Estaba andando por los pasillos de la universidad hacia el patio con mis amigas, Amy no paraba de hablar de ser mensajeras y se quejaba de que el director no nos dejará ser mensajeras.
- Es que debemos ser mensajeras, no se porque el director no nos quiere dar el cargo. Somos las más inteligentes de la clase.
- Ya el director no le ha dado el cargo a nadie. - le contesté.
- ¿Qué tal si vamos al despacho del director y vemos que podemos hacer para que nos dé el cargo? - dijo Ilargi.
Espera ¡¿QUÉ?!
- ¡Si! Es una idea genial, seguramente tendrá un papel en su despacho que ponga los requisitos necesarios para ser mensajera. - acepto para mi horror Amy.
- Ains no, no soy negativa pero hay muchas cosas que podrían salir mal, además todo el mundo es muy raro, hablan raro, todos van juntos a los mismos sitios. Y ayer busqué esta universidad y no aparecía en el mapa. - dije.
- ¡Lily deja tus inseguridades a un lado y vamos, que el recreo se va a terminar! - contestó Ilargi.
Yo no quería ir pero no les dije nada porque no quería perderlas de amigas.
Las tres nos dirigimos al primer piso, donde estaba el despacho del director. La puerta del despacho estaba abierta.
- ¡Qué bien la puerta está abierta! - dijo Ilargi en bajo.
Las tres entramos al despacho, ya no había vuelta atrás.
Removimos los papeles, y yo mientras removía los documentos (que estaban escritos con letra de ordenador) vi en un documento un número de teléfono escrito en boli en una esquina de la hoja.
De repente, las tres escuchamos el sonido de unos pasos en el pasillo, eran los pasos del director que se dirigían a su despacho.
Amy, Ilargi y yo entramos en pánico, yo me escondí debajo de la única mesa que había, que como tenía un tapete delante, desde la puerta no se me veía.
Antes de que Amy y Ilargi se escondieron, el director entró.
- ¡¿Qué estáis haciendo aquí?! ¡FUERA DE MI DESPACHO AHORA! - dijo el director.
- Solo estábamos esperando para decirte una pregunta - dijo Ilargi tímidamente
- Pues ahora estoy ocupado, así que ¡¡FUERA!!
Como el director solo había visto a Amy y a Ilargi, ellas se fueron, pero yo me quedé allí, porque sentía que algo no estaba bien allí.
El director se acercó a la mesa donde yo estaba escondida y empezó a remover los papeles diciendo:
- Donde esta, donde esta....
Mientras seguía removiendo los papeles, un papel se cayó del escritorio y se cayó al suelo delante de mí.
Cuando el director decidió que lo que buscaba no estaba en su despacho, salió y cogí el papel que se había caído al suelo. Tenía una frase escrita en boli.
Cuando leí la frase me quedé helada.
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Una extraña casualidad
Teen FictionLilian, Amy e Ilargi son tres chicas que el destino ha juntado en una extraña universidad de Alemania. En ella se dan cuenta de que algo extraño está pasando con los compañeros y los profesores de la universidad. Una aventura, muchos misterios, una...