•Capitulo 2•

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— ¡¿Cómo se te ocurre traer a una desconocida a nuestra casa Lisa?!- —Dijo entre dientes, susurrando con enojo sus palabras, Rosé estaba molesta.

— Ya les dije, estaba sola en el frío, no podía dejarla ahí, a su suerte — Explicó Lisa recordando lo sucedido.

— Mírala Lisa, es una anormal — Ésta vez señaló Jisoo, viendo a la chica que estaba en la habitación, provocando que las otras dos chicas mirarán a Jennie merodeando y tocando los objetos que no conocía.

— ¡Ay por dios!, ¿Hay alguien en esta casa que sea normal? — Preguntó la tailandesa, haciendo que las chicas se cuestionaran.

— Bueno, ¿Qué piensas hacer con ella?, No puede quedarse mucho tiempo, ni siquiera tenemos un cuarto para ella — Excusó Jisoo, lo cual era verdad, no había una habitación extra.

— Ella dormirá con ustedes— Habló Lisa confiada y satisfecha con su decisión. Tenía los brazos cruzados mientras veía que la chica no hiciera nada malo en su habitación.

— ¡¿Qué?!, ¡¿Estás loca?! — Regañó Jisoo.

— ¡No dormiremos con esa psicópata!, En todo caso deberías hacerlo tú, tu fuiste la que la trajo y a parte tienes una habitación para tí sola — Reclamó Rosé

Lisa lo pensó, pero era verdad, la chica debería dormir en su habitación, era algo justo.

— Como digan — Rodó los ojos rendida — Solo háganla sentir bien, quién sabe por lo que haya pasado — Les dedicó una última mirada a sus amigas para después abrir la puerta.

Jennie estaba observando una cosa muy extraña, era un artefacto que brillaba, había una imagen de un pájaro, el aparato tenía teclas, parecidas a las de un piano pero más pequeñas y con letras en ellos, jamás había visto algo así.

— Muy bien, es hora de dormir, las veré mañana chicas — Dijo Lisa a sus amigas.

— Avisanos sí necesitas algo Lisa, mucho cuidado idiota, nosotras no nos haremos cargo de tu cuerpo — Susurró con enojo la miga rubia.

— Ni de tu funeral — Añadió Jisoo burlesca.

— Jajaja, que divertida — Murmuró sarcástica Lisa, mientras Jisoo solo reía — Buenas noches fenómenos— Tomó el pomo de la puerta — Las quiero, ahora. Shu — Hizo una señal con sus manos, corriendo a sus amigas y cerrando la puerta fuertemente mientras escuchaba las risas de sus amigas alejarse.

Jennie inspeccionaba aquel aparato curiosa, Lisa no lo debo pasar, le pareció muy divertida la forma en la que Jennie olfateaba su laptop.

— Se llama computadora, ¿No las conocías? — Rió Lisa, haciendo que Jennie se asustara un poco.

La chica pelinegra negó con la cabeza.

— ¿En serio no hablas nada? — La tailandesa sonaba curiosa, de verdad quería saber cuál era la historia de esa chica.

Jennie comenzó a buscar entre el escritorio de Lisa, ella la observaba, ¿Qué estaba haciendo?.
Tomó una hoja de papel y un bolígrafo, habían puesto la tinta en un tubo extraño, pensó Jennie.

Comenzó a escribir, cuando terminó, le enseño el escrito a Lisa.

"Pasé tanto tiempo encerrada que olvide como hablar ". Leyó Lisa en voz alta, se impresionó por la hermosa letra cursiva de la chica, para ser alguien que vivía en la calle, escribía muy bien y sin faltas de ortografía.

— ¿Quién te encerró? — Preguntó preocupada y cuirosa.

Jennie empezó a escribir nuevamente, sacaba su lengua debido al esfuerzo que hacía para escribir, Lisa lo encontró muy adorable.

Enseñó la hoja nuevamente con algo escrito en ella.

"Unas personas malvadas, lo bueno es que ya estoy a salvo". Leyó nuevamente en voz alta la tailandesa.

— Espero y esas personas malas paguen. Por cierto, ¿Cómo te llamas? — Preguntó nuevamente Lisa.

"Kim Jennie". Escribió casi de inmediato, Lisa sonrió ante su rapidez.

