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Aún sin comprender exactamente el porque Huening Kai estaba ahí, inicie una conversación en busca de respuestas. Pues era bien sabido que el padre de Huening Kai le prohibía a toda costa salir de su hogar, también era sabido que el omega cedía ante las reglas de su progenitor. Sabiendo esto, aún no encuentro una razón para estar aquí peor aún a estas horas.

– Huening Kai – dije estando lo suficientemente cerca pero respetando un espacio de aproximadamente un metro  – ¿Que te trae por aquí?.

Más no hubo respuesta de su parte, cosa que activo instintivamente las alertas de mi sistema. Analizando más al azabache percibí su cabellos aún desordenado, sus prendas poco ordenadas y sus manos temblorosas. Aquellas delgadas manos no paraban de moverse involuntariamente, se notaba más la tener un vaso con líquidos dentro, provocando que su contenido se meneara de un lado a otro sin salirse del vaso, mientras que la salsa por encima de las tortillas comenzaba a deslizarse quedando algunas tortillas sin salsa. Fuera del estado de la comida, era más preocupante el estado de Huening Kai, quién parecía estar sufriendo un ataque de pánico.

Sutilmente tome los alimentos reubicandolos en una banca hecha a base cemento que se encontraba a un lado del gran portón. Una vez que ambos pares de manos fueron desocupados, con pequeños empujones lo guíe, a una área de la ya mencionada banca. Con algo de dificultad Huening Kai pudo sentarse controlando así los temblores de su cuerpo.

– D-disculpa mi intención no era irrumpir en tu hogar… – soltó por fin luego de estar callados varios minutos.

– No te preocupes está bien – respondí empezando a darle pequeños círculos al dorso de su mano con mi dedo medio. Comparando sus delicadas manos con las mías se hacían evidentes las diferencias. Las de el eran delgadas y finas, suaves por lo que pude percibir, a diferencia de las mías, unas grandes manos delgadas pero con la piel áspera. – A decir verdad me sorprendió verte aquí.

– Es…es que pasó… – Y de nuevo volvieron a temblar su manos mineras que su labio inferior era mordido por sus incisivos. Cómo bastante timidez tome su manos con la cruzando nuestros dedos, con mucha ilusión me di cuenta que encajaban perfectamente, como las piezas de un rompecabezas.

El contacto no pareció disgustarle, ya que no retiro mi mano, pero si alzó la vista hacia mi, haciendo contacto visual. Encontrándome perdido en esos bellos ojos, vi las lágrimas que amenazaban con salir y su quijada moviéndose dando las primera  señales acerca de un llanto próximo.

Sin pensarlo mucho, lleve mi pulgar izquierdo a su ojo izquierdo y luego derecho borrando rastro de lágrimas. Con aún más cuidado solté su mano para abrazarle.

– Está bien, ya estás seguro, nadie te hará daño – dije mientras daba suaves palmadas en su espalda en un intento de consolarlo.

– Mi padre… in…intento golpearme Soobin…

Con solo escuchar esa sola frase los sentidos de protección desaparecieron siendo reemplazados por los de irá. Los hipidos de Huening Kai ya empezaban a ser más constantes y su llanto parecía no parar.

– Me siento…me siento inútil Soo… N-no me …pude…entre en… no hice nada – apenas logro decir entre el llanto.

Cosa que hizo incrementar mi enojo, ¿Cómo era posible que Huening Kai pensar así de el?.

– Escúchame muy bien Huening Kai – mencioné en un intento de sonar dulce sin embargo no lo logré y el enojo se sentía entre las palabras – Eres la personas más valiente que e conocido, eres muy pero muy inteligente, no eres un inútil, esa idea no va contigo, intentas cambiar las injusticia cometidas de parte de los alfas hacia los omegas, lo cual es admirable, si te preocupa en no poder hacerle frente a tu padre, déjame platicarte algo que seguro ya sabes.
«Por naturaleza los alfas son más fuertes que otros grupos, lamentablemente la naturaleza de un omega es ser sumiso ante ellos, y eso está mal, ustedes no son objetos de crianza y sexo, son más que eso, son personas también, por algo tenemos nuestra parte racional. Los omegas saben hacer más cosas que solo lavar, limpiar, criar, apuesto que si un omega fuera igual de criado que un alfa, demostrarían lo inteligentes que son. No te culpes por eso, eres asombroso, no eres débil o inútil»

El llanto de Huening Kai cesó, y al decir lo último no evito curvar sus labios. Esa hermosa sonrisa la cual podría admirar días, había terminado su llanto.

