I am not equal to them.
Para suerte de Mark no volvió a cruzarse a Renjun y su grupito de amigos de nuevo pero eso tampoco significaba nada bueno. Ya para el final de su clase uno de los chicos que se sentaba a su izquierda le habló.
-El director pidió que te reunieras con él en la sala de música.-Mark de inmediato asintió. Era un lugar algo extraño para encontrarse, en especial si se trataba del director de la escuela, pero no le dio demasiadas vueltas.
Al finalizar la clase, la cual era la última del día, guardó sus cosas en su mochila y se encaminó a buscar el aula de música, lo cual le llevó al menos 10 minutos, los pasillos de aquella escuela eran demasiados.
Una vez estuvo al frente de la puerta suspiró, pensando que necesitaba salir del instituto rápido, abrió la puerta y...
¡Bum!
Un balde con agua helada le cayó encima al pelinegro empapándolo totalmente. Cerró los ojos con fuerza y pudo escuchar perfectamente la risa de dos personas.
Alzó la vista y se encontró con aquellos tres chicos de nuevo.
-Bueno... ahora estamos a mano.-Soltó Renjun riendo junto con Jeno.
Mark lo miró seriamente mientras se quitaba el agua que había entrado a sus ojos. Renjun y Jeno pasaron por su lado pero se detuvieron a mitad de la salida.
-DongHyuck.-Llamó Huang volteándose a ver al menor quien estaba inmóvil en su lugar observando el suelo. De inmediato al escuchar la voz de su "amigo" los siguió pasando por al lado de Mark y cuando notó que ni Jeno ni Renjun lo miraban, le regaló una mirada de lastima la cual confundió al pelinegro.
Y una vez Mark estuvo solo en la habitación golpeó la pared furioso, ese estúpido chico junto con sus amigos lo habían empapado de arriba abajo junto con su mochila y libros. Salió del aula y se encaminó al baño a escurrirse la ropa.
Se quitó su mochila de encima y empezó a revisar libro por libro haber si algo se había salvado, pero no, suspiró, en cuanto llegara a casa de Johnny le pediría ayuda a éste para secarlos, los guardó en su mochila la cual acababa de escurrir y prosiguió por quitarse su buzo y escurrirlo en la pileta del baño, pero una voz a su espalda causó que detuviera sus movimientos.
-¿Necesitas ayuda con eso?-Mark se volteó a ver de quien se trataba.
DongHyuck, aquel chico amigo de Renjun, uno de los tres reyes de la escuela.
Soltó una pequeña risa irónica y volvió a concentrarse en escurrir su buzo.
-¿Por qué harías eso?-
Una mueca se instaló en el rostro del castaño.
-¿Tengo que tener un motivo para querer ayudarte?-Preguntó mientras se apoyaba en la pared al lado del pelinegro, una perfecta vista para el perfil de éste.
Mark acabó por escurrir su buzo, se puso de lado y lo sacudió causando que pequeñas gotas de agua mojaran al menor.
Hyuck cerró sus ojos al recibir el agua y volvió abrirlos con una sonrisa.
-Gracias, pero no necesito tu ayuda.-Respondió Mark dejando de lado su buzo con una sonrisa.-En especial tu ayuda.-
Se dió la vuelta y se deshizo de su remera blanca, DongHyuck lo observó de arriba abajo y tragó duro. No solo Mark poseía un bello rostro si no que también un cuerpo tallado por los mismísimos dioses griegos.
Sacudió su cabeza frente cualquier tipo de pensamiento que tuviera que ver con él y Mark y desvió su mirada mientras el chico frente a él escurría su remera.
-¿Por qué lo decís?-
Mark se voltea a mirarlo con su mejor expresión de obviedad.-¿Será por que tus amiguitos acaban de empaparme con agua helada?-
Una mueca nuevamente se instaló en el rostro de DongHyuck. Había esperado que Mark no se creyera aquel aviso, era ridículo, y Mark parecía inteligente.
-Lamento eso.-Respondió mientras se dirigía a la salida y una vez afuera mientras daba un último vistazo al baño soltó.-No soy igual a ellos.-
Mark acabó por escurrir su remera y se la puso junto con su buzo, colocó su mochila en su hombro y salió del baño en dirección a la salida, le esperaba una tarde en la que deseaba encontrar alguna pista de su padre, por más pequeña que fuera cualquier cosa le servía.
...
Caminando llegó hasta aquella tienda antigua, la cual había visto cuando llegaba a la ciudad, ingresó al local y saludó al dueño.
-¿De casualidad tendrá guías telefónicas?-Pidió dudoso, el dueño de la tienda lo miró curioso y le enseñó la última que había sobrevivido, no era algo que se usara últimamente gracias a la tecnología avanzada pero a Mark le servía.-Gracias.-Respondió cuando tuvo una en su mano.
Abrió aquel viejo libro y buscó en la letra T.
Había unos cuantos "Taeyong" pero ninguno era el que buscaba, por lo que se dedicó a buscar en la letra L y...
¡Bingo!
Había dos "Lee Taeyong".
Sacó el celular de su bolsillo y los anotó a ambos.
Salió de la tienda luego de agradecerle aquel hombre y se encaminó hasta la casa que compartía con Johnny. Al llegar estaba solo, al parecer Suh estaba en clases, miró su celular y a los dos números que había agendado.
No sentía el valor suficiente para llamar.
¿Y si uno de esos números si era su padre?
No había pensado que le diría y temía obtener una respuesta negativa.
Era verdad que su padre había abandonado a su madre en cuanto se enteró del embarazo y que estaba más que claro que Taeyong no quería saber nada al respecto, ¿Y si con esa llamada solo lograba empeorar todo?
Pero Mark ya no sabía que hacer, extrañaba a su madre, y aún era un estúpido niño que necesitaba el apoyo y cariño de sus padres, ¿Cómo se supone que seguiría adelante si no?
Pasó al rededor de dos horas secando sus libros y cuando por fin terminó se dió una corta ducha para luego robar un poco de la cena de Johnny e irse a dormir abrazado a un cuadro con la foto de su madre.
Definitivamente la extrañaba más que nunca.
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MarkHyuck | meet you
FanfictionDonde Mark se muda a corea luego de haber vivido años en Canadá en busca de su padre mientras intenta seguir con la vida normal de cualquier estudiante. El problema es que en el primer día de clases termina derramando un batido encima de uno de los...