✞︎𝔳𝔞𝔪𝔭𝔦𝔯𝔢✞︎ ( Reescribiendo )

•Capítulo 4•

Jennie no sabía que hacer en esa casa, todo lo que había ahí jamás lo había visto en su vida.
Un ruido proveniente de su estómago la hizo asustarse, tenía un ligero dolor en su vientre.

Era como cuando su cuerpo le exigía sangre pero esto era diferente, no necesitaba sangre porque la noche anterior había asesinado a dos personas, eso era suficiente, esto era algo más.

Pudo oler algo delicioso con su olfato, el olor era proveniente de un artefacto gigante que no sabía que era, se acercó a él y lo miró con detenimiento, con algo de miedo, lo tocó y separó su dedo rápidamente, pidiendo sentir un frío ligero correr por la yema de su dedo.

Al ver qué esa cosa no se movía o salía algo de ella, decidió abrirlo jalando ambas puertas.
Inmediatamente un frío se hizo presente, algo de vapor salió por una de las puertas y Jennie se impresionó al ver carne y muchas otras cosas en los estantes de ese artefacto.

Tomó una de las charolas de carne, la abrió con desesperación y comenzó a comerla, sabía delicioso, solo que no era igual que atrapar a sus presas.

Cuando terminó la carne, ese dolor en su estómago seguía, tomó un bote de colores, lo único que pudo leer era "Vainilla y chocolate", era helado.

Ese bote de helado de dos litros se terminó en diez minutos.
Y así pasaron los minutos, incluso horas, Jennie terminó con toda la comida de la nevera, dejando la cocina echa un desastre, ese dolor en su estómago había desaparecido, eso significaba que estaba llena.

Caminó por toda la casa, los rayos del sol la lastimaban un poco pero no era para tanto. Observó la habitación, la cuál esa chica Jisoo dijo que no entrara, a Jennie la invadió la curiosidad y entró, había una guitarra en un estante, Jennie recordó a su amada tocando para ella en aquel entonces, su corazón se llenó de nostalgia.

Miró una pequeña mesa de noche, del lado izquierdo de una de las camas, se dirigió hacia ella y había una fotografía, eran Lisa, Rosé y Jisoo en un lago, sonriendo y con cañas de pescar, se veían tan felices, Jennie solo sonrió al ver a Lisa, se veía tan radiante bajo la luz del sol.

Abrió uno de los cajones y vio un artefacto en forma de pene, frunció el ceño al verlo, era morado, según lo que ella recordaba, los penes no eran morados y estaban diseñados para quedarse pegados al cuerpo de los chicos no para guardarlos en cajones.

Sin querer, apretó un botón y el artefacto comenzó a vibrar, se sentía algo extraño pero lograba sentir una sensación linda al tocarlo.
Simplemente lo dejó en su lugar y salió de la habitación.

Después de hacer de las suyas, caminó hacia la sala, se sentó en el sofá y esperó pero comenzó a aburrirse, se movió en su asiento, incómoda, hasta que sintió como su trasero aplastaba algo y de pronto la televisión se encendió, asustando a Jennie, ésta le lanzó el objeto que había tocado con su trasero y la televisión se estrelló, apagándose al instante.

Jennie logró ver personas metidas en esa cosa, se acercó a ella y con miedo la tocó pero no pasó nada.

— ¿Será un portal? — Se dijo a si misma en sus pensamientos.

Al final no le tomó importancia y se recostó en el sofá, quedándose dormida.

....

La universidad fue aburrida como siempre, Jisoo y Lisa lograron que Rosé se contentara de nuevo y se fuera con ellas a casa.

El camino fue corto como siempre, tenían que llegar a casa para preparar la cena con sus padres, ellos eran perfeccionistas y si veían el mínimo desorden en la casa de sus hijas, les ordenarían regresar a casa para vivir con ellos, lo cual ninguna de las tres quería.

—¿Que prepararemos de cenar? — Preguntó Jisoo.

— No lo sé, pensaba en pasta italiana tal vez, buscaré una receta en Google — Dijo Lisa restándole importancia.

— ¿Y sí hacemos tteokbokki?, Tengo unas ganas inmensas de comer eso — Rosé se lamió los labios al decir eso, sí que tenía ganas de esa comida.

—No ardilla, detén tu tren, la que decidirá es Lisa — Bromeó Jisoo, ganándose un golpe en al cabeza por Rosé, Lisa solo rió al ver las cosas tan tontas que hacían sus amigas.

De pronto llegaron a casa, Lisa sacó las llaves de su bolsillo y las metió en la manija de la puerta, abriéndola.
En ese momento platicaba y reía de las estupideces que decían sus amigas, peor al enfocar su vista al interior de la casa, su sonrisa desapareció.

— ¿Qué mierda pasó aquí? —Dijo Rosé observando el desastre que había, la televisión de la sala estaba rota y había envoltorios de comida por todo el departamento, incluso las paredes estaban manchadas con comida y lo que parecía ramen que llevaba meses en el refrigerador.

Lisa observó a Jennie durmiendo plácidamente en el sofá, parecía un ángel, sacudió su cabeza, tratando de olvidar lo que acababa de pensar.

— Yo la mato — Dijo Jisoo en un tono enfadado, Lisa la tomó de la cadera e impidió que fuera hacia Jennie.

— Yo... Tengo sueño — Dijo Rosé antes de desmayarse.

— ¡Mierda! — Jisoo corrió hasta Rosé, quién estaba tirada en el suelo, inconsciente.

— ¡¿Qué hacemos?! — Exclamó Lisa estresada, está situación parecía sacada de una maldita película.

— ¡Despertarla!, ¡Nos tiene que ayudar a limpiar este desastre!, ¡Nuestros padres llegarán pronto! —Gritó con frustración.

— Debemos cancelar la cena, no podremos limpiar todo esto en solo dos horas — Lisa tomó un cuaderno de su mochila y comenzó a hacerle aire a Rosé, quién aún estaba inconsciente.

— ¡¿Estás loca?!, Sí cancelamos la cena, nuestros padres pensaran que ocultamos algo y vendrán a verificar que todo esté bien — Explicó.

— ¡Mierda Rosie, despierta! — Le dio una bofetada, estaba entrando en pánico.

Rosie no despertaba por más bofetadas que le dieran, estaban viviendo una pesadilla.