5. Una mala broma.

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Me despierto y veo a Jorge a mi lado, me quedo mirándolo, lo despierto mediante cosquillas por el cuello.

- Venga, despierta bobo.- Digo entre risas.

- Pf, ¿qué hora es?.- Dice medio adormilado.

- Las once.

Digo esto y aparece mi madre por la puerta.

- Hola Jorge, ¿qué has dormido aquí?.- Dice mirándolo un poco sorprendida.

- Sí, Yoli, esque ayer me peleé con mis padres, ya sabes lo mismo de siempre, y hablé demasiado, se me fue de las manos, te lo juro, y Megan antes de que durmiera en la calle, me dijo que durmiera aquí, espero que no te haya molestado...- Dijo algo nervioso.

- No te preocupes, está es tu casa.- Sonríe.- Anda bajad a desayunar, comer lo que queráis, yo me voy a meter ya en la cama, estoy reventada.

- Me acerco a mi madre y le beso la mejilla.- Descansa, te lo mereces.

Mi madre me sonríe y se va para su cuarto, y cierra su puerta. Miro a Jorge mientras me estiro.

- ¿Vamos?

Digo esto y Jorge por fin sale de la cama, me doy la vuelta, siento como me abraza por detrás. Como soy tan chiquitina, sus brazos se quedan a la altura del cuello, agarro sus manos y empiezo a andar, con él detrás. Llegamos costosamente a la cocina con risas de por medio y ya le suelto.

- ¿Prefieres cereales o pan?.- Lo miro.

- Cereales.- Se empieza a reír.- Me viene mejor para ir al baño.

- Le pego un golpe suave en el hombro y empiezo a reírme.- Gracias por arruinarme el desayuno.

Cojo dos tazones para echar los cereales, la leche del frigorífico y dos cucharas, lo pongo todo en la mesa, y ahora viene lo díficil, coger los cereales, que está en la estantería más alta, me estiro para cogerlo, pero Jorge ve que no puedo y me echa una mano.

- A ver, enana.- Dice eso cogiendo los cereales y los coloca en la mesa.

Me siento en la mesa y me echo un poco de cereales, otro poco de leche y empiezo a moverlo con la cuchara. Miro a Jorge como se echa medio paquete de cereales, junto con la leche.

- Yo no sé como no engordas.- Río.

- No lo sé ni yo... - Se echa a reír.

Empezamos a desayunar. Pasan veinte minutos y ya hemos términado de comer, recogido la cocina y estamos revoleados en el sofá, cuando me doy cuenta que al final no le hable a Cristian, me levanto y voy a por el móvil. Entro en mi habitación, busco por todos lados y dío la casualidad que miro por el escritorio, y allí estaba, enchufado y cargado. Lo cojo, desenchufo el cargador y bajo, me siento de nuevo junto a Jorge y le hablo.

WhatsApp:
Yo: Hola cosa fea
Cristian: ¿Quién eres?
Yo: Pues Megan..(?)
Cristian: ¿Y quién es Megan?
Yo: Pues con la que hablabas..
Cristian: Ahora mismo no caígo..
Yo: Pues bueno, tranquilo que ya no te molestaré más. Adiós.

Le bloqueo y me salgo del whats, un poco molesta, bloqueo el móvil. Jorge me mira extrañado.

- ¿Pasa algo?.- Me mira serio.

- No, tranquilo.- Digo enojada.

- Venga, dímelo..

- Me acerco a él y le abrazo- Nada que soy un poco gilipollas..

Distancia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora