POSEÍDO 2 一KTH一 +21

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El nuevo Taehyung observó desde la cima donde se efectuó el sacrificio todo lo que debía dominar y controlar para luego destruir el inframundo y poder así tener poder total, no había nadie que se opusiera, Arlener no podría jamás dañar a su hijo, al único que le quedaba. Y Vante había muerto entregando su alma al Dios padre y en vano porque aquello por lo que tanto lucho y que tanto quiso evitar se había cumplido, sonrió en ese momento recordando lo hermoso del sacrificio, era el mejor demonio y el más bello del inframundo y había muerto para él. Comenzó a caminar entre la vegetación para empezar su trabajo pero mientras caminaba las plantas, árboles y animales que rodeaban su caminar empezaron a morir, parecía que algo sumamente tóxico los iba matando, era la voluntad del maligno Taehyung, deseaba sentir el sabor de la destrucción.

Pero mientras Taehyung estaba cegado por la maldición que lo había llenado de maldad, el cuerpo de Vante permanecía como una reliquia, los ángeles lo había vestido de blanco y lo protegieron en una caja de cristal donde la gracia divina impediría que su cuerpo se dañe hasta que volviera. Las cosas en la tierra estaban difíciles, Taehyung había perdido toda capacidad de sentir emociones buenas y humanas, había vencido a todos los ángeles que intentaron detenerlo, seguía acabando con el ejército que Dios envió para pararlo, se estaba perdiendo todo incluso los demonios más poderoso que habían empezado a llegar por orden de Lucifer estaban cayendo. Nadie podía parar aquel monstruo que las brujas habían creado, lo peor era que destruía todo a su paso simplemente por placer, ni Arlener ni Lucifer podrían ir en su contra por que debían proteger sus bases, nadie podía hacer nada.

— ¡Dile a tu señor que debe encontrar la forma de acelerar el proceso, no podremos esperar tanto! — gritó Agares un demonio líder de tropas a Jerathel que también dirigía tropas celestiales.

Jerathel asintió y volvió al cielo, necesitaba pedir ayuda antes que Taehyung tomará la dirección del reino y de verdad lo destruyera. —Sí tan solo estuvieras aquí... —dijo visitando la tumba de Vante y viéndolo con tristeza —seguramente tu sabrías que hacer... —dijo el ángel. Una voz en aquel momento que solo escucho Jerathel interrumpió su visita. —Mi señor... necesitamos ayuda, el guerrero que enviaras, debe estar listo cuanto antes... —dijo suplicando —estamos perdiendo... —dijo con voz suplicante. Pero la voz le dio palabras de consuelo que sólo él pudo escuchar, le hizo entender que cuando se regenera un gran guerrero debe llevar tiempo y que deben ser pacientes y así Jerathel volvió a la tierra he informó a los ejércitos que el guerrero que ellos esperaban tardaría un poco más.

Mientras tanto en el reino Arlener lloraba la muerte de su hijo, se metió a la habitación donde siempre lo encontraba y vio por un instante la cama, se subió a esta y abrazó las sábanas tratando de percibir el aroma de su hijo. Sus lágrimas eran incontables y dolorosas, no decía nada solo se perdía en su propio llanto amargo, sabía que tenía una batalla por delante pero no podía mantener más tiempo ese sufrimiento, su pequeño Vante, su hogar se había ido y su amado Taehyung estaba destruyendo la tierra. Pero en ese momento algo llamó su atención, ese aroma de su hijo, la fragancia maderosa y masculina que siempre lo caracterizaba se hizo presente, pero esta vez, una delicada pluma blanca cayó sobre la cama, Arlener la tomó y se incorporó rápidamente.

—No estés mal padre... volveré en cuanto libere a Taehyung, lo prometo... —estaba ahí de pie, vestía de blanco esta vez, sus alas eran iguales a las de siempre pero blancas.

— ¡Hijo! —se levantó para verlo de cerca, tomó su rostro y lo revisó a detalle, era él su hijo había vuelto pero parecía distinto — ¿Que ha pasado contigo? ¿Por qué no te siento igual? —preguntó extrañado pero sin dejar de sentirse feliz.

—El Dios Padre cambió mi lado demonio para que pudiera volver, hizo lo mismo que con Taehyung, ahora ya no puedo ir al inframundo como antes pero si puedo vivir aquí y conocer a mi hijo y ser feliz con Yunne —explicó el renovado Vante.

— ¿Estás diciendo que ahora eres un híbrido de ángel? Eso es lo que él Dios Padre hizo contigo... —era lo que había entendido Arlener y su hijo solo pudo asentir —cualquier cosa esta bien siempre y cuando estés junto a nosotros —dijo feliz.

Después de visitar a su padre fue a las montañas donde todos estaban desatando una dura batalla contra Taehyung que parecía ser un muro, nadie había podido derribarlo o siquiera tocarlo pero estaba a punto de acabar con Jerathel con su fantástica espada cuando una resplandeciente espada blanca lo interrumpió.

— ¿Tú? Qué vergüenza... venderte al Dios Padre solo para que te deje vivir —dijo burlón Taehyung.

—No te respondo nada más porque se que no eres tú realmente —Expresó Vante parado frente a su hermano.

—Son unas hermosas alas blancas hermano, siempre dijeron que serías un hermoso ángel y parece que no mentían pero será solo por un instante, pronto te mandare por dónde viniste — De nuevo intentó atacar a Vante con la espada y así empezó una pelea entre ambos donde sólo las chispas de los metales volaban.

Pero Vante no buscaba medir fuerzas con Taehyung, lo que buscaba era derribarlo para hacerlo beber una esencia que el Dios Padre le había dado para liberar a su hermano de aquellos demonios. Taehyung se lanzó a golpes contra su hermano y logró derribarlo, ejercía fuerza y presión sobre su cuello, ya nadie busco intervenir todos estaban a la expectativa de lo pudiera pasar. El rubio golpeó fuerte el abdomen de su hermano y logró derribarlo también entonces mientras se reponía logró meter en su boca aquella esencia e hizo que Taehyung sintiera que se quemaba por dentro.

Pero antes de caer tomó su espada y en violento arranque atravesó a Vante dejándolo gravemente herido en el suelo, el rubio lo vio a los ojos antes de perder el conocimiento y Taehyung lo vio con desprecio dejándolo ahí. Pronto los demonios en el interior de Taehyung empezaron a sentir que se quemaban y empezaron a abandonar el cuerpo, el pelinegro sentía un dolor punzante cada vez que aquellas almas nauseabundas salían de él hasta dejarlo tan agotado que no pudo mantenerse en pie. Jerathel llegó con Taehyung para detener su caída, pero este alcanzó a ver a lo lejos a Vante que era cuidado por otros ángeles, vio sus alas blancas extendidas por el suelo y después de eso perdió el conocimiento.

Hasta ese punto nadie sabía que sería de los hermanos, ambos estaban mal heridos y dependían de sus propias fortalezas...