jujutsu kaisen; one shots

traitor; gojo satoru

idea de: val_diggory

Satoru y tú llevaban saliendo poco más de seis meses, eran la pareja más envidiada de la escuela y ambos se sentían sumamente orgullosos al respecto. Eran atractivos, inteligentes, y considerados los dos más fuertes. Eran la pareja perfecta. O esa llegaste a pensar, en algún momento. A veces cachabas a Gojo mirando a otras chicas, usualmente de forma discreta, otras no tanto, no eras insegura, ni muy celosa, pero llegaba un punto donde no podías evitar echárselo en la cara. 
Las peleas usualmente terminaban en pocos minutos, contigo llorando, y Gojo sosteniéndote entre sus brazos, jurándote que eres la única persona para la que tiene ojos. Ja. 

La noticia de tu intercambio te cayó encima como un cubetazo de agua fría. Habías enviado tu solicitud hace un año, cuando apenas te habías dado cuenta de la existencia de aquel albino, por lo que la parte emocional realmente no sería un problema, pero ahora tenías una relación la cual considerabas bastante seria. Después de recibir la noticia no pudiste ni ver a los ojos a Gojo, quien no tenía idea de lo que estaba pasando. 

Una semana después, lo citaste a través de un texto a tu habitación, diciéndole que tenías algo importante que decirle. 

"Traje comida, por si acaso." dijo él, dejando la bolsa llena de contenedores deshechables sobre el buró, Gojo se dejó caer sobre tu cama, quitándose la chaqueta, mirándote fijamente, esperando pacientemente a que decidieras comenzar a hablar. Te pusiste de pie frente a él, acariciando su cabello blanco, siempre despeinado. Cerraste los ojos, dejando tu cabeza caer débilmente. Reíste bajito, intentando ocultar lo destrozada que estabas por dentro. 

"Tengo un intercambio", anunciaste. 

La mirada de Satoru se congeló sobre tí. Los intercambios en la escuela de hechicería no eran nada parecidos a las escuelas "normales", no había nada de pasear por una nueva ciudad, o de hacer amigos, y probar nuevas comidas. Era una experiencia solitaria, designada específicamente para fortalecer a aquellos hechiceros que se sometían a ella. Gojo no temía por tí, sabía que eras fuerte, pero aún así, su lado protector no pudo evitar tensarse. Posó sus manos sobre tu cintura, completamente en silencio. Hundiendo su frente en tu pecho. 

"¿Cuándo te vas?" preguntó él, en voz baja. Apretándote con fuerza, aún incapaz de mirarte a los ojos.

"El 7 de julio." susurraste, aún acariciando su cabello. 

"Una semana..." dijo él, débilmente. 

"Una semana." repetiste de la misma forma. 

(...) 

Y el triste día llegó. Ambos se encontraban en la estación de trenes, tus demás compañeros ya se habían despedido de tí, decidiendo dejarte a solas con tu novio. Lo habían hablado en el transcurso de los días, habían llegado a la conclusión de que seguirían con su relación a distancia, ninguno de los dos se sentía satisfecho simplemente terminando todo así, tan abruptamente. Tenías tus dudas, sabías como era Gojo antes de tí, pero él se la pasó insistiéndote en que todo estaría bien, que ustedes, su relación, nada cambiaría. Sólo era un año, a fin de cuentas. 

"Nos vemos en un año, ________." dijo el albino, agradecido con sus lentes negros por esconder casi a la perfección sus lágrimas. Tú no tenías la misma ventaja, tu rostro estaba humedecido y tu visión era borrosa. Rodeaste su cuello, dejando caer tus maletas de mano al suelo, Gojo te tomó por la cintura, elevando tus pies del suelo mientras se aferraba a tí una última vez en mucho tiempo. Hundió su rostro entre tu cuello, inhalando tu perfume, quería recordarlo. 

"Tengo que irme..." dijiste aún aferrada a él, no querías separarte. Querías dejar todo atrás y volver a tu habitación con él, pero sabías que no sería posible. Era una oportunidad única, y de arruinarla ahora, te odiarías en un futuro. Finalmente rompiste el abrazo, plantando un cálido beso en sus labios, creando un nuevo sabor ante la combinación de sus lágrimas saladas. Gojo te bajó, sentiste el piso ante tus pies una vez más.