Los monstruos bajo mi cama

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Son eternas las noches en la que mi sueño no se concilia,

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Son eternas las noches en la que mi sueño no se concilia,

Hay temblores en mi mano, mi cuerpo se paraliza,

Ante la presencia de lo profano,

Que me observa desde la repisa.

Espera un movimiento que lo invite a degollarme,

Espera en el silencio, su figura no es humana.

Su sola silueta espanta,

Hasta a los monstruos bajo mi cama.

Da tres pasos sobre la madera,

Se muestra persistente.

Hay pezuñas en sus pies, 

Y un horrible hedor a muerte.

Finjo que aún duermo,

Esperando que no descubra,

Que escucho su respiración,

Acercándose a mi nuca.

Escucho sus gruñidos,

Cuando se acuesta a mi lado.

Temo voltear a ver,

Lo que duerme a mi costado.

Inmóvil me desconecto,

Hasta los rayos de la mañana.

Y al fin puedo mirar,

A con quién compartí la cama.

Tenía una sonrisa abierta,

Y me dio un beso de buenos días.

Mi esposo dijo elocuente:

¡Te veías hermosa mientras dormías!

  Este poema está inspirado en todas aquellas mujeres que son víctimas de agresión por parte sus parejas, en todas aquellas que viven con miedo, sin saber si aquella será la última noche de sus vidas

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  Este poema está inspirado en todas aquellas mujeres que son víctimas de agresión por parte sus parejas, en todas aquellas que viven con miedo, sin saber si aquella será la última noche de sus vidas.

  ¡Rompan el silencio!

Cartas A La Muerte (Poemario) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora