13. Todo pasa por algo.

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Yo asustada por ver esa situación, me quedo mirándolos sin saber como reaccionar, al primero que me acerco fue a Jorge.

- ¿Qué coño ha pasado?.- Digo alterada.

- Pregúntaselo a tu querido.- Dice cabreado y mareado.

Jorge en ese momento fue junto a mis amigos y Cristian junto a los suyos, yo de inmediato, sin mediar palabras empiezo a gritar acercándome a Cristian.

- ¿¡O sea, os dejo solos y la formas!?.- Digo gritando.

- ¡Eh!.- Dice alterado también.- Te relajas, yo no tengo nada que ver con lo que le ha pasado, si no sabe fumar porros no es mi culpa.

- ¿Perdona? ¿Le has dado porros a mi mejor amigo?.- Digo mirándolo sorprendida.- Te dije que yo no quería nada de eso en mi vida, ¡te lo dije!

- Se empieza a reír.- Nena, estábamos hablando y él, me cogió el porro, yo no lo obligué.

- No creo que Cristian haya obligado a nadie a fumar.- Dice Gonzalo a su defensa.

En ese momento se acerca Jorge y Miguel.

- Megan, este personaje no me gusta para ti, te mereces a alguien mejor, no quiero verte relacionada con un porreta. ¿Dónde acabará esto?- Dice entonces Jorge.

- No lo sé.- Contesto dudosa mirando a Cristian.- Tal vez sea un error, tal vez esto ha llegado muy lejos.

- Pues dímelo, porque yo he sido el único gilipollas que ha hecho todo este viaje, que ha convencido a sus amigos a venir a este pueblo de mala muerte para verte.- Dice como con miedo.- Dímelo, y me iré.

- No quiero que te vayas.- Digo estresada.- Necesito aire para pensar o por lo menos, para decir algo lógico.

En ese momento decido irme de toda esta conversación y me voy fuera del pub. Conmigo sale también Sara y Kike. Los miro, pero no puedo evitar quitar la mirada y respirar hondo para tranquilizarme.

- No le hagas caso a Jorge.- Dice Sara seria.

- El error ha sido de él Megan, no te tortures.- Me consuela Kike.

- Pero... Es que no sé por qué hace esto.- Lanzo una pregunta retórica sin esperar respuesta.

- Fácil.- Contesta Sara.- ¿Desde cuándo no tienes novio?.- Me pregunta.

- Desde hace años, siempre los he evitado, sabes como soy...

- Pues hay tienes la respuesta. Jorge tiene miedo a que te separes de él.-hace una pausa y respira hondo.- porque cuando terminaste con Álvaro, Jorge fue tu apoyo y tu pañuelo de lágrimas, o sea, siempre ha sido un pilar muy importante en tu vida, pero hay fue cuando vuestra relación rara de mejores amigos se unificó más. Yo creo que lo que le pasa, es que no te quiere con nadie, porque todos los ve como un peligro para vuestra amistad. Suena egoísta, no sabes cuánto, pero yo creo que todo esto lo hace por tu bien y también por miedo.

- Pero yo quiero aprender por mi misma, equivocarme, y aprender de mis propios errores ¿sabes? No quiero que nadie me corte las alas.

- Jorge es así, también te ve como su hermana pequeña, como algo que tiene que proteger.- Dice a su defensa Kike.- Pero no le des más vueltas, cualquiera no viene aquí para verte y encima pegarle a alguien sabiendo que se puede ganar una gran denuncia. Todos no son como nosotros.- Dice al final un poco riéndose para quitar hierro al asunto.

- Lo sé, pero todo esto ya me satura.- Me enciendo un cigarro mentolado. Al dar la primera calada noto como poco a poco mientras sale el humo de mi boca, el estrés desaparece.

- Habla primero con Cristian y los amigos, y luego intenta hablar con Jorge, y disfruta el tiempo que esté aquí Cristian, porque luego no sabes que pasará, ¿o me equivocó?.- Dice Sara intentando ayudarme.

- Tenéis razón.- Susurro y sigo fumando.- Ahora cuando termine iré a hablar con ellos.

