07: piel

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Kirishima llegó a su casa con una mezcla de emociones...

Sin escuchar a su madre o hermana subió a su habitación y se encerró en ella...

- ¡maldita sea! - gritó golpeando con fuerza la pared cortando sus nudillos - ¡mierda! - insultó a la nada descolgando su mochila de su hombro y aventándola con fuerza a cualquier lado de la habitación. - ese imbécil sólo estaba jugando... nunca le importó mis sentimientos por él, ¡maldición! - gritó tratando de sacar toda esa frustración... metió su mano al bolsillo de su chaqueta sacando la otra pulsera la cual tenía un sol... estaba a punto de estrellarla en la pared pero se detuvo en el último segundo... cerró los ojos y apretó la pulsera - no vale la pena... Eijiro cálmate, eres joven y podrás enamorarte otra vez... sólo olvidalo - murmuró tomando una gran cantidad de aire para luego soltarlo.

Caminó a su cajonera y dejó la pulsera en cualquier cajón... suspiró para luego tirarse en la cama boca abajo...

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En la mañana Kirishima despertó con dolor en su mano.

- que idiota soy - susurró mirando la sangre seca y moretones en sus nudillos, Se miró en el espejo notando  las ojeras... ni siquiera se había cambiado el uniforme.

Sin apuró caminó a su armario y se quitó el uniforme poniéndose una ropa más cómoda...

Bajó al primer piso con su uniforme en mano y lo metió en la lavadora... mientras se lavaba... Eijiro fue a la cocina y se preparó un sanduche con un vaso de leche que encontró en la nevera...

Estaba comiendo sin ganas en el comedor hasta que su madre se hizo presente en este y se sentó en un lugar separado del pelirrojo.

- buen día - saludó Kirishima parándose de la silla... dispuesto a irse.

- ... Eijiro no eh sido comprensiva contigo... todo esto es mi culpa, hijo puedes tener la relación que quieras yo te apoyaré - mencionó Ranko colocando sus codos en la mesa y cruzando sus dedos frente su mentón...

-... perdón, todo lo que yo hice estuvo incorrecto... aún soy un niño incrédulo - respondió agachando la cabeza, con su brazo intentó secar algunas lágrimas que se escaparon - fui un idiota... -

- ... tranquilo... - habló la mujer abrazando a Kirishima - no es tu culpa... sin importar lo que haya pasado, tu no tienes culpa alguna -

Por ese día Kirishima se quedó en casa, desinfectando las heridas de su mano y pensando en varias cosas.

••

Ya al otro día... Kirishima se levantó relajado, se cambió a su uniforme... saludó a su madre y hermana de la misma manera cariñosa...

Luego de comer se dirigió a la Academia... las clases siguieron su rumbo natural, sin contratiempos.

••

Kirishima caminaba por los pasillos... saliendo del establecimiento ya que la jornada había terminado.

- ¡hey! - exclamó una voz masculina desde atrás. Eijiro siguió caminando ignorando por completo aquel grito.

- ¡tu el de cabello rojo! - gritó otra voz.

- ¡espera! -

Finalmente Kirishima frenó su andar y se giró... mirando  a un chico rubio de baja estatura, una chica con mechones de cabello rosa y a otro pelinegro más alto que los dos anteriores.

- que quieren - mencionó Kirishima cruzándose de brazos y mirando a los tres individuos que se pararon frente a él.

- hey viejo, no te pongas en modo defensa... sólo queremos hablar - comentó el rubio con una sonrisa.

Aún no sé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora