EL DESPERTAR DE KARA

68 8 6
                                    




Pov. Lena

Solo pude mirar, me había quedado en shock, no podía creer lo que Kara me acababa de contar. Nía, Maggie, Winn y unos compañeros entraron, y se llevaron Kara a un quirófano. Maggie y Nía se quedaron conmigo, y me examinaron, ya que yo no les podía contestar. Maggie aplaudió delante de mi cara, y entonces, pude concentrarme en lo único que me importaba en ese momento, Kara.

- ¿Dónde está Kara? – les dije.

- Por fin vuelves en ti. Kara está entrando en quirófano ahora mismo. – dijo Maggie.

- ¿Tienes alguna herida? – me dijo Nía.

- No. – contesté, acordándome de la bala que Kara había recibido en mi nombre y sus palabras antes de desmayarse.

- Tendrá que acompañarnos para tomarle declaración. – dijo un oficial.

- Lo haré cuando Kara salga del quirófano. – dije muy decidida.

- Okey, como usted prefiera. Pero que sea lo antes posible. – dijo antes de irse.

- Vamos a ver cómo van. – dijo Maggie tirando de nosotras.

En el quirófano:

- ¡Doctora, si no paramos la hemorragia no va a sobrevivir! – dijo el enfermero.

- Pásame más vendas y una aguja, para coserle el tejido afectado y conseguir detener la pérdida de sangre. – le contestó la doctora.

- Prepara dos bolsas de 0 positivo, para cuando acabemos. – le dijo la doctora al enfermero.

Mientras fuera:

Pov. Omnisciente

- Parece que ya casi están. – dijo Maggie viendo como terminaban de coser la herida.

- ¡¡Está estabilizada!! – gritó Lena, dejando escapar todo el aire retenido hace unos segundos.

Todas se abrazaron para celebrarlo, aunque sabían que esa noche era decisiva para Kara.

Pov. Lena

Después de asegurarme de que Kara estaba bien, me fui a declarar a la comisaria. Al salir, cené una pizza en Domino's y volví al Hospital.

- ¿No prefieres irte a casa, Lena? – me dijo Cat.

- No, me quedaré con Kara. – contesté.

- De acuerdo, pero quiero que sepas que lo que pasó no fue culpa tuya. Ya sabes cómo es Kara, no dejaría que nos pasase nada. Es nuestra heroína. – dijo Cat, haciéndome reír.

- Si, ella me salvó – dije comenzando a llorar.

- Ehhh, tranquila. Sabes que no le gustaría verte así. – dijo apartándome un poco para hablar.

- Lo sé, pero no puedo evitarlo. – contesté secándome las lágrimas.

- ¿Ya lo saben los Danvers? – preguntó Cat.

- Sí, pero no llegan hasta mañana. Así que me quedaré con Kara. – dije con esperanzas de que despertara.

- Bien. Sé que no te gustará oír esto, pero es obligatorio. Tienes un mes de fiesta, y tienes que ir al psicólogo para una evaluación psicológica.

- ¿Enserio? ¿No puede ser una semana sin trabajar y con evaluación psicológica? – dije quejándome, porque sabe que odio los psicólogos.

- Tú ganas, pero solo si tu evaluación sale normal. – dijo seria.

- Así será, adiós. – dije despidiéndome de ella.

En la habitación de Kara:

- Hola mi heroína. – dije entrando en la habitación.

- Sé que te pondrás bien muy pronto, porque eres muy fuerte. Cómo Supergirl. – dije sonriendo.

- Espero que despiertes, y seguir nuestra charla. No me dejaste terminar. – dije.

- Yo también te quiero Kara, desde que te vi en la entrada

- de la universidad, despidiéndote de tu familia.

Por la mañana:

Pov. Kara

Me despierto muy dolorida y un poco mareada, en una cama de hospital. I entonces lo recuerdo todo, Nononononono. No puede ser, se lo confesé a Lena. Bueno, al menos la salvé, o eso creo. Solo recuerdo tener un sueño raro, dónde Lena me corresponde, ¿pero eso es imposible no?

- ¡¡Kara!! – dijo abrazándome.

- Auch. – dije quejándome.

- Lo siento, es la emoción. – dijo apartándose rápidamente.

- ¿Lee, estás bien? – pregunté preocupada.

- Sí, pero eso debería preguntártelo yo, ¿no crees? – dijo sonriéndome y quitándome un peso de encima.

- Entonces te salvé, como Supergirl. – dije sonriendo y poniendo los brazos en la cintura.

- Si, jajaja. – me contagio su risa, y acabé arrepintiéndome ya que me vino dolor en las costillas.

- Pero enserio Kara, podrías haber muerto, fue muy temerario. – dijo regañándome.

Pero hice uno de mis pucheros "mágicos" cómo dice ella.

- No me mires así, uhhhh. Vale, gracias por salvarme aun arriesgando tu vida. – dijo rendida.

Una vez más, mis pucheros ganan, bieeen.

- No te regaño más, porque ya lo harán tus padres i Cat. – dijo riendo.

- Len, no seas mala, no te rías. No me puedes dejar sola con ellos. – dije volviendo a hacer pucheros.

- Esta vez no cuela, Danvers. – dijo seriamente.

- Noooo, por favor. – dije usando mi último recurso.

- Kar, ojos de cachorrito no. – dijo tapándose los ojos.

- ¡No vale que te tapes los ojos! – dije quejándome.

- ¡Lo tuyo tampoco vale! – dijo destapándose los ojos.

- Kara, tengo que decirte algo. – dijo poniéndose muy seria.

- Yo te... - dijo Lena, pero fue interrumpida por el sonido de la puerta abriéndose.

UN AMOR MÁS FUERTE QUE UNA BALADonde viven las historias. Descúbrelo ahora