POSEÍDO 2 一KTH一 +21

Traurigkeit {Tristeza}

─ ¿Por qué, sí eres tan bueno conmigo, permites que lo traten a él de ese modo? ─preguntó angustiado Taehyung permaneciendo de rodillas en aquel lugar, sintiendo la lluvia caer sobre él.

─Taehyung, no sólo tu hermano debe ser fuerte, él está haciendo su mejor esfuerzo allá adentro, él está resistiendo para llegar al final y su lucha será reconocida pues al final también va a salvarte a ti, piensa que en este momento él se está sacrificando por los dos como lo hizo antes pero la recompensa final será grande pues también encontrará gloria y podrá tener paz y descanso ─Taehyung identificó la voz que le hablaba y en efecto, era Jerathel quién ahora le daba palabras de aliento pero Taehyung puso especial cuidado en lo último.

─Significa eso... ¿Que él va a morir y será llevado a la gloria como Dios hizo conmigo antes? Porque si es así no me das paz y ni tus palabras me alientan... Porque si es así jamás viviré lejos del dolor... ─de nuevo el pelinegro bajó la mirada con él corazón roto y su interior destrozado.

─Dentro de poco las cosas van a cambiar, nada será lo que parece y todo te hará daño pero entonces él y su gloria estarán ahí para salvarte y lo que sea que vaya a pasar será necesario, pero recuerdas sus palabras, no debes enfadarte con él porque siempre estará contigo y será parte de ti ─Jerathel se agachó al nivel de Taehyung para mirarlo a los ojos.

─Nada de esto es justo, nada de esto debería estar pasando, Vante debería estar con Yunne riendo por algo, siendo feliz y yo con mi esposa y mi hijo acompañados por nuestros padres y no aquí en este sucio lugar... ─reprochó esta vez calmando un poco su llanto.

─Se paciente, tu vida volverá a ser como la recuerdas y la amas, solo debes luchar por mantener tu temple porque lo que se avecina será más duro y difícil, por eso es importante que mantengas la calma ─Jerathel entendía perfectamente los sentimientos de Taehyung en aquel momento pero debía decir las palabras correctas para que tome valor.

─Trato de serlo y el Dios padre sabe que es así pero cuando lo veo mal, cuando siento que se va, entonces me desespero, cuando me doy cuenta que estamos solos contra el mundo y que el mundo lo está matando, entonces siento rabia e impotencia y me desespero ─explicó Taehyung en aquel momento.

─Quiero que sigas tratando, Dios también lo quiere ¿puedo pedirte un favor? ─preguntó Jerathel sintiendo que era un abuso de su parte lo que pediría.

─Dime... ─fue lo único que alcanzó a responder un agotado Taehyung sentado en el suelo con una pierna cruzada y la otra levantada, apoyando su brazo sobre su rodilla.

─ ¿Me permites, por favor acercarme a él? ─pidió humildemente Jerathel. Taehyung dudo por un momento, su hermano estaba indefenso y había sido traicionado tantas veces, no quería que nadie lo toque, sentía que todos querían hacerle daño. ─Por favor no desconfíes de mí, yo quiero mucho a tu hermano y anhelo verlo aunque sea por un instante ─suplicó el ángel.

─Está bien... Ve... Pero no permitas que Caileah se le acerque, ella siempre roba su sangre... Yo iré en un instante... ─esta vez el pelinegro no levantó la mirada.

Jerathel entró y vio a un lado a Caileah quién lo vio con algo de desagrado pero no se opuso, el ángel la ignoró y se acercó a Vante, tenía los ojos cerrados al parecer estaba ya agotado, los ojos del recién llegado recorrieron todo cuanto había puesto Taehyung para mantenerlo seguro. ─Pequeño demonio... sigues siendo mi dolor de cabeza ¿Cuándo vas a parar de angustiarme tanto? ─se sentó junto a él en suelo y apartó parte de su cabello que tapaba un poco su frente ─Tu hermano tiene miedo de lo que vaya a pasarte y yo lo tendría también pero eres fuerte y serás valiente. Extraño tus preguntas curiosas y esos ojos ansiosos de conocer cada cosa que desconocían, esa aura imponente que siempre tenías contigo, nuestras charlas en medio de la noche, pero pronto tendremos una eternidad para volver a charlar, no es de la manera en que me habría gustado pero no depende de nosotros. Lamentare ver a Arlener sufrir, te ama, te ama tanto que en este momento sabe cuán duro está siendo todo esto para ti, mi pequeño demonio... Me habría gustado verte siendo feliz sin penas... debo irme ahora... Hasta pronto pequeño... ─Jerathel se levantó limpiando su rostro y dejó una mirada amenazante para Caileah luego de limpiar una lágrima que se le escapó.

─ ¿Estas bien? ─Preguntó Taehyung sin voltear a verlo y sentado junto a la puerta.

─Ahora estoy mejor... pero mi tiempo autorizado ya ha pasado y debo volver... ─Dijo deteniéndose por un momento.

─Lo quieres mucho... Lo entiendo... ─dijo poniéndose en pie ─podrás verlo cuando quieras y puedas... nunca te lo negaré ─dijo tomando autoridad sobre su hermano.

─Como un pequeño hijo, lo he extrañado mucho... Disfrútalo el tiempo que quede ─mientras hablaba volvió la mirada al pelinegro sintiendo pena por él.

─Cuídalo cuando se haya ido, cuídalo cuando esté contigo... ─dijo el pelinegro sintiendo clavarse espinas en su corazón.

─Ve con él, protégelo de la arpía que está ahí dentro... Son como carroña, buscará de cualquier forma tomar aquello que es la esencia del hechizo, sabes a lo que me refiero... ─después de eso Taehyung asintió y Jerathel desapareció en un resplandor.

El príncipe entró he ignoró también a Caileah, esta permanencia en su lugar sólo observando en silencio, Taehyung reviso la temperatura corporal de Vante y lo noto un poco frío, levantó su cuerpo envuelto en las sábanas y lo acomodó en su regazo para mantenerlo caliente. ─Estarás bien, sé que vamos superar todo esto... hermano, siempre nos ha tocado estar separados, pero el tiempo que vivimos juntos fue hermoso, aunque no te haya conocido tanto como Jerathel... Quisiera implorarte que no te vayas pero parece que no depende de ti... ─abrazo fuerte a su hermano para protegerlo. De ese modo Caileah tampoco lo tocaría y Vante estaría reposando intacto, Taehyung deseaba estar viviendo una pesadilla, deseaba que en cualquier momento terminará y él despertaría junto a Garin y su pequeño hijo y que su hermano estaría entrando en la madrugada después de haber vagando por la ciudad en la noche.