Una extraña casualidad

Amy

Ilargi y yo salimos rápidamente del despacho del director, cuando llegamos a la sala común de la universidad, Ilargi y yo nos quedamos hablando de donde estaría Lilian.

De repente, cuando Ilargi se iba a quitar la chamarra para colgarla en el perchero, se le cayó un papel del bolsillo, yo velozmente lo cogí y se lo enseñé a Ilargi.

- Ilargi, mira esto, ¿este papel lo has cogido del despacho del director?

- A si, no me acordaba.

- Haber que pone...Es un numero de teléfono...642 751 997

- No sé de quién será.

- Cuando encontremos a Lilian lo hablaremos con ella.

Después de estar esperando si venía Lilian, que no vino, nos dirigimos a la biblioteca del tercer piso y cogimos algunos libros para investigar más.

Después de estar más de una hora rebuscando Ilargi encontró un libro que era sobre universidades de Alemania.

- Amy mira, he encontrado un libro sobre las universidades de Alemania

- Bien, ¡Achus! Uff está lleno de polvo y creo que me da alergia. ¡Achus!

Mientras Ilargi revisaba las universidades de Alemania, vi a la bibliotecaria y al director entrar en una sala, por suerte la puerta estaba medio abierta y entonces me acerqué y puse mi oreja pegada a la puerta para oír la conversación.

- Matilda, querida, no he encontrado el papel en mi despacho, recuerdo que lo metí...

- Haber James Harriot, no creo que este muy lejos, acaso que alguien lo haya cogido. - dijo mirando a la puerta entreabierta, cerrándola de golpe con su largo brazo.

Yo asustada volví a donde estaba Ilargi y le conté todo.

- Entonces, el director no es Winston Jones, si no, James Harriot - dijo Ilargi mientras sacaba su móvil de su mochila y empezaba a buscar en el buscador de Google: James Harriot.

James Harriot, es un hombre que se dio por muerto en el año 2001, no se sabe por qué.

Era un científico que siempre mostraba cosas inusuales, como el lava cerebros. - termino de contar Ilargi.

- Wow, hay que encontrar a Lilian y empezar a decirle lo que hemos encontrado.

- Ha, por cierto, esta universidad, si sale en la lista solo que hace años que la cerraron, no se porque.

- Oh, hay que encontrar a Lilian ¡YA!

Subimos rápidamente al despacho del director, la puerta estaba cerrada, Ilargi se cogió la horquilla de su enredado pelo y empezó a intentar abrirla, pero el esfuerzo fue en vano.

De repente se abre la puerta y vemos a Lilian salir con una hoja. Antes de que Lilian pudiera empezar a hablar, las tres nos abrazamos fuertemente y nos dirigimos otra vez a la biblioteca para hablar de lo que habíamos encontrado cada una.