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Se levantó temprano como siempre, cuando sus menores aún dormían, para preparar el desayuno.

Se movía ágilmente en la cocina, lugar en donde de sentía realmente cómodo y amaba estar. En realidad, amaba alimentar a los demás miembros, porque éstos no dudaban en darle cumplidos mientras saboreaban ferozmente sus preparaciones.

Terminó la preparación y decidió lavar algunos utensilios que había utilizado, mientras esperaba que los chicos se levanten.

No quería molestarlos, habían llegado muy tarde ayer debido a que se quedaron ensayando, bueno, al menos en el caso de Hoseok, Jimin y Jungkook, en cambio Suga y Namjoon estaban trabajando en producir nuevas canciones. Por otro lado estaba Taehyung, quién había encontrado un nuevo pasatiempo que lo mantenía bastante ocupado: el gimnasio.

Acomodaba los utensilios a medida que los lavaba, haciendo todo de forma lenta y tranquila.

Cuando la última cuchara fue colocada en el escurridor, sintió unos brazos rodeando su cintura. Sonrió al sentir el aroma del joven alfa.

- Kookie. - Presionó su mano contra la suave mejilla del menor, dándole pequeñas caricias que sabía que el menor disfrutaba.

Jungkook suspiró feliz, su alfa amaba los mimos del omega, podía verlo mover su cola feliz, pero a la vez buscando más contacto.

Apoyó su mentón en los anchos hombros, cepillando su barbilla contra el suéter rosa pálido.

- ¿Por qué te levantaste? ¿No estás cansado? - Preguntó algo preocupado observando los ojitos cerrados y el cabello despeinado del menor.

Negó sin despegarse.

Jin podía sentir que algo extraño le pasaba, estaba demasiado callado.

- Kookie... - Su voz salió suave y sedosa, haciendo al alfa ronronear. - Ya dime.

Jungkook soltó un suspiro antes de alejarse un poco. Se recostó contra la mesa, quedando frente al omega. Acaricio sus cabellos negros desaliñados, volviendo a suspirar.

- Solo me siento algo cansado. - Si, de fingir.

- Entonces deberías volver a la cama y dormir un poco más. - Había una suave sonrisa en sus labios color fresa.

- No creo que pueda. - Admitió. No estaba cansado físicamente, ni tampoco era algo mental. Era su corazón el que se sentía cada vez más flojo, pero al mismo tiempo lo sentía palpitar con fuerza cuando veía al hermoso omega que era su amigo.

- ¿Quieres que te ayude? - Se ofreció, acercándose lentamente.

El alfa bajó su mirada entre avergonzado y tímido.

Jin se paró frente al menor. Sonrió mientras con ambas manos intentaba arreglar los rebeldes cabellos del pequeño alfa.

Esperó pacientemente.

- Si... - Susurró luego de algunos minutos. - ¿Puedes sentarte en mis piernas?

Jin asintió.

Jeon se sentó en la silla, esperando impaciente a que el omega se sacara su delantal para sentirlo sobre sus piernas.

El rubio se movía tranquilo, colgando su bonito delantal con el dibujo de una alpaca mamá junto a su bebé alpaca. Antes bromeaba diciéndole al alfa que eran ellos, pero Jungkook siempre terminaba gruñendo enojado, por lo que dejó de hacerlo.

Se acercó al menor tranquilamente, sin notar la oscura mirada del alfa centrada en el movimiento de sus anchas caderas.

Llegó frente a él, dándose vuelta y sentándose en las fornidas piernas.

Sintió los fuertes brazos apretarse contra su cintura con posesividad - aunque él no notaba aquella acción -. Se recostó en el musculoso pecho, cubierto por una fina remera de mangas cortas color oliva.

Jungkook aspiró el suave aroma a caramelo, deleitándose con su dulzura. Posicionó su nariz en la fuente de aroma, acariciando el suave cuello con su nariz.

El mayor ladeó su cuello, dejándole todo el espacio que el alfa necesitase. Cerró los ojos, descansando sobre el fuerte cuerpo.

Era algo normal para él que sus amigos actuaran mimosos, y solían pedirle este tipo de cosas, lo entendía, él era un omega y como tal podía usar sus feromonas para calmar y hacer sentir mejor a los alfas cuando estaban desanimados o agotados.

Era el único omega al que los chicos podían acercarse, ya que debido a los rumores que podrían surgir tenían prohibido estar cerca de cualquier omega.

Eso privaba a sus compañeros alfas de muchas cosas.

Los mayores sabían disimular mejor, parecía no importarles no tener un omega - aunque Jin sabía que no era así -. Pero en cambio los más pequeños solían deprimirse de vez en cuando, Jin comprendía que se debía a la falta de un omega que los acompañara, al menos en sus dolorosos celos.

Pero la empresa lo había prohibido completamente. Para evitar cualquier problema como embarazos, mordidas, o híbridos molestos, preferían mantener a los miembros concentrados únicamente en la música.

Jin, por su parte, no tenía inconvenientes con eso. Para su buena suerte había tenido una excelente crianza. Sus padres, a diferencia de los demás, no lo privaban ni limitaban por el hecho de ser omega, muy por el contrario le brindaba absoluta libertad.

Es por eso que pudo unirse a una banda - cosa que pocos omegas varones lograban - y se sentía muy orgulloso por eso.

La empresa había considerado muchas veces dejarle tener un alfa, ya que creían que por su condición de omega - y uno maduro - podría necesitarlo. Pero Jin siempre se negaba, diciendo que estaba bien así, su omega nunca le había exigido nada.

Pero, a pesar de que no sentía deseos carnales - solo en sus celos, ya que no podía evitarlo -, comprendía a la perfección a Jungkook. Era el menor, se había presentado como alfa hace no demasiado tiempo - Jin podía recordar que habían pasado solo unos pocos meses de aquel extraño suceso -. Por suerte, Jeon había resultado ser un alfa fuerte y sano, y era claro que sus deseos sexuales estaban despertando.

Se sentía un poco mal por su amigo, le esperaba bastante 'sufrimiento' debido a su obligada abstinencia.

Estaba considerando hablar con la empresa para que les dejaran a los chicos conseguir un omega, porque de lo contrario pronto acabarían perdiendo la cordura. Y eso ocasionaría aún más problemas.

Estaba seguro que sus compañeros estarían de acuerdo. Podía sentir su necesidad por un omega que complacer y que los complazca.

Necesitaban un omega, y no sería algo difícil para ellos conseguirlo. Tenían todas las cualidades de un alfa y más. Eran fuertes, inteligentes, sanos, su instinto protector estaba muy desarrollado - lo habían demostrado muchas veces con él -, además eran talentosos, y el hecho de ser idols también los favorecía.

Jin sonrió contento. Había tomado una decisión, sobre algo que hace tiempo rondaba por su mente. Esa misma mañana después de desayurar iría a la empresa y les plantearía una solución a un problema que aún no había surgido, pero que pronto podría suceder.

Sabía que sus amigos alfas necesitaban un omega.

Jin estaba en lo cierto, pero los chicos no necesitaba un omega, lo necesitaban a él.

❝ ᴡᴇ ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ, ʜʏᴜɴɢ ❞ [JinxBTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora