2 || Run Boy Run

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Años atrás

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Años atrás

Narrador Omnisciente

Grace, la madre de los niños, colocó el vinilo de ALPINISMO. "Durante condiciones climáticas extremas, un alpinista debe poseer el conocimiento para determinar cuándo es inevitable iniciar la evacuación." Grace tocó delicadamente la campanilla para que todos los miembros de la Academia Umbrella se acercaran a la mesa. "Para comenzar un descenso alpino controlado, hay que armarse de valor y fijar la cuerda de escalar sobre nuestra enemiga: la montaña. El rapel Dülfersitz es el método preferido para el descenso cuando la cuerda es la única herramienta disponible. Pero debe considerarse como el último recurso." Cuando Reginald se colocó en la cabecera de la mesa, dio la orden para que todos sus hijos se sentaran. — Sentados.

Luther y Alison se dedicaban pequeñas miradas de amor, lo que los ponía nerviosos entre ellos. Diego tallaba la silla con su cuchillo. Klaus envolvía algo en un papel debajo de la mesa para no ser visto. Ben, quien estaba a su lado, leía un libro. Cinco miraba a su padre con molestia y Vanya solo lo observaba a él.

La comida fue interrumpida cuando Cinco clavó un cuchillo en la mesa para llamar la atención de todos. — Número Cinco, — habló Reginald.

— Tengo una pregunta.

— El conocimiento es una meta admirable, pero sabes que está prohibido hablar durante las comidas. Estás interrumpiendo a Herr Carlson, — dijo Reginald.

Cinco empujó su comida. — Quiero viajar en el tiempo.

— No, — respondió Reginald.

— Pero estoy listo, — se colocó de pie. — Practiqué los saltos espaciales, como me dijiste, — se teletransportó a su lado. — Ves.

— Un salto espacial es insignificante comparado con las incógnitas del viaje en el tiempo. Uno es como deslizarse por el hielo, el otro es como descender a ciegas a las profundidades del agua helada y reaparecer como una bellota.

— Pues, no lo entiendo, — dijo Cinco.

— Y es por eso que no estás listo. — Cinco dirigió su mirada a Vanya, quien le negaba con la cabeza.

— No me da miedo, — dijo.

— No es la cuestión. Los efectos que tendría en tu cuerpo y en tu mente son impredecibles. Escucha, te prohíbo que vuelvas a hablar de esto, — habló con fastidio. — ¡Número Cinco! No te autorice a irte.

Cinco salió corriendo de la academia para emprender su viaje por las décadas ya vividas. En su primer salto visualizó colores hermosos y vibrantes. En su segundo salto, todo el clima era de invierno. Pero al dar su tercer salto, se encontró con todo quemado. Este mismo se devolvió con rapidez a la academia y al verla destrozada solo pudo gritar, — Vanya... Ben... papá... ¿Hay alguien...? — Gritaba con desesperación, y fue cuando escuchó una voz.

Amour || Cinco HargreevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora