8. Plan

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— ¿Qué no se supone que odias las fiestas?— Cuestionó Celine mientras se adentraban al departamento de Arthur.

La escuela había terminado y ahora se encontraban tres días antes del año nuevo. Roselyn había esperado cada minuto de su vida para poder reencontrarse con Arthur.

A pesar de vivir en un pueblo un poco pequeño, no existió coincidencia de cruzar caminos con él. Después de todo, ella tenía más cosas qué hacer. Como idealizar cada paso de su plan para su reencuentro.

Aunque no todo fue como lo planeado. Aún recordó la visita de George, el primo de Arthur, hacia ella. Roselyn no se daría vuelta atrás después de las advertencias de él. Ya se había decidido un día antes sobre continuar con sus planes sin importar qué.

Y esta noche era la perfecta para comenzar a actuar.

— Las odio y sigo pensando que son una gran perdida para mí.— Respondió Roselyn hacia su mejor amiga.

— Roselyn...— Habló Celine preocupada ante la terquedad de su amiga.— Sabes que no es lo correcto. ¿Estás segura de continuar con todo esto?

— Celine... Ya habíamos hablado de este tema.— Respondió divertida ahora colocando una mano sobre su hombro.— Amo a Arthur y estoy dispuesta a hacerlo caer ante mí. Él va a terminar amándome...

— ¿Y qué si Arthur no te ama...

— Lo hará.— Roselyn colocó una mirada seria en frente de ella.— Sé que lo hará. Va a terminar amándome como lo amo a él.

— Amar también es dejar ir.— Le recordó lo más calmada.— Hay muchos hombres en el mundo, y casualmente se te ocurre enamorarte de él. Además Roselyn, parece enamorado de su mejor amiga. Y quizás ya tiene el destino con ella.

— El destino lo creamos nosotros. Nosotros somos los responsables de las acciones que tomamos.— Respondió seca mientras se giraba a verla nuevamente.— ¿Vas a apoyarme o no?

Había durado semanas planeando cada paso de su plan y teniendo su apoyo como para que de repente quisiera mandar todo al diablo.

Celine la observó con detenimiento. Roselyn cuando se proponía algo era imposible que alguien la hiciera cambiar de opinión y más con la mentalidad cerrada que tenía.

La verdad no quería verla sufrir.

Sabía que su amiga llevaba muchos años enamorada del castaño a tal grado que investigó todos sus datos cuando sus caminos tomaron direcciones contrarias. No supo cómo llegó a dar con él en tan poco tiempo.

Estaba tomando un camino muy peligroso, ella sólo quería lo mejor para Rose. Pero, ¿Cómo llevarle la contraria cuando se proponía a algo?

Era tan terca.

Y el pago para Arthur como para ella seguía siendo demasiado alto.

— Sabes que como tu amiga, no deseo que sufras.— Respondió ya relajada.— Sabes tú misma que el amor no es así, él quizás no...

— Lo hará. Me encargaré de que se enamore de mi...— Mencionó nuevamente sin una gota de inseguridad.

A diferencia de la Roselyn pasada, la del presente era mucho más insistente y más directa. Cuando tenía un objetivo nunca se distraía. Y este presente no sería lo contrario respecto a esa característica.

— Está bien, trataré de separar a la chica que tiene de mejor amiga para que tengas campo con el.— Aceptó mientras recibía un gran abrazo de parte de Roselyn. 

Sonrió.

Si Roselyn era feliz, ella estaba bien.

Haría lo que fuera para ayudarla en lo que sea.

RoselynDonde viven las historias. Descúbrelo ahora