– Gracias Soo – formuló con su voz un poco ronca – también creo que eres increíble.

– Oh! No, no, no – me apresure a decir – Solo soy un individuo que SI utiliza su parte racional.

Huening Kai soltó una ruidosa risa, la cual no me molestaba para nada, aquel sonido ya era uno de mis favoritos.

El tiempo pasa rápido, por qué cuando me di cuenta ya era medio día. Charlando con Kai, comento que Lea vendría por el para volver a su hogar. Así que una idea cruzo por mi mente.

– ¿Te gustaría ir a explorar un poco? – con miedo a la repuesta le consulte.

– ¡Claro que sí! – expresó con mucha emoción.

Con una sonrisa adornando mi rostro le tome de la mano, sujetandolo para comenzar el paseo.

Lo lleve por las veredas de los campos, debido a las lluvias de las últimas semanas, había crecido hierba al igual que algunas flores. Huening Kai se veía como un tierno niño corriendo y gritando por todo el campo, disfrutando del aire fresco, jalo de mi mano para hacerme correr junto con el, e inevitablemente también comencé a gritar, las risas por cada frase ridícula dicha por mi llenaron de felicidad mi corazón entero. No recordaba cuando fue la última vez que disfrute así de correr. Kai se canso luego de haber dado casi tres vueltas al terreno, sin embargo no le tomo mas de cinco minutos reponerse y volver a insistir que lo llevará a conocer más. Fuimos a espiar en las haciendas, mientras veíamos cómicas las torpezas de los dueños. Vimos algunos caerse, otros dándose golpes, sin duda ridiculizar a los alfas fue divertido. También estuvimos en la plaza, le mostré todos y cada uno de los puestos, le presente a los vendedores. Por supuesto le presente a Arin, quién se emociono mucho al ver a Huening Kai.

Más tarde, volvimos frente al portón. Nos llevamos una sorpresa al ver a Lea esperándonos.

– Tal parece que ya me tengo que retirar – comento triste el azabache.

– No estés triste pequeño.

– ¿Pequeño? – cuestióno Kai.

– Es qué eres más pequeño que yo, tanto de edad y tamaño, no lo crees pequeño.

– ¿Cómo sabes que soy menor? – siguió cuestionando.

– Todos lo sabemos, falta poco para tu décimo octavo cumpleaños.

– S-si, pero ¿Pero cuantos años tienes tu entonces? – volvió a insistir con su seño fruncido.

– Y…yo estoy cerca de mi v…vigésimo cumpleaños… – proteste titubeante

– ¡Ajá!, Solo eres mayor que yo por dos años, no eres tan grande – replicó seguro.

– Pero dos años son dos años, sigo siendo mayor pequeño.

Con resignación Huening Kai volvió a reír, contagiando me también a mí aquella felicidad. Hasta que Lea fingió toser para llamar nuestra atención.

– Bueno, hasta luego Soobin – se despidió Kai, mientas con torpeza depositaba un beso en mi mejilla.

– A-adios… n-nos… nos vemos el d-domingo – respondí sintiendo mis mejillas arder.

– Hasta luego Soobin – menciono Lea con un poco burla.

– H-hasta lu…luego señorita Lea.

Ambos comenzaron a caminar, no obstante el *chiveo de Kai no paso desapercibido.

Un día inolvidable para mí,y seguramente para Huening Kai.

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Chiveo: acción de cohibiese o avergonzarse.

Awwwww!!! Me emocione por las 100 lecturas.Más de mil palabras wiii!!!. Gracias, gracias, gracias, es mucho para mí jsjsjsjs. Intenté escribir algo lindo, pero sin que perdiera el toque de la trama, prometo hacer capítulos más softs en un futuro.

Eʟ ᴄᴀʟʟᴇᴊᴏɴ ᴅᴇʟ ʙᴇsᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora