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Una sensación de alivio y seguridad estaba invadiendo poco a poco a los aventureros quienes simplemente no podían creer lo que habían experimentado. Para dos de los viajeros, esta era la vez en la que más cerca estuvieron de la muerte...

Sin embargo... la muerte aun rondaba entre ellos, justo a unos metros de entrar en la zona segura del pueblo, Michiro, quien se encontraba adelante a la izquierda, frena su caballo en seco mientras levantaba el brazo de una forma desesperada

De inmediato todo el grupo se quedó en total silencio sin entender que estaba pasando

Para la suerte del grupo, ninguno abrió la boca para preguntar que pasaba, de haberlo hecho.. los problemas hubiesen sido mayores

De pronto los caballos se inquietaron de forma silenciosa, lo normal sería que empezasen a relinchar, pero solo temblaban, aún sobre la montura, el jinete podía sentir como los músculos del animal se contraen y se relajaban de forma descontrolada

Como era de esperarse todos comenzaron a alterarse, pero Michiro permanecía totalmente inmóvil, casi como si fuera una estatua de piedra, y pronto los demas seguirán su ejemplo.

Unos segundos después de que los animales se alteran, de manera clara pero invisible, un ruido anormal comenzó acercarse directamente hacia el grupo de aventureros, quienes con total impotencia, sintieron como la tierra cercana a ellos se levantaba.
Lenta pero fuerte, el suelo se movía como si de una ola de mar se tratase, formando ondulaciones que por la niebla los aventureros no pudieron ver, pero la sintieron con cada centímetro de su alma...

No tardaron en darse cuenta de que una criatura había pasado justo por debajo de sus pies, una capaz de levantar un área de tierra más grande de la que ocupan cuatro caballos.
Simplemente, todos se petrificaron..

Como un reloj, los corazones de los guerreros sonaban agitados, todos... menos el de Michiro, quien se mantenia o al menos aparentaba estar calmada.
Ante esto, el resto decidió depositar toda su fe en la misteriosa maga, ya que era la única que podía llegar a comprender lo que estaba ocurriendo

Sin dudas un ejercicio de confianza que pocos o casi nadie se atreverían hacer... confiarle su vida... a alguien más

Habían pasado varios segundos desde lo ocurrido y la luz del pueblo parecía acercarse a pesar de que no se habían movido ni un milímetro... hasta que por fin...

El caballo de Michiro comenzó a moverse, movilizando así a todo el equipo, que estaba siendo invadido por la impaciencia

Paso a paso y con cuidado, el grupo de aventureros estaba a tan solo un par de metros de pasar la barrera, hasta que de un segundo a otro, la niebla que lo rodeaba desapareció repentinamente... indicando que el grupo se hacía dentro de la zona segura, y finalizando así una de las travesías más arriesgadas y aterradoras de toda sus vidas

Todos se permitieron suspirar aliviados... pero esto no duraría mucho

-No puedo creer que lo hayamos logrado-Dijo Koi agitado

-Y lo es más increíble si tomamos en cuenta lo que sea que haya sido eso-Dijo Hanayama haciendo referencia a la misteriosa criatura que se movía subterráneamente-Además sería de gran ayuda conocer las habilidades de cada uno-Agregó mientras se bajaba del caballo y miraba de reojo a Michiro

-Para mi fue un lindo paseo nocturno, no fue precisamente un paseo bajo las estrellas pero... pudo ser peor-Agregó Sakura mientras se reía

-Si pudieras ver todo lo que se esconde allá afuera, no dirias lo mismo-Contestó la maga

Claramente los lazos que unían el equipo eran débiles y casi inexistentes, carecían de una confianza real uno de otros, pero... poco a poco estos lazos se convertirían en la mejor de las cualidades que marcarían de forma permanente al grupo de aventureros

Lamentos del PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora