"𝙈𝙮 𝙍𝘦𝘢𝘭𝘪𝘵𝘺" © [1]

【𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙄𝙄: 𝟷𝟶𝟶 𝓑𝓪𝓭 𝓓𝓪𝔂𝓼】

"𝑵𝒐 𝒔𝒐𝒏 𝒍𝒂𝒔 𝒄𝒊𝒓𝒄𝒖𝒏𝒔𝒕𝒂𝒏𝒄𝒊𝒂𝒔 𝒍𝒂𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒆 𝒅𝒂𝒏 𝒇𝒐𝒓𝒎𝒂, 𝒔𝒊𝒏𝒐 𝒕𝒖 𝒎𝒂𝒏𝒆𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝒓𝒆𝒂𝒄𝒄𝒊𝒐𝒏𝒂𝒓 𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒆𝒍𝒍𝒂𝒔."
—𝗔𝗻𝗻𝗲 𝗢𝗿𝘁𝗹𝘂𝗻𝗱.

Desde mi coronación muchas personas empezaron en admirarme y verme cómo una divinidad. Todo gracias a mi determinación, la tasa de popularidad aumentó demasiado en los lémures como otros animales quienes vivían cerca de mi reino con el paso de los meses.

Se hizo muy conocido mi nombre por toda la región llamando mucho la atención de curiosos extranjeros y enemigos quienes me consideraban una bestia al desechar a los fossa del reino. A veces no sabía si reír o ofenderme.

Por otro lado, mi tío no volvió sino después de cuatro meses, la razón es porque quería su corona y reino de vuelta, por una simple razón.

Era porque raramente los fossa atacaban después de lo ocurrido, ese viejo me manipuló, por un momento él creyó que yo iba a ceder a cada uno de sus intentos para quitarme lo que por derecho es mío, pero siempre fué un estúpido al no planificar bien sus ataques. Escuché sus amenazas vacías y tuve que actuar con mucha cautela por que no sabía que ocurría después. Tuve que utilizar mi vieja alternativa.

Tenía que hacerme el idiota.

Me quiso arrebatar el puesto durante el primer año de mi reinado; fueron 8 veces los intentos de quitarme la corona, una de esas veces fué sumamente desagradable en aprovechar las olimpiadas y de paso poner un pañal de metal en mi trasero.

En el fondo nunca le guardé rencor, pensé que él estaría orgulloso de mí al manejar exitosamente al pueblo y también defenderlos de los enemigos, pero él realmente quería tomar su dictadura otra vez. Se fué con mi ex-prometida Crimson quién era hermana de Clover.

En resumidas cuentas, ella y yo teníamos una relación al punto de casarnos a los siete días de conocernos porque me llevaba muy bien con ella y también teníamos química, pero eso jamás fue amor, sólo unas emociones pasajeras. Aparte de ella, sufrí algunas traiciones amorosas pero con quién llevé una relación estable fué con Karl.

Y realmente no lo juzgo ya que el quería ser mi amigo y yo lo evitaba, pero ahora sí se nota que ha cambiado. El aún cree en que soy un mal sujeto, la parte buena es que me ayuda algunas veces ya que para el; el es el único quien acabará conmigo. También que tuvimos una especie de amor-odio hacia el otro.

Volviendo con mi tío, ya no lo volví a ver después que se escapó con ese lémur de montaña que ya se me olvidó su nombre.