Angeles verloren {Ángeles perdidos}

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Después de hacer sucumbir al primer ángel, se metió y busco a la pequeña ángel que había visto antes, a la que profanaría hasta volver ceniza porque la deseaba

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Después de hacer sucumbir al primer ángel, se metió y busco a la pequeña ángel que había visto antes, a la que profanaría hasta volver ceniza porque la deseaba. Vante en esos momentos se volvió a sentir el demonio puro y glorioso que siempre fue, por un instante olvidó que había una maldición lo estaba matando. Caminó siguiendo los pasos de la pequeña sin ser visto y pasó desapercibido, para él era fácil escurrirse sin ser visto porque aquellos ángeles no eran guerreros, solo guardias de almas. Ella entró al oratorio, estaba con una luz tenue, había cuadros alusivos y una hermosa imagen al centro del altar, Vante la observó por un instante, tenía el cuerpo perfecto y su ropa blanca impecable como ella. Vante la recorrió con la mirada, ella estaba en oración entonces fue que el demonio se acercó tapó su boca con la mano mientras ella trataba de soltarse.

El demonio comenzó a acariciarla lascivamente, metió la mano bajo el blanco vestido y acarició sus piernas mientras dejaba besos hambrientos en el cuello, Vante no podía controlar aquel deseo inmenso de poseerla y mientras hacía aquellas acciones sus alas se desataron y sus ojos se volvieron rojos. La volteo para poder besarla en la boca y que ella lo viera, al verla a los ojos el cambio y comenzó un suave toque aún sosteniéndola, deslizó su nariz por su cuello y dejó que la fragancia de ella entrará por su nariz, la chica temblaba indefensa pero no suplicaba, era un ángel valiente y eso le agradó aún más a Vante.

─No voy hacerte daño... al menos no más del que necesito... Pero te deseo, te deseo tanto... quiero que sientas la enfermedad en ti, necesito que la sientas, porque estas en una forma humana y la humanidad me enferma... De deseo, necesito que sientas la enfermedad en ti... ─hablo mientras su mano tocaba el pecho de la joven ángel, liberándolo.

Poco a poco empezó a deslizar la lengua por sus pechos saboreando y disfrutando, la chica poco a poco dejó que la humanidad de la que Vante le había hablado la controlará y dejó de poner resistencia. El demonio supo entonces que aquella alma ya era suya y quiso disfrutar de ella lentamente, metió sus dedos entre las piernas de ella y los deslizó por la zona más sensible, la joven empezó a jadear y Vante la beso en ese momento, quiso ahogar los gemidos con sus besos. La imagen para ella era de antología, era el demonio más bello que había visto y el más malo pues la había dominado y usado su atractivo ser para hacerla caer, ahora no había marcha atrás. Los dedos del demonio se abrieron paso entre los pliegues de ella rítmicamente mientras el devoraba su pecho lentamente y sin pudor alguno, en el centro del altar, ella estaba perdiéndose cada vez más, perdía la razón con cada estocada que la mano de Vante simulaba.

Cuando el demonio supo que ya estaba lista, liberó su erección y la colocó justo en su entrada, empezando a profanar lentamente, disfrutando de su estrechez y virginidad, siempre siendo suave y paciente, no dejó de besar he incluso limpió las lágrimas que habían empezado a correr, la joven solo sollozaba pero no imploro nunca. Así estuvo por completo dentro de ella, sintió su piel erizar de deseo, quería hacerla gritar pero sabía que ella no era así, espero un momento a que tomará costumbre he inició una lenta y rítmica danza. Poco a poco fue aumentando más, Vante había empezado a sentir de nuevo como aquella alma también sucumbía ante él, pero ella lo estaba haciendo entre sus piernas, gimiendo de placer, llena de lujuria y perdición. Las estocadas fueron en aumento y el poder y energía estaban siendo absorbidos y eso él demonio lo sentía, sentía tanto éxtasis que cerró los ojos, mordió su labio inferior inundado por la pasión, el deseo y la lujuria, sintió como iba llegando al clímax.

Fueron unas estocadas más cuando al final pudo llegar y liberarse dentro de ella, gruñendo sensual con esa voz tan seductora que poseía, la joven también llegó, pero segundos después también se consumió por el pecado, se volvió cenizas dejando a Vante satisfecho y alimentado. Estaba acomodando su ropa con aquella apariencia imponente de demonio, con sus alas extendidas, sus ojos rojos y esa aura de gloria que en ese momento lo rodeaba cuando los trabajadores de la iglesia lo descubrieron. Vante no tuvo opción, cerró las puertas de la iglesia para evitar que salieran y prendió en llamas el lugar ─Otra iglesia quemada... Tan épico... ─dijo mientras incendiada el lugar.

Salió del oratorio y vio a los hombres despavoridos que buscaban salir entonces los empezó a asfixiar para que no sintieran cuando las llamas los calcinaron, dejó aquel lugar prender en llamas de nuevo, como en la ocasión anterior pero esta vez no quería gritos de horror. Vio cómo todo se volvía cenizas desde afuera ya con su apariencia humana y junto a las personas que veían el siniestro, pronto una mirada asesina se posó sobre, se giró y se dio cuenta que era Taehyung. Lo veía con enfado, Vante en ese momento salió de entre las personas y fue con su hermano, era hora de asumir su reprimenda pues aquello era solo un capricho y antojo suyo. Taehyung camino siendo seguido por su hermano en silencio hasta llegar al lugar que mismo había conseguido para alojarse y fue ahí donde habló.

─ ¿Por qué, Vante? ─dijo con frustración ─ ¿Acaso no cargas ya suficientes pecados que purgar? Dime Vante... ¿Crees que es fácil para mí verte vomitando tus entrañas y sufriendo de dolor? ─Taehyung tomó a Vante por los hombros esta vez molesto.

Vante guardó silencio, sabía que no podía esperar menos, Taehyung amaba a los humanos y jamás justificaría una acción de esas sin razón alguna. El mayor lo soltó sabiendo que no encontraría respuesta alguna y salió de nuevo de la casa, fue al lugar del siniestro he intento ayudar, con dolor vio a los familiares de los fallecidos sufrir la pérdida, lo confundían las acciones de su hermano pero no estaba en posición de juzgarlo, solo trataría de entenderlo por más complicada que fuera la situación.

 El mayor lo soltó sabiendo que no encontraría respuesta alguna y salió de nuevo de la casa, fue al lugar del siniestro he intento ayudar, con dolor vio a los familiares de los fallecidos sufrir la pérdida, lo confundían las acciones de su hermano...

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POSEÍDO 2 一KTH一 +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora