Capítulo 18

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Pasaron nuestros días de descanso y retomamos la gira, en todo ese tiempo no había visto a Frank, pues él simplemente me ignoró y la verdad es que yo no tuve el valor para buscarlo.

Cuando nos volvimos a ver en el aeropuerto para ir hacia nuestro siguiente destino, él ni siquiera me volteó a ver, actuó como si yo no existiera, parecía que quería vengarse de mí, pues se comportaba tal como yo lo había hecho durante nuestros últimos meses de relación. Ahora sabía cómo debió sentirse en aquel tiempo, sí que me porté como una mierda con él.

Lo que ahora me preguntaba era cómo le había hecho Frank para sobrellevar todo aquello, porque yo no hallaba forma de hacerlo, lo único que se me ocurrió para olvidarme de la forma tan cruel en que me trataba, ni siquiera dirigiéndome una mirada, fue refugiarme de nuevo en el alcohol.

Los primeros conciertos traté de soportar la situación, pero me era tan difícil, sentía que no rendía al máximo sobre el escenario, pues sólo estaba pensando en Frank, por lo que después de varios días se me ocurrió beber y beber hasta olvidarme de todo y reírme como un idiota, y sí, así salí al escenario, como en los viejos tiempos.

Me desinhibí tanto que ni siquiera me importó voltear a ver a Frank, incluso volví a hacer de las mías y me acerqué a él, besándolo en los labios. Se veía algo molesto, sin embargo no hizo nada al respecto. A lo largo del concierto hice mil estupideces para llamar su atención, incluso gemí en su oído. Ya no me importaba nada y los fans estaban felices, pues sólo escuchaba gritos eufóricos cada vez que me acercaba a Frank.

Narra Frank

Después de aquella noche con Gerard no lo volví a buscar, honestamente no sabía que decirle, no sabía cómo lidiar con él, estaba seguro que lo amaba y me odiaba por eso, además desconocía si él sentía lo mismo y, ante su desinterés por buscarme, hice lo mismo que él y lo ignoré, fingiendo que nada había pasado entre nosotros.

Cuando nos volvimos a ver ni siquiera tuve el valor de sostenerle la mirada, una parte de mí se sentía avergonzada por haberlo dejado aquel día solo en casa de Ray. Los chicos afortunadamente no me habían mencionado nada al respecto, aunque seguramente se habían enterado de lo que había pasado entre nosotros.

Los primeros conciertos pasaron sin novedad, Gerard no me miraba, no me hablaba y yo hacía exactamente lo mismo, estaba bien así. Sin embargo, luego de unos días se le ocurrió beber y beber hasta terminar como un idiota, por lo que durante el concierto estuvo haciendo un montón de estupideces para llamar mi atención. La cereza del pastel fue cuando se acercó y me besó. Odiaba que Gerard fuera así, en el escenario siempre atrevido, acercándose a mí, tocándome, besándome, pero fuera de él el maldito ni siquiera se dignaba a dirigirme la palabra. Así que después de aquel concierto me decidí a enfrentarlo. Afortunadamente cuando llegué al camerino sólo estaba él, así que cerré la puerta. Él volteó, me miró, y antes de que pudiera decir nada él comenzó a hablar.

- Frankie ¿vas a volver a cogerme? -no me esperaba eso, hizo que se me subiera el color a las mejillas

- Gerard, estás ebrio

- Tú también estabas ebrio ese día -sí, él quería que habláramos de ese maldito día-

- Gerard, yo... lo lamento

- ¿Qué lamentas? ¿Haberte ido o haberme cogido?

- Gerard, no es eso...

- Sí, ya sé, te doy asco, porque ahora estoy horrendo

- Gerard, qué dices

- La verdad, por eso no me buscaste, porque ya no te gusto, sólo lo hiciste porque estabas ebrio -miraba sus ojos verdes, comenzaban a enrojecerse, estaba a punto de llorar, pero se resistía a hacerlo. Sé que no quería mostrarse vulnerable ante mí

- No, no fue por eso

- ¿Entonces por qué? -preguntó con rabia y dolor, dejando que sus lágrimas ganaran la batalla y comenzaran a rodar por sus mejillas. Ahora me sentía como un idiota. No quería comportarme como él lo había hecho conmigo y justamente eso fue lo que hice, ignorarlo sin darle explicación.

- Perdóname Gee

Me acerqué a él y lo abracé, él ocultó su rostro en mi pecho, podía escuchar sus sollozos y sentía como mi ropa se mojaba con sus lágrimas, estaba ebrio y eso había provocado que expusiera todo lo que sentía ante mí. No me gustaba verlo así, por más daño que me hubiera hecho en el pasado y lo peor de todo es que estaba así por mi culpa, porque ahora fui yo quien lo lastimó, pues aquella noche lo ilusioné, para después simplemente ignorarlo. Tal vez se lo merecía, por cómo me había tratado en el pasado, pero no soportaba verlo así.   

El odio de Frank y el amor de Gerard (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora