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Me removi incómoda en mi cama luego de una noche pesada.
No quería imaginarme la tal noche que había pasado mi compañero Simón.

Abrí lentamente los ojos estirando mis brazos para desperezarme y me percaté que unos brazos me rodeaban por la cintura.

¿Que rayos?
Simón estaba junto a mí abrazándome.

— ¡Salté de aquí! — grité empujándolo.

En cuanto escuchó mi grito abrió los ojos cómo platos y callo desplomado a su cama nuevamente.

— Tampoco es para tanto. ¡Blue! Ya cálmate—

Le comencé a tirar las almohadas que estaban sobre la cama.

— ¡ Dime ahora mismo... ¿Que paso entre nosotros? No me acuerdo de nada —

Me removi incómoda abrazando mis piernas volviendo a poner mi capucha con orejas de conejito.

— Si , tuvimos una noche fantástica... No manches Blue, por dios solamente me puse ahí porque había una araña en mi cama —

— ¿No podías matarla? — lo fulmine con la mirada.

— No... Es que me dan pánico esos bichos del demonio — se removió incómodo

— Ahora ya se con que molestarte—

Lo miré con una sonrisa de oreja a oreja... Ya tenía un plan para molestarlo o conseguir que hiciera lo que quería.

Salí rápidamente de mi pasmo mental y fui al cuarto de baño lo más rápido que pude, para asearme y lavar mis dientes.

Luego de un rato en el lavamanos bajé las escaleras y me encontré con Carmen lavando la losa.

¿ Está mujer nunca descansaba?

— Buenos días señorita Wembley— dice secando sus manos.

— Buenos días Carmen, ¿cómo has dormido? —

— No eh dormido nada, nosotros no dormimos — sonrió

Que chistosa era esta mujer, nótese el sarcasmo. Antes de poder decir algo una voz al otro lado de la cocina nos interrumpió.

— Amélie, tengo ropa para tí en mi dormitorio, espero te guste — me miró Kurt.

— Claro en un momento subo — digo despidiendome con la mirada de ambos.

Subí con sacadas las escaleras pensando en cualquier otra cosa y de la nada choque con un cuerpo esbelto.

Una chica rubia con pelo por la cintura me dió una mirada de pies a cabeza, no parecía una chica muy amigable la verdad.

— Tú eres... — me miró con repudió

— Me llamo Amélie Wembley, un gusto — estire mi mano para saludarla

— No... No me gusta el contacto humano — rechazo mí intento de ser amable.

Por lo menos algo teníamos en común«pense«

— Okay... ¿Tú eres? — se me fue la sonrisa del rostro inconscientemente.

— Cindy, ese es mí nombre — volvió a echarme una mirada de pies a cabeza

En cuanto lo volviera a hacer iba a dar medía vuelta para irme a la habitación de Kurt.

— Tu debes de ser la nieta del señor Bonifacio y la hermana de Kurt —

— Sip, esa misma soy —

Nos miramos unos segundos a los ojos hasta qué un ruido nos libero de esa incómoda mirada.

Blue©[1]✔️ Próximamente En Librerías ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora