LA RECUPERACIÓN

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Pov. Lena

-       Kara cariño – dijo Eliza, la madre de Kara apareciendo por la puerta.

-       Hola mamá. – dijo Kara abrazándola.

-       ¿Cómo estás? He venido lo antes posible. – le dijo Eliza, con cara de preocupada.

-       Estoy bien, mamá. Tranquila, Lena se ha quedado conmigo. – le contestó señalándome.

-       Hola, Lena. ¿Y tú cómo estás, querida? – dijo saludándome con un abrazo.

-       Bien, señora Danvers. – la saludé amablemente.

-       Por favor, llámame Eliza. – dijo sonriéndome gentilmente.

-       Las dejo solas, nos vemos luego Kara. – dije despidiéndome y cerrando la puerta.

Y sin más, me fui a mi departamento. Necesitaba urgentemente una ducha y dormir.

Después de 6 horas

Me acababa de despertar, eran las 16:00 y decidí hacerme una ensalada para llenar mi hambriento estómago. Cuando acabé, recogí todo y me puse a pensar en Kara. ¿No se acordará de nuestra última conversación? No lo mencionó cuando despertó, justo se lo iba a volver a contar cuando apareció su madre. Pero eso no puede volver a pasar, porque sino me correspondía esto iba a destrozar nuestra amistad.

No paraba de pensar en eso, pero de repente escuche que mi móvil vibró. Al mirarlo vi que era Kara:

Kara

Ya entiendo porque has sido tan piadosa riñéndome antes. :'(

Lena

Te lo dije, jajaja. ¿Cómo va?

Kara

Bien, me estoy poniendo al día de los cotilleos del hospital. Jajaja

Lena

¿Cómo cuál, por ejemplo?

Kara

¿Estás segura que quieres entrar en este terreno tan peligroso?

Lena

Sí, no le temo a nada. ¿O acaso olvidaste que soy una Luthor?

Después de 3 horas de mensajes:

Pov. Kara

Después de estar toda la tarde chateando con Lena, la estaba esperando en el hospital, ya, que me había prometido traerme Postickers.

-       Hola. – dije sonriéndole.

-       Hola, cuanto tiempo. – dijo riendo.

-       Sí, mucho, no podía esperar a verte. – le contesté.

-       ¿A mí o a los Postickers? – dijo divertida.

-       A los dos. – dije señalándole la silla de mi lado, para que se sentase.

-       ¿Cómo ha ido la regañina? – me preguntó mientras comíamos.

-       Bueno, cada una ha durado una media hora y no me han dejado moverme de la cama, así que no muy bien. – dije haciendo pucheros.

-       Jajajaaja, parece que has estado entretenida. – me contestó riéndose de mí.

Tres meses después:

Pov. Lena

Las cosas estaban un poco raras desde la confesión. No sabía si preguntarle, si recordaba algo de nuestra charla antes de que se desmayara. Me daba miedo que no lo recordase o tuviera que volver a decírselo y que me rechazara. Aunque otra parte de mí, me decía que ella lo recordaba todo y no sabía cómo sacar el tema. Pero por suerte pude cambiar el turno para no encontrarme con ella, porque efectivamente había vuelto al trabajo.

-       ¡¡Hola, Lena!! – dijo Kara efusivamente.

-       Hola Kara... creí que ibas de tarde. – dije sorprendida.

-       Y así era, pero Michel necesitaba que alguien le cambiara el turno. – respondió alegremente.

-       Que bien. – dije intentando sonreír.

Maldito Michel, ¿no había más personas a las que cambiar su horario?

-       Nos vemos, llego tarde. – dijo ella.

Y por fin pude suspirar.

Una semana después:

Esta semana ha sido muy pesada y larga, demasiados pacientes a los que atender. Pero lo bueno es que no he tenido que enfrentarme a Kara, ni a mis pensamientos. Y ya acabé las sesiones de terapia a las que nos obligó a ir Cat, aunque en las sesiones solo había silencio ya que no me gusta hablar con desconocidos y menos de mis sentimientos. Pero llegamos al pacto de que me daba el alta, a cambio de que hablase con alguien y así lo haré... algún día.

Pov. Kara

Llevo una semana intentando hablar con Lena de lo que pasó, el problema es que no nos encontramos casi nunca. Creo que me evita, además cada vez que la veo me quedo sin palabras y me entra el pánico, lo que hace que finalmente Lena se vaya porque la llaman por algún paciente o algo.

-      Kara, Lena me ha dado esto para ti, dice que tienes que hacer un remplazo de válvula cardíaca en el quirófano 3. – dijo Nia mientras me acompañaba corriendo al quirófano.

A esto me refiero, antes, aunque tuviera trabajo me avisaba ella, no mandaba a nadie. No obstante, siempre acabo pensando que es porque está muy ocupada

Unas semanas después

Las cosas siguen igual y peor, se fue a visitar a su hermano Lex, su esposa, Lana y sus hijos. Hacía mucho que no se veían, pero lo que me decepcionó fue que ella no me dijo nada.


PD: Perdón por no publicar en tanto tiempo pero no tenía inspiració. Mejor tarde que nunca

UN AMOR MÁS FUERTE QUE UNA BALADonde viven las historias. Descúbrelo ahora