— Muy bien Jennie, creo que debes darte un baño caliente, hace frío y te ayudará a entrar en calor — Sugirió Lisa mientras se daba la vuelta para buscar algo de ropa y preatarsela a Jennie.

La palabra "Jennie" se repitió en su cabeza, en los labios de esa chica sonaba demasiado bien su nombre, tanto que le dio escalofríos, esa mujer era increíble y además gentil, algo que no se encontraba todos los días.

Comenzó a quitar su vestido y todo lo que llevaba puesto.

— Muy bien, puedes bañarte en mi baño, encontré esto que espero y te quede, es muy comod... — Lisa no terminó de decir la palabra, dejó caer la ropa que había encontrado para Jennie y su cara se puso como un tómate al ver qué la chica estaba totalmente desnuda, no supo que hacer, solo cubrió sus ojos con sus manos.

— ¡Dios!, ¡¿Podrías taparte?! — Exclamó aún con los ojos tapados.

Jennie rió por lo bajo, le encantaba ver cómo los humanos se seguían sonrojando al ver su cuerpo, después de tanto tiempo no perdía sus sensualidad, para algunos era la misma tentación en persona, era como la manzana que tentó a Eva, esa serpiente que insisto el pecado, para otros era hermosa, peligrosa y simplemente perfecta.

Hizo lo que Lisa le pidió, se cubrió solo la parte delantera con la tela de su vestido, su espalda, trasero y piernas seguían descubiertos pero Lisa no lo notaba, debido a que Jennie estaba de espaldas.

Lisa intuyó que Jennie ya se había vestido, así que descubrió sus ojos, se alivio al ver qué así era, Jennie estaba medio vestida.

—Jamás hagas eso de nuevo, la gente no puede verte desnuda — Explicó Lisa recogiendo las prendas del suelo, caminó hacia ella y se las entregó —Toma, ve a  ducharte — Ordenó.

Jennie sonrió dejando ver sus dientes.

— Iré a prepararte el agua, un baño en la tina siempre es bueno — Lisa se dirigió al baño y comenzó a poner sales de baño en el agua para que Jennie se sintiera relajada y cómoda.

Pasaron los minutos, Jennie observaba como Lisa hacía mil cosas, ponía muchos ingredientes en el agua, sinceramente olía muy rico, era una mezcla de muchas flores.

- ¡Listo!, Puedes ducharte- Dijo Lisa saliendo del baño.

Jennie sonrió y se dirigió al baño, dejando su parte trasera descubierta, Lisa pasó saliva con dificultad y abrió sus ojos como platos al ver el hermoso trasero de Jennie, movía sus caderas elegantemente, como si de una doncella se tratase, su corazón se aceleró pero movió su cabeza tratando de sacar los pensamientos que se posicionaron en su cabeza.

Lisa preparó la cama, sacó de si clóset una colchoneta inflable, esa sería la cama de Jennie en lo que encontraba un refugio para ella.
Colocó sábanas y una gran manta, esa noche era muy fría, no quería que Jennie se enfermara, además, había salido por ahí sin zapatos, pisando la helada nieve, seguramente cogería un resfriado.

Pasaron los minutos y Jennie no quería salir de la tina, era tan refrescante, el agua terminó de un color rojizo, y mejor a la vez, debido a la tierra que se había metido en su ataúd y la había manchado, el color rojizo era gracias a la poco sangre que tenía en su cuerpo, debido a los trabajadores que había matado esa noche, le agradeció al cielo porque la chica no había visto esa sangre.

Salió después de casi una hora, se encontró con la chica dormida en su cama, había un pequeño colchón en el suelo, intuyó que ahí se dormiría.

Caminó hacia él, la ropa que la tailandesa le había dado era muy cómoda, por primera vez se sentía así.

Había una nota encima de la colchoneta.

"No te he dicho mi nombre, lo siento, me llamo Lalisa, puedes decirme Lisa, descansa:).
Leyó mentalmente la nota, sonrió al ver la hermosa caligrafía de Lisa.

Esa mujer tenía un olor muy embriagante, peligrosa pero gentil, amorosa y pervertida, justo el olor que a Jennie volvía loca.

✞︎𝔳𝔞𝔪𝔭𝔦𝔯𝔢✞︎ ( Reescribiendo )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora