✞︎𝔳𝔞𝔪𝔭𝔦𝔯𝔢✞︎ ( Reescribiendo )

Capítulo 10

La noche era fría, se respiraba un aire helado, caía nieve qué tapizaba las calles de blanco.
El vaho salía de la boca de aquella chica pálida, mientras la sangre goteaba de sus colmillos.

Esa noche, Jennie había sido muy cuidadosa, pues Lisa la tenía abrazada demasiado fuerte y Jennie se moría de hambre, pero logró salir de su agarre y ahora estaba satisfecha.

Había saciado su hambre con varias personas que se encontró por las solitarias calles de Seúl.

La chica caminaba descalza por las sombras, tenía que llegar rápido a casa o si no, Lisa se daría cuanta de su ausencia.

Se detuvo cuando vio un trozo de periódico tirado en el suelo, lo levantó y ahí estaba la noticia de los trabajadores de la construcción.

"La sangre fue extraída de sus cuerpos, se encontraron marcas de colmillos en sus cuellos, trataron de conseguir muestras de ADN pero todo fue en vano, el sistema no arroja resultados".

Jennie suspiró al leer esa noticia, arrugó el papel y lo volvió a tirar al suelo.
Jennie no quería ser ese monstruo, Jennie no quería asesinar personas que probablemente tenían familias, sueños o metas pero esa era su naturaleza, ella no pidió ser un vampiro, tenía que cargar con eso el resto de su vida.

Jennie trepó por la pared para llegar hasta la ventana de la habitación de Lisa, todo estaba oscuro, así que supuso qué Lisa no se había despertado. Sé equivocó.

Abrió la ventana con sumo cuidado, entró como si de la puerta principal se tratase.
Sus manos y boca estaban totalmente manchadas de sangre, sus colmillos sobresalían, se le hizo muy extraño qué Lisa nunca los notara pero no le tomó importancia.

Se giró para cerrar la ventana con cuidado y ahí estaba Lisa, observándola sorprendida.
En cuanto Jennie la miró y una luz tenue qué entraba por la ventana iluminó su cara llena de sangre, Lisa soltó el vaso de agua qué estaba sosteniendo entre sus manos y este cayó al suelo, rompiéndose.

- J-Jennie, ¿p-porque tienes sangre en todo tu cuerpo?, ¿estas bien? - Lisa caminó lentamente hacía Jennie, notando qué esta solo estaba callada y miraba al suelo, tratando de evitar su mirada - ¿Porque estabas allá afuera?, me levanté a tomar agua y tu no estabas por ninguna parte - Lisa tocó el hombro de Jennie, la pelinegra se alejó.

- ¡N-No me toques! - Gritó la coreana.

Jennie se sintió como un monstruo ante Lisa, esa alma tan pura qué solo se preocupaba por ella, no quería lastimarla, su instinto aún no se iba y temía qué se lanzará sobre ella.

Tal como lo pensó, segundos después, se lanzó sobre ella tirándola al suelo y mirándola con esos ojos fríos y sin expresión, lista para morder su cuello y beber toda su sangre.

Lisa estaba atónita, no sabía que hacer o decir, jamás había visto así a Jennie, esos ojos qué la miraban, no eran los ojos de los cuales se había enamorado y perdido en ellos, los ojos qué la miraban en ese momento, parecían muertos, sin vida o compasión alguna.

Jennie observó a Lisa indefensa y estuvo a punto de hacerlo, de asesinarla a sangre fría como si de un humano más se tratase, pero no, Lisa no era alguien más, Lisa era especial para Jennie, así que trató de controlarse, trató de controlar sus ganas de beber sangre para no lastimarla.

Vio como Lisa cerraba los ojos, resignada a que algo malo pasaría y Jennie no pudo, no pudo ver esa cara de miedo hacía ella.

Quitó sus manos de las muñecas de Lisa y se levantó de ella, ya qué estaba encima de su cuerpo, impidiéndole moverse.

- Lo siento Lisa... - Sollozó Jennie con lágrimas escurriendo de sus ojos - Siento hacerte daño, yo de verdad no quiero pero tengo que hacerlo para sobrevivir, yo... No pedí convertirme en este monstruo - Lisa se impresionó, pues Jennie no había tartamudeado al hablar esta vez.

- ¿De que estas hablando? - Preguntó Lisa acercándose con un poco de miedo a la pelinegra.

- Yo... No soy un humano como tu - Dijo seca, fría, tan fría qué Lisa sintió qué su corazón se rompía - No vivo de comida normal, no puedo verme en un espejo como tu, no viviré el mismo tiempo que tu, no me alimento de solo agua y comida y lo más importante, asesino personas para poder vivir... Simplemente no soy tan pura como tu Lisa - Explicó ella y Lisa se quedó en silencio.

- ¿Qué eres? - Preguntó temerosa de acercarse más a aquella chica que ahora desconocía.

- Un vampiro qué duró más de trescientos años encerrada en un maldito ataúd a diez metros bajo tierra - Habló mirando al suelo.

- ¿Y porque estas aquí? - El corazón de Lisa se aceleró.

- No voy a mentirte, cuando me encontraste en aquel callejón, iba a beber cada litro de tu sangre hasta que no quedara nada en ti, pero me detuve, lo hice porque no olí en ti la maldad, la malicia y perversión, tu olor era distinto, era puro - Explicó, viendo el rostro de Lisa sombrío, tratando de procesar sus palabras - No soy buena para ti Lisa, el simple echo de pensar que te puedo lastimar, hacer daño, me eriza la piel, me dan ganas de matarme porque tu eres un alma tan pura, hermosa y auténtica, no te mereces a alguien como yo - Se acercó a Lisa, quien dio pasos hacía atrás.

- Jennie, yo... No se que decir - Pronunció palabras nerviosa, pues la cercanía de Jennie la ponía muy nerviosa.

- Entiendo qué me tengas miedo, cualquiera lo haría - Sonrió tristemente - Pero yo... Te amo Lisa, como no tienes idea - La poca distancia entre ellas se acabó cuando Lisa chocó con la pared detrás suyo - Siempre dicen que si amas algo dejalo ir, me parecía una estupidez pero, hace unos minutos, cuando me lanzé sobre ti y casi te hago daño, me di cuenta de que no es una estupidez, no te quiero ver sufrir por alguien como yo - Jennie dirigió su mano a la mejilla de Lisa, acariciándola y sintiendo como Lisa cerraba los ojos ante el contacto - Te amo Lili - Y sin más, Jennie puso sus labios en los de Lisa, besándola como nunca, saboreando su boca.

El corazón de Lisa latía tan rápido, que tenía miedo de que Jennie lo escuchara.
Mientras tanto, la pelinegra saboreaba a la tailandesa, ya qué ese era su último beso.

Se separaron del beso y ambas de miraron a los ojos.

- Hasta siempre Lili - Se despidió Jennie, corriendo a toda velocidad y saliendo por la ventana antes de que Lisa pudiera reaccionar.