Es mi mente, está cambiando; Cambiándome.
Siempre he tendido a vivir en los extremos.
No puedo saciar mi perversión con vanidad.
Paso horas frente al espejo, repudiándome.
Soy la agonía lenta de un orgasmo placentero,
los segundos que dura el clímax antes de convertirse en asco.
Soy la culpa y lucidez, en tu mente parasitando;
Soy el arrepentimiento que luego vuelve a ser orgasmo.
He pasado mil noches odiando; Odiándome.
Mi mente se encuentra enferma y el morbo no tiene cura,
Me enciendo en fuego y lujuria,
Me apago en lágrimas, termino ahogándome.
Esta es la pasión de un esclavo del placer atormentado por su desenfreno,
La eterna tragedia de una mente putrefacta;
El drama de una depravación convertida en lumbre,
que vive dentro de una lámpara de queroseno.
En mis sueños he estado matando; Matándome.
Las jaurías demoniacas alimentan mi lascivia,
Mis pensamientos se convierten en un campo de batalla.
Mi carne pelea en mi contra y está derrotándome.
Y mi alma encarcelada llora amargamente mi inmundicia,
Convirtiendo mi desvelo ciertamente en todo un arte.
Al final todos buscamos nuestro momento de éxtasis.
Pero el envilecimiento del proceso siempre acaba en catarsis.
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Cartas A La Muerte (Poemario) ©
PoetryVersos góticos cargados de romanticismo oscuro y misticismo, en donde la muerte y lo esotérico se roban el protagonismo y la hipocresía junto a los más oscuros y profundos secretos del ser humano siempre quedan en evidenciada. Rankings: #1 en Eso...