El odio de Frank y el amor de Gerard (Frerard)

Capítulo 4

Narra Gerard

Estaba ansioso por saber qué era lo que Frank le había dicho a Ray sobre mi propuesta, sabía que la noche anterior se había reunido con él, así que a primera hora le llamé, las ansias no me dejaron siquiera conciliar el sueño.

- Hola Ray

- Gerard ¿Ya viste qué hora es?

- Sí Ray, pero quiero que me cuentes cómo te fue ayer con Frank

- Más tarde paso a tu casa y te cuento, ahora déjame dormir -y colgó. Vaya, tendría que esperar para saber qué le había dicho Frank a Ray.

A eso del mediodía Ray pasó por mi departamento.

- Y qué tal fue todo Ray

- Cálmate Gerard, no comas ansias, primero ofréceme algo de desayunar -tuve que preparar algunos hotcakes y café para mi amigo

- Muy ricos los hotcakes Gerard. Pues verás, estuvimos platicando un rato, se sorprendió de tu idea de reunir a la banda, bueno, le dije que era "nuestra" para evitar que se molestara

- Y qué dijo, está de acuerdo con el reencuentro

- Me dijo que lo pensaría

- Y cómo está él

- Igual de enano que siempre

- Ash Ray

- Pues lo vi tranquilo, dice que le va bien, ya sabes, haciendo música. Obvio no le agradó mucho la idea de verte

Sabía que Frank no querría verme, después de todo yo rompí a la banda sin avisarle y rompí con él, me fui sin decir nada, sin darle la cara, y durante los últimos meses de nuestra relación me comporté como un idiota, siempre a la defensiva, siempre ignorando lo que él sentía. No hemos vuelto a hablar desde entonces.

Mi único consuelo en estos años han sido sus canciones, a veces pienso que son para mí, yo escribí algunas para él en mi disco solista, espero que las haya escuchado, que se haya dado cuenta que lo extraño, que me arrepiento de cómo lo traté y lo tonto que fui al tratar de distanciarlo de mí sólo por lo que decían los demás, por lo que hablaban en los medios.

***

Esa misma tarde quedé con Mikey, necesitaba hablar con él sobre el reencuentro, sabía que mi hermano estaría más que feliz con aquella noticia, pero no quise decírselo por teléfono, prefería que nos viéramos para ver la expresión en su rostro.

Mikey llegó a mi apartamento, con su cabello rubio, delgado, llevaba unas gafas oscuras, una chaqueta de piel, unos vaqueros negros.

- Hola hermanito -me abrazó-

- Hola Mikey, pasa

- Y a qué se debe tanto misterio, cuál es la urgencia -saqué dos cervezas del refrigerador, le ofrecí una y nos sentamos en el sofá.

- Pues verás Mikey, he pensado que es momento de volver a reunir a la banda -él se atragantó con su cerveza-

- ¿Hablas en serio o sólo estás jugando?

- No, es en serio Mikey -me dio un fuerte abrazo-

- Wow, es increíble que hayas reconsiderado, siempre te dije que fue un error separarnos

- Sí, lo sé Mikey

- Y ¿a qué se debe ese cambio de opinión tantos años después?

- Pues he pensado mucho en volver a la música, además los fans nos extrañan

- Mmm ¿y qué dicen los chicos, Ray, Frank?

- Ray está de acuerdo, Frank dice que lo pensará

- ¡En serio hablaste con Frank!

- No, le pedí a Ray que lo hiciera

- Ya se me hacía raro, no creo que el enano quiera volver a verte, después de lo que le hiciste, te portaste como un patán con él

- Ya sé Mikey

- Nunca fuiste a pedirle disculpas y él estaba muy enamorado, me acuerdo que ustedes dos se la pasaban cog...

- Ya Mikey, basta -dije poniéndome rojo como tomate

- Oh bueno, pues es la verdad hermanito, yo no sé por qué lo dejaste, tú también te veías muy enamorado, la verdad te portaste como un zoquete con él

- Sí, lo sé Mikey, pero ya no puedo hacer nada ahora

- Claro que puedes, búscalo, pídele disculpas y dile que quieres que toquemos juntos de nuevo

- Pero me odia Mikey

- Pues bien merecido te lo tienes, pero tienes que intentarlo

Mikey tenía razón, me tenía bien merecido todo el desprecio de Frank, pero aún así tenía tantas ganas de verlo, de pedirle perdón, de que las cosas volvieran a ser como antes.