Capítulo 8

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- Te juro que nadie nunca te volverá a hacer daño Jennie... Yo estaré contigo siempre- Lisa tomó las mejillas de Jennie en sus manos, obligando a la chica que lloraba a verla.

Jennie podía sentir su corazón palpitar con fuerza, le encantaba estar con Lisa, después de tentó tiempo, pudo sentir lo que es amar de nuevo.

Pero parece que todo iba en contra de su amor, Jennie sería eterna, ella se quedaría en el mundo por el resto de los tiempos, mientras qué Lisa eventualmente envejecería y moriría, Jennie no quería que eso pasara y la única forma de que ambas estuvieran juntas para siempre, era qué Jennie convirtiera a Lisa en un monstruo como ella... De ninguna manera ella haría eso.

- Lisa... No puedo hacer esto, n-no podemos hacerlo- Dijo sollozando, escondió su cara en el espacio del cuello de Lisa, mojando la piel con sus lágrimas.

- ¿Porqué?... Si tienes miedo de esas personas, no te preocupes, yo te protegeré, ya te lo dije, es una promesa- Ella acarició el cabello de su contraria, sintiendo lo sedoso de este, al igual que su aroma natural se metía en sus fosas nasales.

En ese momento, la cordura de Jennie desapareció, el olor de Lisa era tan adictivo, que simplemente se dejó llevar, subió nuevamente la mirada a el rostro de Lisa y atrapó sus labios con los suyos.

Lisa colocó sus manos en la cintura de la pelinegra, llegando casi a su espalda baja, acarició un poco la piel del lugar, deleitándose con la sensación qué le producía.

Jennie gimió bajo, sintiendo los dedos de Lisa deslizarse por debajo de su playera hasta tocar levemente su trasero.
Tomó a Lisa por las mejillas, profundizando más el beso.

Lisa levantó a Jennie en su cintura y la llevó hasta el sofá qué qué encontraba en la biblioteca, la recostó ahí y solo siguió besándola.

- Jennie... - Dijo Lisa entre el beso con la voz agitada.

- ¿Qué pasa? - Preguntó Jennie mirando a su contraria con el ceño fruncido.

- ¿estas segura de esto? - La miró a los ojos, poniéndose de cuclillas para quedar a la altura de Jennie.

- Lo estoy... Estoy muy segura Lisa- Respondió.

- Si hago algo que te incomode o no te guste, solo dímelo y me detendré ¿de acuerdo?- Jennie asintió e inmediatamente Lisa comenzó a quitar su blusa.

La piel pálida y blanquecina de Jennie quedo al descubierto cuando Lisa quitó su playera.
Lisa veía la escena con admiración, Jennie era tan perfecta ante sus ojos, parecía irreal.

La pasión, el deseo y la lujuria se hicieron presentes, ambas estaban impacientes por probarse, devorarse y saborearse.

Lisa quitó sus pantalones y bragas, dejándose únicamente su playera, no llevaba sostén.

Entonces, Lisa quitó el sostén de la chica pálida y lo lanzó a algún lugar, admirando los hermosos pechos blanquecinos de la chica, los pezones erectos por la excitación y rosados, la miró a los ojos para buscar aprobación sobre lo que estaba a punto de hacer y Jennie le devolvió la mirada, casi implorando qué lo hiciera.

Y entonces, Lisa deslizó su mano por la piel hasta llegar a un pecho y estrujarlo levemente en su mano, para después llevar su boca y atrapar un pezón en su lengua.
Lamia, mordisqueaba y succionaba, causando un gemido de placer por parte de la pelinegra.

Enredó sus dedos en el cabello de Lisa al sentir su majestuosa lengua recorrer su piel sensible.
Necesitaba probar a Lisa ya.

Entonces, Lisa bajó lentamente el short pequeño qué llevaba Jennie, dejando pequeños besos por la piel pálida, sus muslos fueron los principales, Lisa se deleitó con ellos.

✞︎𝔳𝔞𝔪𝔭𝔦𝔯𝔢✞︎ ( Reescribiendo )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora