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Sonó mi despertador y ya era la hora de ir a la universidad.

Me puse la mochila y salí un poco más corriendo con la mirada de ogro de mí madre.

Hoy iba a ser una mañana muy larga pero aún así no podía faltar.

Llegué a la universidad en bicicleta y pasé por la cafetería para comprar el desayuno que no pude comer en casa.

A primera hora tocaba una materia que no me gustaba mucho para ser realista... Metodología cuantitativa.

Si , una de las peores a Camille tampoco le gustaba para nada.

Llegué a mi clase y me senté para tomar mi café mientras esperábamos al profesor que la mayor parte del tiempo llegaba tarde.

Me senté cómo siempre junto a la ventana , aún lado se encontraba Tomás y frente a mi Camille.

No les di mucho corte porque no paravan de hablar sobre que harían luego de la uni

Yo la verdad es que no tenía muchos planes pero lo más posible es que me quedará en la biblioteca estudiando para la prueba de mañana.

Tenía una prueba de debates contemporáneos. En esa justo me iba de maravilla así que no tendría que quedarme mucho tiempo.

Aunque para ser sincera me sentía muy en paz en la biblioteca de mi universidad porque casi nunca había nadie y cómo saben no me gusta mucho la gente.

Ya con mi vaso a medio tomar entró el profesor Lorenzo a dar su clase.

— Siento haber llegado tarde de nuevo... Trataré de llegar pronto la próxima — dice tomando un rotulador para anotar cosas en la pizzara.

Pasó efectivamente media hora desde que el profesor llegó a dar su clase.

Cinco minutos antes de que acabará por completo su hora pasaba la lista para ver quién había venido y quién no.

Yo era la número 25 y en total éramos 31 alumnos.

Pasó mi nombre y el siguiente era un tal Simón Bird , al principio no me dió nada ese nombre pero al recordar la noche anterior supe a quién se refería.

Mire para atrás cuando escuché su voz gruesa decir presente.

Ahí se encontraba el , con el pelo un poco despeinado y un camperón grande.

Cuando lo miré fijamente con la ceja enarcada sus ojos se encontraron con los míos , su azul fuerte en los ojos y su media sonrisa me hicieron poner nerviosa y mirar nuevamente al frente.

La campana sonó y era la que indicaba que la hora con el profesor Lorenzo ya había acabado.

Tomé mi mochila y me dirigí hacia la adscripción para preguntar en qué salón nos tocaba está vez, pero antes de llegar a ella alguien me tomo por los brazos.

Di media vuelta y ví sus ojos azules.

El que me tomaba por el brazo era Simón. Le eché una mirada de pocos amigos y luego me solté bruscamente de su agarré.

— ¿ Qué es lo que quieres Simón? ya te eh dicho que no voy a ayudarte.

— Nunca me has dicho que no , es una emergencia así que si lo harás.... Pero tranquila no vine a decirte eso en este momento , quería decirte que no han venido los demás profesores — me hecho una mirada de pies a cabeza

Maldito descarado

— Pues genial — digo sin más para adentrarme a la biblioteca.

No iba a preguntar si era verdad eso de los profesores porque a lo lejos se podían ver todos mis compañeros con sus respectivas mochilas.

Di unos pasos para ir a la biblioteca que quedaba en el pasillo de al lado y me pare en seco cuando ví que Simón me seguía.

Este chico no se cansaba de estorbarme o que le pasaba.

— Disculpa pero... Puedes dejar de seguirme es bastante incómodo y podría denunciarte por eso — puse una mano en mi cadera mirándolo mal

— No podrías denunciarme porque estoy en la universidad y no eres la única que va a la biblioteca — sonrió con triunfo

Maldito , no tenía argumento porque tenía razón.

— ¿ Que es lo que quieres Simón ? ¿ Por qué sigues aquí? — pregunté curiosa

— Iré a la biblioteca a estudiar un poco para mañana... Dice poniéndose delante de mí para ir primero que yo

No dije nada más y fui de tras de él para sentarme en la biblioteca y estudiar... Sí era que este chico me lo permitía

Ya dentro de la biblioteca me senté en un banco con mesa y saqué mis cuadernos. Junto a mi en otro banco estaba Simón hechandome miradas de vez en cuando.

Estuve más o menos una hora estudiando y la verdad es que ya estaba súper cansada.

Comencé a guardar todo lo que tenía encima de la mesa y antes de poder levantar mi trasero del banco Simón se sentó junto a mí con la sonrisa más falsa que había visto en mi vida.

Además de pesado era falso , genial

— Emmm... ¿ Puedo ayudarte en algo? — susurré un poco molesta

— Sabés que es lo que quiero Blue , ayúdame por favor— dijo un poco fuerte por lo que una chica que se encontraba a unas mesas de nosotros nos chisto para que hagamos silencio.

— No me llames Blue , tengo un nombre y no me gusta ese apodo. Digo sin más

— Está bien  pero ¿ Me ayudarás? — hizo un puchero

— Si te ayudaré ¿ Que es lo que quieres? —

— Te lo diré , es un tema delicado... Podríamos ir a un lugar un poco más apartado — Asentí.  Tomó su mochila y me guío tomándome del brazo.

No me gustaba el contacto humano pero por alguna extraña razón no me producía  rechazo su agarre.

Estaba a punto de ayudar a una persona que apenas conocía y que lo había conociendo en la escena más espeluznante.

¿ Saldría algo bien de todo eso ? Mi yo interior decía que no pero aún así ya había aceptado ayudarlo.

No podía decir que no.

Y ahora nos encontramos llendo a un lugar un poco más tranquilo para hablar de su petición.

Esperaba y no fuera nada raro
Por mi cabeza se pasaban muchos escenarios.

¿Me pediría que fuera su vientre voluntario?

¿Me pediría algún consejo de cómo enterrar un cuerpo?

No... No era nada de eso , era mucho peor....