𝐌𝐘 𝐊𝐈𝐓𝐓𝐄𝐍 ෆ 𝗵𝗮𝗿𝘂𝗸𝘆𝘂

+O19.

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Los planes de Haruto estaban arruinandos.

Hoy quería preparar con su gatito un pastel siguiendo un tutorial, y lo compartirían viendo algúna serie de comedia, por si el pastel les salía del asco también tenía pensado llamar a la pizzeria.

Pero no. Junkyu lo complicaba todo.

── Te digo que ya puse el azúcar ─ Repitió el mayor.

Junkyu le dio también otra probada a la masa.

── Un poco más para que el sabor sea más dulce ─ Comentó poniendo una taza entera.

Haruto suspiró rendido y dejó la cuchara de madera que llevaba en una mano, agarró una silla y se sentó en ella de brazos cruzados. Junkyu volteó dudoso ante la acción.

── ¿Qué haces?, si no ayudas no habrá pastel para ti.

── Junkyu haz lo que quieras, igualmente si te ayudó te quedaras con todo. ─ El gatito encogió los hombros restandole importancia y continuó haciendo de la suya. Haruto tuvo que limitarse a corregirlo, pues cuándo intentó hacerlo el felino le grito diciendo que sabía lo que hacía.

Llegó el momento en que el molde debía reposar dentro del horno, Haruto se ofreció ayudarlo pero Junkyu le envió una mirada asesina.

── Te digo que sé lo que hago. ─ Le aclaró entre dientes.

── Es peligroso Jun...

── ¿Por qué me crees tan inútil? Te demostraré que haré el mejor pastel que haz probado. Aléjate aléjate ─ En ambas manos llevaba la charola y con los hombros y cadera recorrió al otro que estaba poniéndose delante el horno.

── Podemos comparar un pastel.

Junkyu luego de acomodar todo. Giró hacia el humano gruñendo labios y cejas. Caminó directo a él.

── ¿No quieres probar mi pastel? ─ Preguntó muy enojado desde abajo. ─ Eso me ofende muchísimo Watanabe Haruto. ─ Ladea una comisura y se pone de brazos cruzados mientras apoya su espalda en la barra.

Haruto no quiere decir más. Siente que cada cosa que se le sale arruina todo. Tal vez solo debieron comprar pastel y no darle la idea de preparar uno, a sabiendas del caos que podían llegar a crear en equipo.

Y vaya el desastre que hizo su minino sólito, la mesa de la barra tenía chalcos de leche, azúcar derramada y varios instrumentos de preparación en el suelo.

── ¡Ruto Ruto, llegó el mejor momento! ─ Como si no hubiera pasado nada, Junkyu lo jaló del brazo acercandolo a su trozo de pan fallido. ─ ¡Hagamos la decoración juntos!

Y así pasó. Junkyu gritando por cada vez que su montaña de revanadas de chocolate, fresas, cerezas, galletas caía a un lado. Haruto solo había podido agregar las chispitas de múltiples colores.

── ¡Se ve hermoso, vamos sácale una foto! ─ Junkyu lo agitaba dando saltitos en su lugar─ ¡Apurateee!

Fue a por su móvil y tomó las mejores fotos de la semana, Junkyu posaba en distintas formas presumiendo su pastel y algunos se las tomaron juntos.

── Vaya ─ Mencionó Haruto obligándose a pasar el trozo de pastel por la garganta. ─que... sabor tan interesante.

Junkyu le dio una generosa porción de su preciado pastel.

── Sí sí, come más. ─ Sirvió otro trozo mucho más grande.

── ¿Y qué hay de ti?

── Desde un principio preparaba el pastel pensando en ti, es qué te quiero mucho. ─ Haruto comprendió la intención y lo besó en los labios, ahora se acabaría todo aunque el sabor no estaba nada bueno.

Mientras Junkyu veía el rostro casi lloroso de su dueño, sabiendo que debía estar de todo menos delicioso.

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