Capitulo 9: Fantasmas y demonios (El comienzo del fin - Parte 4).

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Noah Walker - Jake Kobayashi - Alicia Weber

— ¿Ese es tú plan?, ¿asesinarlos?, ¿así sin más?. ¿En qué momento nos volvimos en unos malditos monstruos? —El malherido y cansado Jake ni si quiera acabó de explicar todo su extenso plan y Noah se opuso de inmediato, sus marcados valores le impedían seguir el plan de su amigo. Desde pequeño Noah aprendió de que toda vida por mas diminuta que sea, debía de ser respetada y protegida, que los seres humanos como seres pensantes tienen la obligación de proteger toda creación de la naturaleza. Hoy en día, en pleno fin del mundo Noah mantenía la fe de que pese a toda la muerte y destrucción, aún quedaba un poco de bondad y humanidad en todos.

— Noah, lo lamento pero es nuestra única opción —dice Ruby tocando el hombro de su amigo con suavidad tratando de calmarlo.

— No..., ¡no puede ser nuestra única opción!. ¿Apenas los conocemos hace horas y la primera y única opción para ti es acabar con todos ellos —el chico de cabello rubio seguía reprochando a su amigo, para él, todas las otras personas dentro de esa habitación dejaron de existir.

Walker mantenía su fe de que sus amigos recapacitaran y no tomaran esa horrible opción, por un instante aquellos ojos color verde oscuro se iluminaron esperanzados con el fuego del farol que se encontraba en medio de la pequeña mesa.
En verdad nadie de los que se encontraban ahí dentro estaban felices ni con ganas de ejecutar el plan, pero estaban conscientes de que no tenían opciones, los otros descubrieron su comunidad y ahora todos corrían peligro.
El joven líder de la comunidad, quien todavía siquiera tuvo tiempo para asimilar lo que ocurrió esa noche, lanzó un profundo suspiro de cansancio mientras sostenía con sus dos manos un bastón de madera que le proporcionó Ruby.

— No podemos aceptar el trato y dejarlos ir sin más, saben donde queda nuestra comunidad. Ellos viven en una base militar y no me extrañaría si es verdad lo de que son tres veces más que nosotros —responde Ruby nuevamente con la tranquilidad que la caracteriza pero con una evidente preocupación en su voz.

Todos seguían sin procesar el hecho de que aquel grupo de extraños que parecía aparecieron de la nada, en realidad eran parte de un grupo mucho más grande de cientos de personas, algo que era más que común en un pasado pero hoy en día juntar a tantas personas y que vivan bajo un mismo techo se había vuelto en algo difícil de conseguir y lograr con éxito.

— Y si aceptamos su trato en el momento en el que se den cuenta de que los recursos que les propiciamos no son suficientes... ten por seguro de que vendrán y tomaran todo lo que es nuestro. Las personas son capaz de hacer los actos más crueles cuando la vida de las personas a las que aman están en juego —agregó Jake en voz baja recordando una de las tantas frases de Martha— No nos queda otra opción. ¿Qué los detendrá de asesinarnos a todos aquí por una lata de comida?. Lo siento pero su comunidad está condenada, no podemos hacer nada para ayudarlos.

— ¿Y si están mintiendo?, ¿Y si en verdad lo de que son un grupo mucho más grande es una mentira? —pregunta de nuevo Noah, aún con las esperanzas intactas.

— ¿Eso cambiaría algo?, no podemos dejar que sepan que nuestra comunidad existe —contesta su amigo de forma tajante.

— En verdad sigo sin creerme que dejarán morir a buenas personas, personas que lo único que tratan es de sobrevivir. ¡Tenemos recursos y los conocimientos!, podemos ayudarlos a superar su crisis, darles algo de suministros y enseñarles algo de agricultura —el joven arquero al poco tiempo notó que estaba solo, ni Dominic y para su total sorpresa ni Alicia, quien también poseía una ideología pacifista, salieron a favor de él, al contrario, solo se quedaron calladas, ellas sabían que esta discusión se debía solucionar entre los dos amigos. Noah ya derrotado, caminó hasta ponerse cara a cara con su amigo, el mismo a quien conocía desde hace años, con el que creció toda su adolescencia, y por una última vez trató de que entrara en razón— ¿En serio tomaras la opción más fácil? —la voz de Noah se apagó y un nudo hecho de decepción y tristeza en su garganta apareció, miró a su alrededor, absolutamente todos con la cabeza cabizbaja— No... lo siento pero no lo haré, no participaré en tú maldito genocidio.

A.Z: El último Omega.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora