Capitulo Diez

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Marco me acompañó hasta la parada y en ese corto trayecto no pense en nada mas. Su agradable conversación con la cual no paraba de reir me hizo olvidarme los altercados de hacía unos minutos, mis problems con Cristiano y todo lo demás que me rondaba por la cabeza.

-Bueno querida, nuestro agradable paseo termina aquí, ha sido un placer conocerte y me encantaría volver a quedar algun dia si te parece bien.

-Si, la verdad es que yo tambien lo he pasado muy bien y me encantarí volver a quedar, aquí tienes mi número.

Nos dimos dos besos y me quede donde estaba viendolo marchar. Se subió en una impresionante moto y, acelerando a tope se marchó no sin antes girar la cabeza para ver si continuaba tras de él. Le salude y me gire en busca de un taxi libre. Tras indicarle a uno la direccion de la casa de Débora subí y me acomodé en el sillón. Fue en ese momento cuando todo lo anterior me cayó sobre los hombros y, aprovechando la canción que sonaba "Down" de Jason Walker dejé caer unas lágrimas. Era consciente de que era una tontería, no me había pasado nada y no tenía que preocuparme pero, inevitablemente me puse a llorar, Cristiano me había dejado plantada, y no tenía una razón que achacarle. El conductor me tendió un pañuelo para que enjugara  mis lagrimas y me dijo que no me preocupara, que era muy joven como para dejar que algo me hiciera llorar, que todavía me quedaban muchos años de vida y que, en ese tiempo se solucionaría. Le agradecí su consejo tras pagarle y me baje del taxi frente a la casa de Débora.

-Si que has tardado ¿no?. Cualquiera diría que has venido desde la otra punta del país. Oye, tienes la cara roja, ¿te ha pasado algo?.

Le conté todo lo sucedido, el plantón de Cristiano, la persecución y el encuentro con Marco. Ella me escucho mascullando cosas no muy agradables sobre Cristiano.

-Vaya un gilipollas, no lo entiendo, ¿habeis tenido algun problema?.

-No, osea el otro día nos encontramos a Pamela y yo me piqué un poco pero no ha habido nada mas. Como ha estado malo no hemos hablado mucho osea que no se porqué...

-Pues luego cuando lo veas le pides explicaciones pero ahora no te compliques la cabeza pensando en ello, si viene perfecto y sino, noche de chicas sin parar de bailar.

Débora tenía razón, yo no tenía que complicarme la cabeza si el no lo había hecho. Alex y otra chico del grupo pasaron a por nosotras y nos llevaron a la discoteca. Había una enorme cola en la puerta de la discoteca pero nosotros, ya que eramos algo asi como los VIP de la ciudad pasamos nada mas llegar. La discoteca era muy bonita por dentro, era entera negra con detalles en dorado, espejos con brocados de oro, cortinas de tul blancas caían sobre la pista, las tarimas estaban repletas de bailarines, la pista llena y, la música a tope. Teníamos un palco reservado para todos nosotros y desde donde estabamos se veía toda la pista.

-Venga tía vente, vamos a bailar.

Débora me cogió de la mano a mi y a todas las chicas del grupo ya que ellos no bailaban hasta pasados varios cubatas y, nos fuimos a la pista. Sabía que estaba disgustada y por eso no me dejó ni un segundo para pensar en Cristiano. Cuando llegamos a la pista el Dj estaba tocando un remix de la canción "Adiós" de Ricky Martin. Aunque yo siempre había bailado ballet había tocado otros estilos como funky, moderno, bailes de salón pero de entre los que había bailado mi preferido eran los bailes latinos. Salsa, bachata... todos esos estilos me encantaban, me parecían muy sensuales y divertidos y la verdad, se me daban bastante bien. Como la canción tenia un trasfondo de salsa me puse a bailar con las chicas que habían venido a varias clases conmigo y, todo el mundo comenzó a apartarse para vernos bailar. Eramos un espectaculo digno de admirar, bailabamos coordinadas y  bastante bien para ser sinceros.

-Bueno bueno, parece que tenemos expertas en la pista. Señoritas me alegro de que les guste mi música- dijo cuando acabó la canción- A ver si podeis seguir la siguiente.

Siguió pinchando canciones toda la noche, cada una mejor que la anterior, y le gente se animó muchísimo y no paraba de bailar.        -Chicas, no puedo mas, voy a descansar un poco.

-No, espera por favor Lauren, baila esta conmigo que me encanta- me dijo Clara, una de las chicas del grupo.

Sonaba "The heart wants what it wants" de Selena Gomez y mientras bailabamos un chico se me pegó por la espalda. Me apartó el pelo de cuello y comenzó a recorerlo con sus dedos de arriba a abajo. Pensando que era Cristiano por la suavidad de sus dedos me acerqué aun mas a el cuando me susurró en el oido:- vaya, parece que nos volvemos a ver.

Era Marcos el chico de antes pero de repente alguien lo empujó.

-¿Que coño haces con mi chica gilipollas?

Cristiano había aparecido finalmente pero su llegada supondría problemas.

       

El último baileDonde viven las historias. Descúbrelo ahora