Taehyung miraba el modo en que Vante disfrutaba destruyendo aquel lugar, pero no dijo nada pues era su naturaleza, ya tenía en su sangre ser así además después de haberlo liberado de convertirse en el recipiente de aquellos demonios no iba a limitarle algo que lo hiciera sentir bien. Vante volvió a verlo por un instante y le sonrió con cariño entonces también Taehyung le sonrió pero su sonrisa desapareció cuando vio sangre fluir de la nariz de Vante, lo vio palidecer y poco a poco parecía debilitarse, Taehyung corrió a su lado para sostenerlo antes de caer.
— ¡Oye! —sostuvo a su hermano antes que tocara el suelo lo miraba a la cara y le hablaba— Ya destruiste el oráculo, ya deberías estar libre... —estaban ambos de rodillas pero Vante no dejaba de sangrar y parecía debilitarse cada vez más, Taehyung le hablaba pero parecía ser trabajoso para su hermano escucharlo.
—Te dije que el daño era irreversible... Yo debo pagar mis culpas... Solo podía salvarte a ti... —las palabras de Vante eran constantemente interrumpidas por una tos a causa de la hemorragia, su voz se iba apagando cada vez más al igual que su vida en aquella dolorosa agonía.
—Pero esta será la última crisis, ya veras, te llevaré a casa y estaremos juntos y felices, veremos el sol después del dolor ¿lo recuerdas? —de nuevo el mayor tenía miedo, no quería ese final, no quería volver solo, no sabría cómo decirles a sus padres que Vante murió.
—No hay un sol para mí... —de nuevo fue interrumpido por una arcada de sangre y el ataque de dolor ─nunca podré estar lejos del dolor... por que no estaré más... —termino de decir el débil rubio.
—No digas eso, has sobrevivido a tanto que no puedes creer lo que estás diciendo ¿no entiendes que nosotros jamás seremos felices sin ti? —en ese momento Taehyung se encontraba desesperado y se sentía inútil.
—Tienes que ser fuerte... ahora todo depende de ti... debes proteger al reino y a nuestros hijos... No puedes rendirte ahora —parecía que poco a poco Vante iba siendo consumido por aquella tortura cada vez más.
—Tonto... —Taehyung abrazo a su hermano a su pecho con una sonrisa nostálgica —tú no tienes hijos... Pero debes volver para que puedas tener aunque sea uno —mantenía a su hermano abrazado fuertemente hasta que lo bajó al suelo y sostenía entre sus brazos.
—Es Yunne... Yo lo escuche... Había un pequeño latido en su ser, aparte de su corazón... Lo escuché por un largo rato antes de venirnos... Y ha estado visitándome en mis sueños para que pueda estar tranquilo. Me hacía feliz cuando me decía papá... Ahora seré yo quien lo visite en sueños... Le prometí que tú lo protegerías... —los ojos de Vante parecían ir perdiendo su brillo y su voz era casi inaudible para aquel momento.
—Era tu hijo... Lo vi... parecía amarte... Vante, tendrás un hijo por el que debes vivir... Un hermoso niño... ¿Vante? ¿Hermano? —mientras Taehyung le hablaba los ojos del rubio se cerraron lentamente y su cabeza se inclinó quedando pegada al pecho del mayor. La mano que el príncipe Vante había tenido sobre su abdomen haciendo presión para soportar el dolor dejó de tener fuerza y cayó lentamente al suelo. —No me hagas esto por favor, no te vayas, no puedes ser tan cobarde y dejarme así y dejar a papá, a Yunne y a tu pequeño hijo... No puedes huir así... —El pelinegro se aferraba al cuerpo sin vida de su hermano en un acto desesperado. Taehyung estaba llorando tan amargamente abrazado al rubio por largo rato, nada podía calmar aquella pena, su pecho parecía que iba a explotar por el dolor que se acumulaba, veía el rostro de su hermano y no podía creer que se había ido, no podía creer que jamás volvería a escaparse por las noches, que jamás le sonreirá a su hijo.
Le dolía pensar en que jamás vería y tocaría a su hijo, porque las deidades habían jugado tanto con ellos que los habían destruido, por que así se sentía, porque siendo gemelos monocigóticos siempre fueron uno y ahora la mitad de él se había ido. Después de un rato Jerathel apareció junto a otros ángeles y se acercaron a Taehyung quién parecía estar en trance, tenía la mirada perdida su rostro aún se humedecía por las lágrimas que provenían de su corazón herido, el cuerpo de Vante permanecía en su regazo. —Taehyung... tenemos que llevarnos el cuerpo... —Jerathel le habló, parecía dolido de ver a su pequeño demonio sin vida —El Dios Padre lo demanda —dijo acercándose más a él pero Taehyung parecía no escuchar, parecía estar solo y encerrado en sí mismo con su dolor.
Hasta que por fin se percató que estaban a punto de tocar a Vante y entonces pareció entrar en un ataque de paranoia y odio — ¡No lo toquen! ¡USTEDES LO MATARON, USTEDES LO DEJARON HACER SOLO HACER EL TRABAJO DE USTEDES! —Taehyung aferró aún más aquel cadáver a su pecho para que nadie lo separara de su hermano. Pero los ángeles pudieron controlarlo y de alguna manera calmarlo pues eran guerreros y entonces lograron llevarse a su hermano y lo dejaron completamente solo, sobre el suelo, se abrazó a sí mismo y lloró porque por primera vez se sentía perdido, solo y vacío en un lugar lejano.
En ese momento algo empezó a brillar donde antes estaba el oráculo y es que los ángeles no se dieron cuenta que la sangre pura de Vante había goteando sobre este mismo mientras se lo llevaban y eso había despertado lo poco que había sobrevivido. Taehyung vio como miles de sombras salían de ese lugar y lo rodeaban trató de defenderse pero están espíritus puros y no podía tocarlos, lo empezaron a poseer y controlar hasta el punto en que en su ser sólo había odio y sed de destrucción, se levantó y dibujó una sonrisa cínica y maligna en sus labios, extendió sus alas negras y con eso la maldición se había cumplido, Taehyung era el señor de la magia negra y hundirá al reino en desgracia después de la muerte del más débil.
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POSEÍDO 2 一KTH一 +21
FanfictionEscrito en mayo 2021 Antes de leer esta historia recuerda leer la primera parte pues puede haber situaciones confusas que no puedas comprender Después de un tiempo donde cada uno se adueñó de aquel lugar donde más cómodo se sintió, aprendieron a dom...