Se despiden mis dos amigos y me dejan sola en la puerta del pub fumando. Mientras fumo, voy pensando en qué decirle a cada uno. La parte que más me va a costar es la de Jorge, porque se como acabará todo, pero sé que Cris no se merece esto. Joder, ha hecho un puto viaje con sus amigos, por mi. Solamente para verme y conocerme. ¿Qué clase de persona sería yo si el primer día de estar con él monto una pelea? ¿Qué pensará de mi ahora mismo? ¿Pensará que ha valido la pena venir? Espero que sí, porque no sé que pasaría si ahora decide irse y desaparecer de mi vida así porque sí. Después de tener este monólogo conmigo misma y aclarar algunas cosas, decido tirar la colilla al suelo y echar valor. Entro de nuevo al pub y veo a Cristian y a los amigos en la barra hablando y tal.

- Lo siento chicos.- Digo disculpándome.- No tuve por qué ponerme así, y menos con vosotros y sobretodo con Cristian ya que habéis venido aquí para verme y hacer posible que conozca a Cristian. Soy alguien con mucho carácter y cuando algo me satura y me agobia, raciono como me sale del alma sin poder evitar mis impulsos.

- No pasa nada.- Dice Gonzalo.- Te comprendemos.

- Cristian, ¿puedo hablar contigo fuera?.- Le digo mirándolo.

- Claro, vamos.- Dice sin mediar más palabra y sale.

Sigo a Cristian por la multitud hasta que por fin salgo de nuevo dejando atrás el ruido de la música reggetonera cuando cierro la puerta.

- Lo siento, en serio.- Susurro.

- Ya...- Dice un poco triste.

- ¿Qué te pasa?

- Megan, ¿tu en serio quieres estar conmigo?

-Cuando me pregunta eso mi corazón me da un vuelco.- No lo sé.

- Necesito saberlo, yo no soy de perder mi tiempo.

- Cristian, te has planteado, ¿qué pasará cuando te vayas?.- Digo decidida.- Ahora porque estamos juntos, es decir, estamos cara a cara, pero cuando te vayas estaremos de nuevo a través de una puta pantalla ¿lo sabes? Y yo no sé si estoy capacitada para algo tan sumamente serio y sobretodo para una relación tan difícil. Soy joven, quiero vivir, quiero conocer mundo...

- Me corta mi discurso y dice.- ¿Y no te has planteado vivir eso conmigo? Megan sé de sobra que es difícil, que todavía somos jóvenes, que no saben de la vida ni una mierda, qué lo mucho que conozco es el parque de mi pueblo.- Se ríe.- Pero quiero estar contigo, quiero cuidarte, tenerte y no perderte. Porque desde que te tengo en mi vida, por muy poco tiempo que ha pasado, eres tú. No quiero tener a nadie más a mi lado.

- Tengo miedo.- Susurro.- Miedo a que me ilusiones y te vayas. Miedo a que me utilices, y luego, luego no quedé nada, solo recuerdos rotos. Miedo a que te aburras de mi, miedo a que no me sepas aguantar mi carácter, miedo a echarte de menos, miedo a depender de ti para ser feliz, miedo... miedo a enamorarme, joder.

De repente Cristian se acerca a mí y me coge suave de las mejillas y me acerca a su boca. Me besa como nunca antes lo ha hecho nadie, funde sus labios con los míos con un delicadeza, que creo que es un sueño. Luego pasa una mano a mi pelo, y me atrae más a él. Yo, por instinto paso mis manos por su cuello rodeándolo, y haciéndolo mío, y solamente mío. Más tarde, baja despacio la mano de la mejilla por mi cuerpo hasta mi cadera, recorriendo cada una de mis curvas. Esto, en mí, provoca un gran escalofrío, no sé porque, pero esas manos ya me eran familiares. Me encontraba en una situación, de esos instantes, que le venderías tu alma al mismo diablo si él te dijera que pudiera parar el tiempo. Son de esas situaciones, momentos o instantes que darías todo para que durase toda la vida.


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⏰ Última actualización: Jan 21, 2017 ⏰

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