~ NOT MORE AFRAID ~
El ambiente presente en la ciudad de Los Santos era sumamente alegre y festivo, especialmente ese fin de semana.
¿El motivo?
La celebración del mes del orgullo. La alcaldía no había escatimado en gastos creando un festival repleto de color.
Los pasos de cebra ahora tenían el color del arcoíris, había banderas plegadas en cada avenida principal, se había organizado un concierto en el muelle, una marcha por las calles de la ciudad y una feria en donde se exhibían conjuntos exóticos, juegos y comida.
El agente del FBI reía y bailaba al son de la música que inundaba las calles de la ciudad durante la marcha; su conjunto se robaba las miradas de todos y todas al pasar y más de un piropo le fue soltado de forma descarada.
Hubiera querido que su novio le acompañara pero al solo llevar unos cuantos meses juntos no encontraba la forma de invitarle sin hacerle sentir incómodo; después de todo era plenamente consciente de que Volkov no era abierto con sus emociones y prefería mantener en reserva cualquier detalle de su vida privada.
Grande fue su sorpresa cuando en una de las paradas antes de llegar al muelle sintió un par de fuertes brazos abrazar su cintura por la espalda y recargar el mentón sobre su hombro.
Se tensó al instante y estaba por golpear a quien sea que se hubiera tomado esa confianza cuando la voz con acento marcado de su pareja le erizó la piel.
— Caballero, me temo que tendré que ponerle 2000 de multa por exceso de facha y otros 1000 por alterar el orden público con ese rostro que me lleva — le susurró al oído.
El agente inmediatamente enrojeció y su amplia sonrisa no tardó en aparecer; se giró sobre los brazos de su pareja y rodeó su cuello con ambas manos apegándolo más a él.
— ¡Pero bueno! — exclamó riendo — ¿Qué hace por aquí el hombre más apuesto de Los Santos? — cuestionó coqueto sin dejar de sonreírle — Creí que tenías demasiado trabajo; ya sabes por la marcha, la feria y el concierto.
— Sabía que mi sol estaría aquí brillando y quise venir a verlo — le sonrió de vuelta pero al ver la mueca de confusión de su pareja sintió una ligera punzada en el pecho y se separó ligeramente — ¿Acaso no... no querías que te acompañara? — preguntó en tono bajo borrando su sonrisa.
— ¡No! No es eso — se apresuró a decir siendo consciente de que su pregunta se había malinterpretado — es solo que... creí que no te sentirías cómodo en esta clase de eventos... ya sabes con tanta gente alrededor observándonos — soltó avergonzado entre balbuceos.
Y era cierto, nunca se había sentido cómodo estando bajo el ojo público; de hecho desde el momento en el que había puesto un pie en la calle con aquel conjunto se había sentido expuesto pero en verdad deseaba pasar aquel día con su pareja y eso era lo que le había motivado a asistir al festival.
—Sí, me siento algo nervioso — agachó ligeramente la cabeza y desvió la mirada en busca de las palabras adecuadas — jamás había hecho algo así — río por lo bajo, se relamió los labios y volvió a mirar los bicolores frente a él sabiendo que en ellos encontraría la seguridad que necesitaba para continuar — pero estando contigo no tengo miedo de ser quien realmente soy.
La seguridad con la que lo había dicho y la profundidad de sus zafiros le habían dado un vuelco al corazón al moreno, se sentía flotando sobre una nube y todas sus inseguridades se desvanecieron.
La mano sobre su mejilla y los delicados círculos que el ruso dibujaba sobre ella lo sacaron de sus ensoñaciones.
— No sé cómo lo haces, pero siempre logras sacar la mejor versión de mí.
La dulce sonrisa que le dedicó fue la gota que derramó el vaso y sin poder contener más su emoción sin delicadeza alguna lo atrajo hacia él atrapando sus labios en un beso cargado de emociones.
Una vez el contacto terminó ambos sonrieron y se separaron lentamente; Horacio lo tomó de la mano para retomar el recorrido pero cuando vió el conjunto que su pareja traía puesto se paralizó en su sitio y de inmediato la sangre subió a sus mejillas tintándolas de un rojo intenso.
Su reacción no era para menos pues el ruso traía puestos los pantalones del conjunto de bomberos de su outfit con una camisa blanca de tirantes que sabía era suya por la manera en cómo se le pegaba al cuerpo.
Se veía incapaz de apartar la mirada de los fornidos y pálidos brazos descubiertos del más alto y de su abdomen marcado que dado el tipo de prenda se apreciaba a la perfección.
— ¿Le gusta lo que ve, Agente? — dijo coqueto al ver a su pareja con el rostro rojo, los ojos como platos y la boca abierta.
El menor solo boqueaba incapaz de hilar una frase por el calor que había comenzado a invadirle desde que lo vio causando que el más alto soltara una sonora carcajada que cesó cuando el moreno tiró de él aferrando su mano libre a su cintura, la contraria ascendió hasta su cuello y se acercó a su oído.
— Más tarde tú y yo jugaremos a los bomberos — le susurró seductoramente haciendo que cada uno de sus finos vellos se erizara y soltara un pequeño jadeo cuando sintió el lóbulo de su oreja ser mordido.
— J-joder — fue apenas capaz de articular con la mente nublada; solo Horacio era capaz de ponerle de esa forma un una simple frase y un pequeño roce.
Ya tendrían tiempo para divertirse más tarde, mientras aprovecharían cada momento juntos en el festival.
Y así tomados de la mano recorrieron la feria comiendo cuanta chatarra se les antojara, probando los diferentes juegos que habían y disfrutando del concierto ya es tarda la noche; les daba igual que las personas les reconocieran por la calle, mientras estuvieran juntos ya no tenían miedo de ser ellos mismos.
~ FIN ~
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En unas horas más voy a subir el día 10 🌚
