Me acomodé en la cama, con la luz del sol entrando por una abertura de la cortina. El rayo de sol daba directo en mi ojo derecho.
Sentía como unos brazos me rodeaban posándose en mi espalda baja, mientras un olor riquísimo inundaba mi nariz.
Era el perfume de Simón, el olor a limpio que emergía de su pecho me dejó pensando un buen rato mientras lo miraba dormir. Sus ojos cerrados me producían una paz inmensa...
Traté de evadir los pensamientos que tenía en ese momento pero fue un poco difícil.Mi cabeza no paraba de dar vueltas en el mismo asunto, se sentía lindo despertar al lado de Simón. Ver como sus alas estaban caídas hacía un lado.
Su pecho estaba al descubierto, lo único que tenía puesto eran sus bóxer color azul oscuro.
Los abdominales se le marcaban cada vez más en sintonía con su respiración... Daban muchas ganas de probar su piel, de probar que tan suave era el contacto de piel con piel.
Estaba a punto de recorrer su pecho con mis dedos, cuando una voz interrumpió haciéndome sobresaltar y caer al piso.
— Lo siento mucho Amélie, está pronto él almuerzo, han dormido muchísimo — tosió pesadamente el señor Bonifacio junto a la cama.
— ¿ Quien osa despertarme de un sueño tan bonito? — la voz gruesa de Simón hizo que me acelerará.
Que carajos estaba pasando conmigo, «yo creó que todos sabemos lo que te pasa Amélie« dice mi voz interior.
— Fui yo, estamos esperando por ustedes para almorzar— Bonifacio lo miro y negó con la cabeza.
—¿ Vale la pena levantarme por esta comida, qué se supone que comeremos? — Simón se apoyó en sus codos frotandose los ojos.
— Carmen a preparado Carne asada con verduras al vapor,eso fue lo que me dijo ella — se encogió de hombros.
Simón antes de yo poder decir algo y pararme del suelo dió un salto de la cama, el cual hizo que cayera junto a mí, callo encima de mis piernas.
—¡ Oh Blue lo siento, de verdad ¿ Te eh hecho mucho daño? — abrió los ojos cómo platos.
— Sí solo te salieras de arriba de mis piernas, podría darme cuenta — y dicho esto salió de encima, pero lo más extraño es qué no me dolía ni un poquito.
— ¿Cómo estás? — dice ayudándome a poner de pie.
— Extrañamente me encuentro bien, pero gracias por ayudarme —
— No hay de qué pequeña —
— Y tenías que cagarla, eres de no creer Simón — negué con la cabeza y me dirigí fuera de la habitación con el señor Bonifacio junto a mí.
Cuando bajamos las escaleras ya estaban todos los platos servidos sobre la mesa. Cindy al verme bufo y se ganó una mirada de pocos amigos de parte de Kurt.
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Blue©[1]✔️ Próximamente En Librerías ✨
Fantasía¿ Que pensarías si todos los días te visitan las mismas mariposas azules? ¿ Creerías que estás loca? Pues Amélie lo ve muy normal , porque desde muy pequeño le pasa... Su vida fue de lo más normal hasta que una noche en la que sale con su mejor a...