tomo entre sus dedos y leyó.

"Namjoonie, decidimos irnos a casa, no quisimos darte molestias por la mañana, asi que duerme o follate a alguien o algo vale?, recogimos la cocina y dejamos todo impecable. Gracias por dejarnos quedarnos esta noche. Nos vemos esta noche para alcoholizarnos con los universitarios. ^_^".
Supuso que como siempre, los chicos habían visto películas hasta altas horas de la noche comiendo cualquier tipo de comida chatarra y pasando un buen rato. Namjoon siempre era muy animado en esas cosas pero simplemente la situación que había pasado con Jin lo tenía un poco.... confundido.

Al leer la nota su rostro denoto una pizca de desilusión, pues siempre estaba solo.... y la compañía de sus amigos... de esa familia de 4 chicos le hacian feliz, le hacían sentir un poco mas amado cuando estaban cerca suyo.
Suspiro resignado, por supuesto que cada uno tenia su propia vida y sabía perfectamente que no podía mantenerlos todo el tiempo a su lado...

Se levantó del sofa estirando sus extremidades y se levanto para caminar con tranquilidad hasta su habitación. Llego hasta la puerta de su cuarto y rápidamente entro al cuarto de baño para despojarse de su ropa y tras doblarla la colocó en el cesto de ropa sucia. Abrió la llave de la regadera, con el agua caliente que enseguida comenzo a soltar vapor.

Se ubicó bajo los chorros de agua mientras se relajaba, pues la presion con la que salía era prácticamente un masaje amable sobre sus hombros, cuello y espalda.
Todo estaba volviendose extraño para el, pues la noche anterior se había quedado dormido pensando en el bonito Jin, de cabello castaño y al levantarse... lo único que vino a su mente cuando abrió sus ojos, fue el rostro del hermoso chico.

Perdido en sus pensamientos y con su cerebro jugandole una mala pasada.
Recordo esas escenas en las que Jin habia besado sus labios, recordo la suavidad de sus belfos, la forma en la que temblaba, la forma en la que le tocaba el pecho, como jadeaba con necesidad cada vez que quería mas besos.
Y paso lo inevitable.

Cuando se pudo dar cuenta, observo hacia abajo y se sonrojo violentamente cuando su miembro reaccionó a sus recuerdos.
Nam trago en seco y trato de espantar aquellos pensamientos mientras sentía como la sangre se acumulaba en su entrepierna y comenzaba a palpitar.

—J-joder n-no..— balbuceo mientras pegaba su espalda a la pared helada del baño y su rostro de pintaba de rojo agresivamente.

Pero es que simplemente el aroma de Jin estaba colandose por sus fosas nasales a pesar de no tenerlo ahi. Podía percibir ese olor a plantas y a fresas.
El tacto de las manos del menor estaba acariciando de nuevo su pecho, pasando lentamente por sus pectorales enormes y marcados por el ejercicio, entonces recordo de golpe como Jin habia estado cortandole las palabras con sus besos, como ni siquiera le dejaba articular palabra por besar una y otra vez su preciosa boca, jugando con sus labios inferiores.
Recordo lo pequeña que era su cintura, como podía encerrarla entre sus manos y las delicadas manos de Seokjin pasando por su nuca, masajeandole la zona mientras se lo comía a besos.

Mierda, mierda, mierda.

Su miembro estaba totalmente erecto, estaba caliente como el demonio y su respiración se había tornado pesada.