Leah Chase ha vivido toda su vida en el aburrido pueblo de Shadyside.
Solo sus amigos logran que las cosas no sean tan monótonas, en especial el risueño y alegre Simon.
La vida parecía la misma de siempre hasta que una noche todo cambia, cuando Lea...
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Otra aburrida tarde de jueves, lleno de tareas sobre Matemáticas y Física. Leah Chase odiaba las Matemáticas y la Física. Por la radio se escuchaba una emisora donde solo emitían música de los 80s. A Leah le gustaba. Observó su pequeña estantería llena de libros y decidió que podría dejar las tareas para otro momento.
Se acercó al pequeño mueble de color marrón claro y observó los lomos de sus amados libros. Su colección de Stephen King estaba creciendo lentamente. Hacia tan solo un par de días había terminado Carrie y la verdad es que le había gustado bastante.
A pesar de que tenía varios libros sin leer, le apetecía leer algo nuevo. O tal vez solo fuera la necesidad constante de comprar libros como una loca compulsiva. Apagó la radio y caminó hacia su closet donde tomó una chaqueta de jean para colocársela sobre su camiseta.
Tendría que hacer una visita a la librería del centro comercial de Shadyside.
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Leah disfrutaba de la brisa en su rostro. El centro comercial de Shadyside solo quedaba a un par de cuadras de su casa, pero Leah decidió utilizar su bicicleta de todas maneras. Desmontó al llegar al centro comercial, dejando la bicicleta en el sitio que estaba destinado a dicho medio de transporte. Medio caminó, medio corrió hacia la librería donde sonriendo saludó a la empleada del lugar.
-¿Cómo estás, Heather? ¿Mucho trabajo?
-No mucho, ha decir verdad- Respondió la chica sonriendo hacia Leah- A tu izquierda, encontraras la sección de Stephen King, la he cambiado de lugar, ya que han venido nuevas ediciones.
-Me conoces bien.
Leah observó los libros de Stephen King. Llevaba tiempo sopesando la idea sobre leer IT. Pero ha decir verdad los payasos la aterraban, un pequeño trauma de la infancia que incluía un golpe por parte de Leah hacia su hermano, Julian, y a un payaso en un parque de diversiones. Agradecía el hecho de que en la portada solamente se encontrara el título junto al nombre del autor y la ilustración de la famosa alcantarilla y del barquito de papel. Leah podía leer tranquilamente el libro sin preocuparse por ninguna ilustración que representara al famoso y aterrador Pennywise, pero Leah tenía mucha imaginación y podría ver las escenas que leyera pasar por su mente con bastante realismo.
Como solía pasarle a veces, cuando se imaginaba diciéndole a su amigo, Simon, lo que sentía por él, si tan solo fuera un poco más valiente y pudiera decirle...
Leah dio un pequeño respingo al ver una especie de sombra pasar por su lado, pero levantar la mirada, no vio nada fuera de lo común. Seguramente era algún reflejo del sol.
