~Sueño de Ib~
-¿Q-Qué vas a hacerme maldito?- Dije con mucho odio.
-¡Cállate! ¡Me tienes harto! Encantando al mundo con tus hazañas, tu carisma, tu risa, todo de ti me es de desagrado... Pero eso se acabó.- Era la voz de un hombre.
-¡No! ¡Aléjate! ¡Aaaa!- Grité.
-¡Aaaa!- Me senté debido al grito que di cuando me desperté de aquella pesadilla, de inmediato alguien se sentó a un lado mío.
-¿Estás bien?-Era la voz de Lucius.
Volteé a verlo, al principio iba a gritar pero solo suspiré, me levanté de la cama, intenté caminar para irme a la habitación del departamento rentado que yo había elegido, pero tropecé con alguien y caí, era Adalla, estaba dormido hasta que debido al golpe que le di en la cabeza con la mía lo desperté, estaba a tan solo unos cuantos centímetros de su cara, él al percatarse de esto se enrojeció por completo.
Me acosté sobre su pecho, la verdad me había sobresaltado con ese sueño.
-Parece que alguien tuvo una pesadilla.- Se burló Lucius.
-Si- Dije con pesadez, empecé a oler la sangre de Adalla, y me dio sed.-Adalla... Tengo sed...- Me apené al escuchar como sonó esa frase.
Hubo un gran silencio incómodo, Adalla acarició mi cabeza, me sentí rara, por lo cual decidí sentarme a su izquierda, él se sentó igual, entonces extendió su brazo izquierdo descubierto, me acerqué a este y entonces lo mordí. Como siempre el dolor que mostraba él era al principio, aunque el sentirme arrepentida ya no me apoderaba, ahora lo veía como algo normal, pero tenía que controlarme, porque podía causarle anemia.
Una vez que había tomado la sangre que me era necesaria quité mis colmillos de su brazo, varias gotas salieron de este, quise tocar los orificios que le había dejado tras la mordida, pero Adalla simplemente encogió su brazo hacia él y como si ya estuviera preparado sacó una venda de una bolsa cercana y se vendó la herida.
-Parecen pareja.- Mencionó rápidamente Lucius sentado en la orilla que quedaba cercano a nosotros.
-¡C-Claro que no!-Negó rápidamente Adalla con la cara toda sonrojada.
Pareja... Para ser pareja se necesitaba de... Amor... ¿Cómo era sentir amor? Realmente no podía sentir algo como así, si me era difícil sentir lo que era la felicidad, y en esos pequeños momentos en los que lo sentía se esfumaban de un momento a otro dejándome con más que desear. Hubiera sido mejor si jamás me hubiera levantado de mi tumba, si jamás me hubiera convertido en lo que soy ahora, si jamás me hubieran asesinado... Pero las cosas pasaron por algo, con el sueño que tuve hoy me quedaba claro que no había muerto por causas naturales, alguien me había asesinado, no sé de qué manera, ni siquiera sabía bien el porqué, pero le encontraría algún día.
Me pregunté acerca de la hora.- Chicos, ¿qué hora es?-No habíamos desempacado nada desde que habíamos llegado.
-Son...-Me sorprendió Adalla por lo que vio en su reloj de mano.- Las 3:45 pm.-Hubo un incómodo momento.
-Es muy temprano aún, pero ya no puedo conciliar el sueño, no después de mi pesadilla.- Toqué mi cabeza en signo de molestia por la luz que percibía en la habitación.
-Ponte esto.- Lucius me aventó mi abrigo negro, lo tomé inmediatamente y cubrí mis ojos.
-Será mejor ir a buscar empleo.- Sugirió Adalla.- Aún es temprano.- Se levantó y fue directamente hacia a la puerta.
-Voy con ustedes.- Había dicho a la par de que me paraba.
Alguien tomó mi mano.- ¿Está loca? Aún es temprano.- Adalla me había detenido. Soltó mi mano y se levantó.- Será mejor que se quede, no sé... Desempaque las cosas, o disfrute de la tecnología que hay en el departamento, pero no puede salir, se debilitará.- Volteó a ver a Lucius.- ¿Verdad?-
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La verdadera muerte.
VampirosUna mujer llamada Ib (Ibi) de apellido desconocido despierta sin conocimiento de ella misma, no conoce su pasado y no sabe donde está. Se percata que no hay luz y se encuentra en un lugar encerrado, escucha varias voces y el sonido de estar quitando...