VISITA FAMILIAR A LOS LUTHOR

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Pov. Lena

No sabía cómo reaccionar con Kara, en mi cabeza solo rondaban dos respuestas: le declaraba mis sentimientos o seguía con mi vida y me arrepentía cada día. Me estaba comiendo la cabeza hasta que apareció Cat.

- Lena.

- Señora Grant. – dije sorprendida.

- Dejémonos de formalidades y voy al grano. Después de lo ocurrido y ver no que no has cogido vacaciones en aproximadamente dos años. Solo veo dos opciones: la más rápida, que te cojas esta semana de vacaciones y nos vemos el martes que viene o la más lenta, que esté dos horas tramitando tu despido. Tú decides.

- La primera. – dije sorprendida de lo directa que fue.

- Muy bien querida, nos vemos el martes que viene. Y recuerda, si sigues en este hospital en menos de dos horas y no es por estar ingresada estás despedida. Adiós, disfruta de tus vacaciones. – dijo despidiéndose con una sonrisa.

Luego de su visita en menos de dos horas lo arreglé todo y le dejé un trasplante a Kara para que se entretuviera y no me pudiera interrogar. Hice la maleta para ir a casa de mi hermano y ver a mis sobrinas.

Por fin conseguí llegar a su casa, tardé tres horas en coche. Al llegar, sus hijas Sol y Lucía me recibieron con un gran abrazo, mientras Lex subía mis maletas a la habitación en la que me iba a quedar. Cuando estuvimos dentro, nos pusimos a comer.

- ¿Dónde está tía Kara? – preguntó Sol.

- Si, nunca falta cuando vienes a vernos. – apoyó Lucía a su hermana.

- Kara está trabajando, tenía que atender a muchos pacientes. – dije sonriéndoles mientras pensaba desde cuando la llaman tía Kara.

- Que bien que hallas venido Lena, tenemos una noticia que anunciarte. – dijo sonriendo, de hecho, todos lo hacían.

- ¿No me digas que está embarazada? – dije sorprendida.

- Sí, no sé cómo lo haces, pero si estoy embarazada. – dijo muy alegre.

Nos abrazamos, los felicité y hablamos del bebé durante la comida. Cuando acabamos la comida, Lex fregó los platos mientras las niñas jugaban y nosotras disfrutábamos de un té.

Cuando Lex acabó, me llevó a su despacho y sirvió dos copas de mi licor preferido.

- Ahora hermanita, cuéntame porque estás aquí en realidad. – dijo Lex sentándose en el sofá junto a mí.

Después de contarle todo, se rio:

- Es muy Cat lo que me acabas de contar, pero me disgusta que no nos dijeras nada de lo de la loca que atacó el hospital. Si lo hubieras hecho te habríamos apoyado y ya te hubieras quitado las dudas sobre Kara. – dijo con seriedad.

- Tienes razón, lo siento. – dije apenada por no haber llamado.

- No pasa nada hermanita. – dijo abrazándome.

- Así que ahora no sabes qué hacer con Kara, ¿cierto? – dijo sorprendiéndome, siempre me entendió a la perfección.

- Sí, nuestra amistad se ha vuelto incómoda y rara. – dije pensando en estas últimas semanas.

Después de dos horas de charla, estaba feliz de que mi hermano me hubiera animado a declararme a Kara cuando volviera.

Cuando salimos de su despacho, fuimos toda la familia a pasear y a algunos parques, donde jugué con mis sobrinas. Cuando. Llegamos me pidieron hacer pizza para cenar.

- Tía Lena, papá hizo la masa de la pizza esta mañana, ¿nos puedes ayudar a hacerlas? – dijeron las dos.

- Claro, pero primero nos tenemos que lavar las manos y cambiarnos. ¿Quién va a ser la primera en llegar a la cocina preparada? – dije feliz.

- ¡Yo! – gritaron al unísono y se fueron corriendo a su habitación sonriendo.

Cuando llegué a la cocina oí que se peleaban.

- Yo llegue primera. – dijo Sol.

- No, yo llegué primera. – le respondió Lucía.

- Llegaron las dos al mismo tiempo. – les dijo Lex, mientras Lara sonreía desde su lado.

- Se ve que han sacado la competitividad de los genes Luthor. – dije riendo asomándome en la cocina.

- Sí, son igual a nosotros de pequeños. – dijo Lex y nos echamos a reír.

Tardamos una hora y media, pero hicimos las pizzas y tuve que limpiar la cocina al final porque la llenamos de harina. Pero valió la pena porque estaban riquísimas y nos divertimos mucho.

- ¿Lena, donde están Lucía y Sol? – preguntó. Lex rascándose la cabeza.

- Estamos aquí papá. – dijeron las dos riendo.

- ¿Donde? Yo solo veo a dos fantasmas. – dijo haciendo que las buscaba.

- ¡¡Aquí!!- gritaron mientras se pasaban un trapo mojado por la cara.

- ¿Dónde estabais niñas? Os he estado buscando. – les dijo Lex mientras las abrazaba y les besaba la cabeza.

Después de cenar recogí la cocina, haciendo caso omiso a mi hermano que me decía que ya lo haría él.

Acosté a las niñas, luego de leerles tres cuentos y me fui a descansar.

La semana pasó rapidísimo, no me di cuenta de que ya era lunes. Mañana me declararía a Kara.

- Adiós tía, recuerda que nuestra fiesta de cumpleaños es en un mes y trae a tía Kara.

- De acuerdo, aún no me creo que hagáis 6 años.

- Adiós a todos. – les dije desde el coche, posteriormente de haberme despedido con abrazos y besos.

UN AMOR MÁS FUERTE QUE UNA BALADonde viven las historias. Descúbrelo ahora