Pero mientras Taehyung eliminaba a las brujas del aquelarre, Vante hizo una visita sorpresa, se escurrió por aquel palacio que fue en algún momento su hogar cuando no podía materializarse, estaba en el inframundo, camino sigilosamente, sabía cómo llegar sin ser visto puesto que fue su primer hogar. Recordó cada momento vivido ahí, cada instante en que el gran monarca se sentía orgulloso de él, cuando fue respetado y visto como un heredero, cuando creía que su tío lo protegía y le decía la verdad, sintió nostalgia de saber que ahora era perseguido por orden de ese mismo ser que alguna vez fingió protegerlo. Vio a unos demonios que hacían guardia, iba justo en la hora de la siesta del monarca, adormeció a los guardias y luego pasó hasta la habitación, entró lentamente sin hacer ruido y en efecto, vio sobre la gran cama al rey del inframundo dormir.
Camino hasta la guarda de la gran espada demoníaca, puesto que tenía la sangre del monarca corriendo por sus venas la espada no dio alerta alguna y se dejó llevar por Vante, quién la admiro a detalle, cada destello se reflejaba en sus ojos grises he iluminaba su rostro. La espada era magnífica, la empuñadura estaba forjada en oro blanco, tenía forma de tridente al pegue donde iniciaba la hoja, la hoja misma era en color negro destellante que podía prenderse en llamas con solo desearlo el usuario y así sucedió, en las manos de Vante y por orden suya la espada se prendió en llamas por un instante. El joven híbrido se sentó a un costado de la cama con la espada en sus manos, el gran monarca seguía dormido e indefenso, Vante tuvo la oportunidad de acabar con él en el momento mismo que entró a la habitación. Pasaron los minutos y al fin Lucifer despertó de su letargo, se quedó así en su misma posición por unos instantes hasta que la voz ronca de Vante resonó por toda la habitación.
—Me hiciste esperar por mucho... —el híbrido se encontraba sentado, cercano a una ventana de la habitación pero en la penumbra que cubría una parte de su rostro, solo se veían sus ojos grises resplandecer.
— ¡Vante! —dijo incorporándose y buscando su fantástica arma.
— ¿Buscabas esto?—dijo levantando el arma para que el monarca la viera.
— ¿Que pretendes, Vante? —el monarca al verse desprotegido se sentó sobre la cama y vio directamente a su sobrino esperando una respuesta.
—Respuestas, mi señor... —Dijo sin dejar su posición.
— ¿Crees que vas a salir con vida de aquí? —espeto molesto el gran monarca.
—Ni siquiera creo que salga con vida de esto, pero eso tú ya lo sabes, ahora dime ¿Por qué me persigues? ¿Acaso alguna vez te di un motivo para que me acuses de traición? —Cuestionó levantándose de su lugar y dejándose ver.
—Por supuesto que no... No lo hago porque tú me hayas traicionado, pero sabes que no puedo permitir que mi reino caiga en manos equivocadas, esta es la prisión de muchas almas destructivas. ¿Sabes lo que pasaría si estas llegan a ser liberadas? Acabarían con la paz del mundo, las personas dejarían de conocer el mundo como es ahora, sería una catástrofe —trato de explicar el gran monarca.
—No trates de explicarme algo que yo ya conozco, lo quiero saber es ¿Por qué mentiste tanto y por tanto tiempo? Siempre me hiciste creer que era como un hijo para ti y ahora los demonios a los que obligaste a respetarme me persiguen buscando mi cabeza para traértela y todo por orden tuya —Caminaba hasta la cama para verlo a los ojos, quería saber hasta dónde llegaría su descaro.
—Vante... sigues siendo mi favorito, ni siquiera me importa que Taehyung sea más poderoso que tú ahora, siempre noté algo de mí en ti, no me siento orgulloso de querer destruir la gloria que siempre te rodea, esa presencia que siempre te marca ¿Acaso crees que quiero hacer a mi hermano sufrir? —el semblante y la voz del monarca indicaban que de verdad no deseaba aquello pero para Vante era una palabra muy dudosa, ya no confiaba en él.
— ¿Mi gloria? ¿Sabes la única gloria que tengo ahora? El sabor a sangre que saboreo cuando aquellas puñaladas de dolor me atraviesan y me hacen vomitar mis entrañas, lo único que me queda de gloria es el saber que he caído al suelo doblegado por el dolor y sentir como el sabor a sangre se mezcla con el polvo, por ti mi señor... El gran Vante ha tenido que probar el polvo junto a la sangre y ahí queda toda la gloria que un día tuve... Estoy destruido, no sé si vaya a sobrevivir a todo esto, pero ahora vine a pedirte que nos dejes en paz... Nadie quiere robar tu reino. Si quisiera hacerlo hace mucho que lo habría hecho, no soy tan rastrero como tú, estoy muriendo, lo sé... Pero por el afecto y aprecio que un día nos tuvimos te pido... Déjame morir en paz, deja que la maldición consuma lo poco que me queda pero en paz... Taehyung tiene suficiente preocupándose por mí como para estar haciendo guardia por uno de tus ataque cada noche... —las palabras de Vante terminaron siendo un ruego profundo y sincero, el monarca no pudo evitar sentirse avergonzado por sus acciones.
— ¿Por qué habría de creer en tu palabra? — intentó replicar el monarca.
Entonces el híbrido se le fue encima tomándolo desprevenido y colocó su propia espada en el cuello del mayor —Porque si quisiera traicionarte o asesinarte ya lo habría hecho —al terminar sus palabras sembró la espada sobre la cama junto al rostro y cuello del mayor y salto para salir por la ventana. El gran monarca pasó su mano por su frente peinando su cabellos atrás y suspiró entre frustrado y avergonzado, no hizo nada por delatar a Vante, simplemente lo dejó ir.
Vante volvió y espero a que su hermano volviera, su caballo estaba ahí observándolo y sintió deseos de tocar su cabello y estuvo así por largo tiempo hasta que Taehyung regresó.
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POSEÍDO 2 一KTH一 +21
FanficEscrito en mayo 2021 Antes de leer esta historia recuerda leer la primera parte pues puede haber situaciones confusas que no puedas comprender Después de un tiempo donde cada uno se adueñó de aquel lugar donde más cómodo se sintió, aprendieron a dom...