cinco minutos más; yuji itadori

3.4K 192 2
                                    

Yuji se encontraba amarrado a una silla, completamente cubierto de talismanes que servían un único propósito de contenerlo, impedir su libertad. Su rostro a pesar de estar cubierto de cicatrices, heridas recientes, posaba con un nostálgico toque de serenidad. Ya había aceptado su destino. Pero tú no. 

"¡Déjenme entrar!" gritaste, rogando con lágrimas en tu rostro, golpeando con fuerza una de las paredes que te separaban de él. "¡Por favor, Gojo-sensei, haz algo!" 

Gojo te miró con tristeza, negando lentamente con la cabeza, sabiendo perfectamente que no podía hacer nada para impedir el destino de su alumno, tan sólo había podido posponerlo.

"P-por favor..." lloraste, colgándote en su uniforme. Tus rodillas temblaban y eran incapaces de mantenerte de pie. "Cinco minutos más... Sólo eso te pido, por favor." 

Gojo miró de reojo al guardia que cuidaba el pasillo que los llevaría a Yuji, prácticamente rogándole con su expresión que te diera esa última oportunidad. Que pudieras despedirte de él, como mínimo. 

No estabas lista para dejarlo ir. Cuando te enamoraste de él sabías cuál era su destino, tanto Gojo como los demás se habían encargado de recordártelo diariamente, pero algo dentro de tí tenía la esperanza de que estuvieran equivocados. Algo en tí creía que quizá, sería posible eliminar a Sukuna sin afectar a Yuji. Todo estaba bien, tenían todo bajo control...Hasta el día en el que Sukuna inesperadamente te atacó, dejándote en un muy mal estado.

Meses después de Shibuya, Yuji había logrado consumir todos los dedos sin perder el control de la maldición que lo habitaba, pero una noche, cuando ambos dormían juntos como los pequeños adolescentes enamorados que eran, eso cambió. Y su sentencia se adelantó. 

Yuji, sentado en esa silla, en completa soledad, sentía que se lo merecía. A fin de cuentas, había dañado a una de las personas que más amaba en esta vida, ya no podía verte a los ojos y prometerte que cuidaría de tí. ¿Cómo podría hacerlo si él mismo era el peligro? Sus ojos estaban cubiertos de lágrimas mientras esperaba pacientemente al hechicero que acabaría con él. Y cuando creyó que lo había aceptado, cuando el pánico y el arrepentimiento abandonaron su cuerpo, entraste a la habitación. 

Al entrar, te congelaste al ver a Yuji amarrado en una silla, en una habitación tan pequeña que apenas cabían los dos con espacio. Tus ojos se cristalizaron de inmediato. Te lanzaste a él, rodeando su cuello con tus brazos. Yuji quería abrazarte, sentirte con cada centímetro de su cuerpo una vez más, pero las ataduras que lo mantenían pegado a la silla lo volvía imposible. 

"L-lo siento..." Lloró él, te aferraste más a él, incapaz de verlo a los ojos. "N-no debí dejar que te enamoraras de mí..." su voz se rompió en mil pedazos. 

Posaste tus manos sobre sus mejillas y lo miraste, utilizando cada gota de valor restante en tu debilitado cuerpo. Pegaste tu frente con la suya, sintiendo la calidez de su respiración sobre la punta de tus labios. El sonido de sus respiraciones agitadas llenaban el vacío de la habitación. Plantaste un dulce beso sobre sus labios, sentiste su cuerpo temblar ante tí. 

"Eres lo mejor que me ha pasado..." susurraste en voz baja, recordando tu primer día en la escuela, donde accidentalmente tropezaste con Yuji durante un entrenamiento. 

"Promete que no te tropezarás con nadie más..." bromeó él, dejando salir una dolorosa risa. 

Su atracción fue instantánea. Gojo siempre decía que cuando dos almas estaban destinadas a estar juntas, simplemente lo sabrían. Y era verdad, la primera vez que tuvieron contacto, cuando Yuji te ayudó a ponerte de pie, sintieron una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo. Y en ese instante, lo supieron. 

Dos años pasaron y se volvieron inseparables. Hasta que lo inevitable llegó. 

La ejecución de Yuji. El día que creíste que jamás llegaría, se encontraba ante tus ojos. Atado a una silla, solo, aún en sus últimos momentos.

"________...yo...." comenzó a hablar él, voz débil, temblorosa.

Antes de que pudiera continuar hablando, el fuerte estruendo de la puerta abrirse detrás de ustedes llamó su atención. Dos guardias se dirigieron con urgencia hacia tí, tomándote de los brazos, arrancándote de Yuji. 

"¡N-no! ¡Aún no, por favor!" gritaste, llorando mientras te retorcías, intentando liberarte de su agarre. "¡Yuji! ¡No, déjenme ir! ¡Suéltenme!" 

"¡_________!" gritó él, lleno de dolor. Su voz resonó por cada pared de aquel diminuto cuarto. "¡Sólo cinco minutos más, por favor!" Sólo eso necesitaba. Cinco minutos más a tu lado.

Antes de que pudiera seguir rogando, los guardias te arrastraron, cerrando con fuerza la habitación, dejando a Yuji completamente sólo una vez más. Una última vez. Te dejaron caer bruscamente frente a Gojo quien rápidamente se agachó a sostenerte entre sus brazos. Pero no lo necesitabas a él, no, querías a Yuji. Quien debía consolarte era Yuji. 

"Te amo, ________...Te amaré por siempre" susurró Yuji para sí mismo al saber que no volverías a entrar por él, por más que quisieran. 

Quizá si tuviera cinco minutos más, te lo pudo haber dicho. 

Con tan sólo cinco minutos más, Yuji Itadori hubiera muerto sin arrepentimientos. 


jujutsu kaisen; one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora