Día 7 - Álbum

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~ OUR STORY ~

— ¡Willy! — gritó — ¿puedes venir?

— ¿Alex? ¿En dónde estás? — cuestionó asomándose en cada habitación buscando a su hermana.

— ¡En el ático! — gritó devuelta.

Una vez estuvo junto a ella se sacudió el polvo de las manos y la miró dudoso.

— ¿Que haces aquí arriba?

— Eso no importa — se giró a mirarle emocionada— ¿Recuerdas esto?

— El álbum de papá — murmuró por lo bajo estirando el brazo en un amago de tocarlo.

— Crees que deberíamos...

— No lo sé — se restregó el rostro con ambas manos, la tentación era demasiada — sabes que siempre hemos querido-

— Lo sé — nerviosa se mordió el labio inferior — por eso te lo pregunto.

— ¿Pero qué hacen aquí arriba? — preguntó de repente el mayor de sus padres.

Ambos saltaron en su sitio e instintivamente se colocaron de frente ocultando el álbum tras su espalda como niños aparentando inocencia tras una travesura.

— Joder que ya no tienen 7 años — llevó su mano a su rostro y lentamente masajeó su entrecejo preparándose para lo que sea que venía — ¿Qué han hecho esta vez?

— ¿Puedo saber por qué no fui invitado a esta bonita reunión familiar? — preguntó Horacio detrás del ruso.

Perfecto, ahora si que estaban en un buen lío.

— ¿Y bien? — el mayor se cruzó de brazos y enarcó una ceja.

Algunas cosas nunca cambian.

— N-nosotros encontramos tu álbum papá — avergonzada le extendió aquel antiguo compendio a su dueño.

Horacio sonrió enternecido, el actuar de sus hijos le recordaba a cuando eran unos niños; era divertido e inusual verlos comportarse de esa forma ya estando en su etapa adulta.

El ruso por otra parte reaccionó ligeramente diferente.

— Solntse, creí que habíamos acordado deshacernos de todo eso — le miró enarcando una ceja sin relajar su postura imponente.

— No pude, ma lune — dijo en tono bajo colocando una de sus manos sobre sus antebrazos entrecruzados — es toda nuestra historia — sonrió nostálgico.

— Si lo hubieran encontrado sabes qu-

— Ya, pero no lo hicieron — concluyó seguro repartiendo pequeñas caricias que hicieron destensar la pose de su pareja — Creo que ya es tiempo de que nuestros hijos conozcan nuestra historia, ¿no lo crees?

¿Como decirle que no a aquellos bicolores que aún después de 45 años eran capaces de doblegarle?

Suspiró resignado, jamás podría ganar una batalla contra aquella dulce sonrisa.

— Bien, vayamos al salón — besó su arrugada frente y lo tomó de la mano guiándolo escaleras abajo.

Ambos chicos se miraron sonrientes y corrieron detrás de sus padres, habían esperado años para descubrir los misterios que aquel empolvado libro con fina cerradura guardaba.

— Exactamente ¿Qué... qué quieres contarles, solntse? — le susurró entrando rápidamente a la cocina y jalándole del brazo para arrastrarle junto a él.

— No lo sé — susurró de de vuelta comenzando a preocuparse — ¿crees que después de tantos años sigan buscándonos?

— ¿Papá?

𝗩𝗼𝗹𝗸𝗮𝗰𝗶𝗼 𝗔𝗻𝗻𝗶𝘃𝗲𝗿𝘀𝗮𝗿𝘆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora