Roselyn

1. La chica nueva

— ¡Buenos días Arthur!— Saludaron un grupo de chicas hacia el castaño. Él devolvió el saludo con timidez, sin embargo, con solo elevar su mano había provocado una gran emoción en aquellas compañeras.

— ¡Arthur, por favor... ¡Acepta mi carta!!— Pidió una chica con timidez bajando su mirada. Se trataba de una de las alumnas más serias e inteligentes del salón.

Eso lo impresionó.

No sabía que llegaría a gustarle a una de ese rango. Pues desde su perspectiva no se creía de gran importancia.

— Sí... Claro. Gracias.— Respondió tomando la carta haciendo que se sonrojara. Una vez que la tomó entre sus manos, ella salió corriendo sin importar el murmullo y la crítica hacia su persona.

Ese era su mundo.

Todos los días llegaban diferentes tipos de declaraciones por parte de sus compañeras. Algunas dónde pedían amistad, una cita, aceptar una comida o incluso cartas dónde confesaban todos los sentimientos que tenían por él.

Pero Arthur no era de esas personas que creía en que podías amar a una persona sin conocerla. Por eso no entendía en que aquellas chicas que creían "conocerlo" terminaran siendo atraídas por él. Quizás solo era su físico, pero tampoco se consideraba un modelo a ser resaltado entre todos los demás chicos.

— ¿Una nueva confesión?— Cuestionó su mejor amiga, una chica pelirroja de ojos cafés. Wendy.

— Sí, dice que le gusta mi manera de ser y que quiere ser mi amiga.— Leyó la carta con atención para después guardarla en su mochila.— No entiendo cómo pueden sentir algo por mi cuando no me conocen. ¿Es posible enamorarse así?

— Bueno Arthur... Cuando te toque enamorarte quizás entenderás el porqué de los sentimientos sin explicación.— Argumentó mientras palmaba su hombro.— Debemos irnos a clases, aún estamos a mitad del ciclo.

— Sí. Vamos...— Pronunció un poco ido al ver una melena rubia a varios metros de ellos.

¿Sería la misma rubia de esta mañana?

Y como si el destino estuviera dispuesto a entrelazarlos, ella volteó rápidamente para mirarlo a él.

Nuevamente sus miradas se cruzaron y una sonrisa apareció en ella.

¿Quién era esa alumna y por qué sentía que le sonreía a él?

— ¡Vamos, Hayden!— Pronunció Wendy tomando su brazo para llevarlo por otro pasillo.

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— No puedo creer que realmente estemos aquí Roselyn.— Negó su mejor amiga mientras observaba que aquel chico de ojos verdes desaparecía siendo arrastrado por otra mujer.— Ya te dije que él es feliz, ¿No es suficiente?

— Sabes que no Celine.— Habló Roselyn disfrutando de la corta conexión de miradas.— Además, no te obligué a venir conmigo a esta nueva escuela.

— Deberías preocuparte por tu vida Rose, él se preocupa por la suya y apuesto que no tiene tiempo para hacer una amistad contigo.— Informó.— En poco tiempo sabemos que se hizo mucho más popular de lo que fue una vez, no tienes el campo despejado y dudo por mucho que llegue a fijarse en ti. ¿Ya viste a la chica que tiene al lado?

— Lo mencionas como si tuviera competencia conmigo.— Respondió algo ofendida ante aquel comentario.— Sé que Arthur no se fija en el físico, el ve más allá de lo que un cuerpo puede dar. Lo bueno es que escuché de su club de fans que él está soltero y hasta la fecha no se le ha escuchado ninguna novia.