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Terminamos de comer todo lo que había sobre el mantel y así nos quedamos, hablando de cualquier bobada hasta que vimos cómo él sol se iba asomando por el horizonte

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Terminamos de comer todo lo que había sobre el mantel y así nos quedamos, hablando de cualquier bobada hasta que vimos cómo él sol se iba asomando por el horizonte.

— Mira, ya sé está ocultando él sol — me puse de pie bruscamente.

— Sí, es hermoso — sonrió para luego dar un respingo hasta quedar junto a mí.

—¿ Los colores son extraños no te parece? —

— Eso es lo que estaba mirando, jamás vi un atardecer de color azul marino y púrpura — frunció el ceño.

— Para ser sincera todo esté lugar es extraño— tomé su mano

—¿Y sí le preguntamos a alguien de aquí? —

—¿Que le preguntaremos? — lo miré de soslayo — Oye sabés porque es de ese color el atardecer — bufé.

— No exactamente... Podríamos preguntar cómo se llama esté pueblo o lo que sea que se llamé—

—Esta bien, tú preguntas, mira ahí viene un chico — señale al hombre de cabello grisáceo que se acercaba caminando lento hacia nostros.

Simón se acercó dudoso a él y lo único que hizo fué sonreír.

—Disculpe que lo moleste, ¿Sabes el nombre de éste pueblo? — Simón frunció el ceño.

—No me molestas, mi nombre es Luis y sí, sé cómo sé llama — sonrió mostrando su hermosa dentadura.

—¿Y cómo es? — lo incentivo a qué hablara.

— Se llama Babia — y dicho esto nos dejó solos en la playa.

— Babia, babia... Me suena mucho ese nombre pero no logró — lo interrumpí.

— A mí también, creo que eh escuchado hablar mucho sobre el — sonreí al recordar.

— Da igual, sentemonos para disfrutar esto tan hermoso — me guío nuevamente hasta el mantel.

Y así nos quedamos, mirando el atardecer cómo si fuera lo último que veríamos en nuestras vidas.

Era realmente hermoso ver el brillo en los ojos de Simón mientras que él atardecer daba directo en ellos.

Ahí sentí tanta paz, tantas cosas pasaron por mí mente en ese momento hasta que una voz me interrumpió.

— ¿ Cuál es tu canción favorita? — preguntó Simón.

—Una que se llama Flashlight de Jessie J — sonreí.

— Ponla, quiero escucharla— me miró ofreciéndome un parlante pequeño.

—¿ De dónde lo has sacado? — lo tome en mis manos.

—Se lo robe a Kurt, sólo no le digas nada — me chisto poniendo uno de sus dedos en los labios.

—Eres de no creer — negué con la cabeza.

— Tú sólo pon la música Blue — se recostó sobre el mantel.

Y sin más discusión puse mi canción favorita, la melodía me traía recuerdos extraños... Cuando estaba recostada sobre la cama llorando por mi padre está era la canción que más me subía él ánimo.

I got all I need when I got you and I
I look around me and see the sweet life
I'm stuck in the dark but you're my flashlight.

Comencé a tararear la canción mientras Simón me seguía agitando sus manos.

— Es realmente muy hermosa la letra — me miró serio.

— Sí, es hermosa — miré lo poquito que quedaba de sol.

—Tan hermosa cómo tú— sé acercó a mí con la mirada extraña.

— Y cómo tú— respire profundo.

Hubo un silencio extraño mientras que sonaba la canción... Y en ese momento, con las miradas súper intensas sé me ocurrío algo.

Corté todo contactó con él para tomar el parlante pequeño y retroceder la canción hasta la parte que más me hacía sentir especial.

I'm stuck in the dark but you're my flashlightYou're gettin' me, gettin' me through the night.

— Está es mí parte favorita... Y te la quería dedicar — sonreí al mirarlo.

—¿Enserio? — acortó la distancia que quedaba entre nostros.

—Si, me hace acordar a cómo me siento contigo—

Sé quedó unos segundos en silencio hasta qué por fin habló:

— ¿Me quieres? — preguntó frunciendo el ceño.

Y por primera vez no me sentí para nada extraña con su pregunta, porque realmente necesitaba sacarlo... Necesitaba qué por fin supiera lo que realmente significaba pará mí.

— Te quiero tanto cómo a mí propia piel — y sin esperar respuesta suya tomé su mano y lo guíe hasta qué nuestros pies tocaron la orilla de la playa.

Lo solté y pose ambas manos en su cuello para mirarlo y ver sus ojos los cuales me miraban con un brillo tierno... No podía creer lo qué le había dicho, de eso estaba segurísima.

— Te quiero— susurré nuevamente a unos pocos centímetros de sus labios.

Sonrió cómo jamás lo había hecho y me tomó por la cintura para luego hacer una enorme vuelta conmigo.

— Te quiero yo también, te quiero Blue y muchísimo — sonrió depositando un suave besó en mis labios.

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Blue©[1]✔️ Próximamente En Librerías ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora