Miro a Cristian sin desviar la mirada. Me acerco a él, le miro el labio.
- ¿Qué ha pasado?.- Le miro atenta.
- Les hemos metido una paliza de la ostia.- Dice riendose.
- ¿ Y ese labio?
- No es nada, si no que el Pedro ese, tiene buen gancho, lo que pasa que yo soy mejor.- Dice sonriendo.
- Se empiezan a reír todos y se me queda mirando Pedro el amigo de Cris.- Oye rubia, ¿dondé estaba eso del hotel y eso?
- Le miro atenta- Pues mira, sal de esta urbanización y todo para la derecha, se llama "La costa", iros para allá, y preguntar por Vicky, que os he mandado yo, ya ella os atiende, os deja todo más barrato, y os dice las mejores fiestas -sonrío.
- Venga, vale.- Me contesta sonriendo.
- Os dejamos aquí ya.- Dice Gonza.
- Venga, yo después os hablo.- Dice Cristian.
- Venga hermano.- Le choca la mano uno de sus amigos, que yo no era ni capaz de saber de todos eran.
Veo como se van, y nosotros vamos andando despacio saliendo de la urbanización. Y empezamos a hablar Cristian y yo.
- ¿Bueno y que era eso, que me querías decir antes?.- Me mira.
- Pues qué... -lo miro tímida.- Qué.. Me gustas.
-Se sonroja y me mira.- ¿Por qué nunca me lo has dicho?
- Por miedo.- Le contesto.- Pensaba que tu solo me veías como una amiga y bueno...
- Se acerca hacía a mi.- Boba eres -Se ríe.
- Tu boba ¿no?.- Río al ver su sonrisa.
- Pues claro.- Me abraza.
Yo siguiéndole el abrazo, miro hacia arriba. Él me mira sonriendo. Veo unos ojos azules cielo, mezclado con poco de amarillo por el centro. Esa mirada me impacto, y me hizo estremecerme y tuve claro que era la mirada que quería ver el resto de mi vida...
- ¿Qué pasa? Te gustan mis ojos ¿no?.- Se ríe.
- Nada, que me gustan tus ojos y todo tú.- Digo dulce y le doy un beso cerca de los labios.
- Ya que me lo has dado cerca, dámelo bien ¿no?.- Dice chistozo.
- Río.- Te queda día para eso ¿eh? No soy fácil.- Me separo de él y camino rápido dejándolo atrás.
- Empieza a correr detrás mía y me coje por la cintura.- De mi no te escapas- Ríe.
- Oye, suelta, que no soy tuya.- Río.
- Me suelta dejándome caer de culo.- Pos hay te quedas.- Dice molesto y se va a un pequeño bosque que había a las afueras de la urbanización.
-Me levanto y voy tras él.- ¡Espera! -Grito-
Empiezo a correr, pero no lo veo. "Creo que me he perdido, este camino no me suena, no sé dónde mierda estoy" pienso. Voy dando vueltas, a ver si lo veo. Escucho pasos detrás mía, empiezo a correr por el miedo, ya que no veo a nadie más. Me paro en seco pérdida más de lo que estaba y noto como alguien me tapa los ojos. Me muerde flojo la oreja. Eso me produce un escalofrío y un pequeño susto, me pego a quién tengo detrás por instinto.
- Me has dejado con las ganas de hacerte mía.- Dice susurrándome al oído.
Río, me doy la vuelta, paso mis brazos por su nuca, rodeando su cuello, quedándonos a pocos centímetros. Miro hacía arriba y escucho como se mueven las hojas, por el suave viento que corre, veo como deja pasar un poco de luz. Luego miro de nuevo a Cristian. Puedo escuchar su respiracion suave y cálmada, que me trasmite relax y confían. Le beso dulcemente la mejilla y sonrío.
- Me vas a sacar los colores.- Sonrío.
- Esque una chica como tú, se merece lo mejor ¿no crees?.- Me mira.
- Lo mejor eres tú.- Le miro.
- Me muerde flojo la mejilla- Pf te como bebé.- Sonríe suspirando.
- Ais que me devoran.- Río mucho y lo abrazo fuerte.- No sabes las ganas que tenía de estar así contigo.
- Por eso he venido.- Sonríe.- ¿Qué te crees que he venido a pegarle a ese? Que va.. Bueno en verdad sí un poco, porque a ti nadie te tocará siempre que yo esté a tu lado.
Escuchando atenta cada palabra que dice, me despistó y es que joder, todo parecía un sueño. Era todo lo que yo quería desde hace años, y nunca lo he encontrado. Ha sido aparecer él, y cambiarme todos mis esquemas, principios y creencias.
- Me sonrojo- Eres un bobo muy bobo -sonrío como una tonta.
Se sienta en el suelo, apoyado en un árbol, me coje por la cintura, me obliga a centarme entre sus dos piernas. Saco el paquete de tabaco mentolado, y cojo uno, me lo enciendo, doy una calada.
- ¿Fumas?.- Me mira Cristian.
- Sí, solo tabaco.
- Yo ya he dejado los porros.- Me mira.
- Me alegro mucho.- Sonrío y echo el humo.
-Me coje el cigarro y le da una calada- Lo hice en parte por ti...-echa el humo.
- ¿Por mí?.- Me sorprendo.
- Si, no te gustaba, pues, me quite.- Sonríe dulce.
-Le quito el cigarro y doy una calada- Ais te como ya.. -río echando el humo.
- Tardas creo.- Dice alzando las cejas
- Sí, pero esque lo bueno se hace de esperar.- guiño el ojo.
-Me abraza por la cintura.- Pues claro que sí.- Ríe.
- Me echo para atras apoyándome en su pecho.- Gracias por tanto.
- De nada mi niña, para eso estamos ¿no?.- Lo dijo de una forma tan suave, que parecía sacado de una novela de televisión.
-Me giro y lo miro.- Ais -Tiro el cigarro y lo abrazo fuerte.
Se me queda mirando fijamente, y se me va acercando a los labios. Yo sin saber que hacer, pasé mis brazos por su nuca, quedándonos frente por frente uno del otro. El corazón parece que se me va a salir, de los nervios. Por el silencio que había en ese pequeño bosque, puedo escuchar como laté su corazón. Me quedó mirándolo a los ojos.
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Distancia.
RomansMegan una adolescente de 18 años, un poco extrovertida, su vida es normal, donde sus amigas, juegan un papel muy importante, pero algo va a cambiar, algo que va a dar un giro de 360º grados en su vida, ella se engañaba a sí misma creyendo que iba a...