Leah Chase ha vivido toda su vida en el aburrido pueblo de Shadyside.
Solo sus amigos logran que las cosas no sean tan monótonas, en especial el risueño y alegre Simon.
La vida parecía la misma de siempre hasta que una noche todo cambia, cuando Lea...
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Simon se encontraba bastante entretenido mirando "Tiburón" de Steven Spielberg. Mordía sus uñas, raspando con sus dientes la pintura del esmalte color negro. Pensó en Leah, quien había observado esa acción por parte de Simon. El chico miró sus uñas.
Se encontraba en la casa de las niñas a las que Kate estaba cuidando. En ese momento su amiga se encontraba en el comedor, mientras Simon estaba sentado en el respaldo del sofá mirando atentamente el televisor. Frente a él, había una pila de ropa que debía ser doblada, pero Simon simplemente no le prestaba atención. Un golpe en la puerta lo hizo sobresaltarse.
Salto al suelo, caminando hacia la puerta. Allí estaba Leah, con una bolsa de papas entre las manos. La chica llevaba unos jeans ajustados, una camiseta de The Doors y arriba su chaqueta de jean, y bastante gastada por el uso que continuamente Leah le daba.
-¿Papitas?- Dijo ella a modo de saludo al mismo tiempo que le extendía la bolsa a Simon, para luego pasar a la sala y mirar hacia el televisor- ¿Tiburón? Tienes que esta bromeando.
-Oh, Leah, es muy buena- Simon abrió la bolsa de papas y sacó algunas para metérselas en la boca.
-Mmm- Leah arrugó la nariz- ¿No deberías doblar este montón de ropa?- Leah tomó un calcetín y lo observó para dejarlo nuevamente en la pila- Estoy segura que Kate te pidió que doblaras esto y tú como siempre, te has entretenido en otra cosa.
-Leah, relájate un poco, ¿Quieres? Siempre estás tan alterada- Simon se volvió a encaramarse sobre el respaldo del sofá, mientras Leah se sentaba de piernas cruzada en el sofá junto a él.
-Simon, ¿Otra vez mordiendo tus uñas?- Preguntó Leah, mientras tomaba las manos de Simon entre las suyas y las observaba con atención- Deberías dejar de hacerlo, un día de estos vas a lastimarte.
-No voy a lastimarme, solamente me pongo nervioso, Leah, nada más- Explicó el chico observándola sin que ella se diera cuenta.- Lo hago para quitarme el esmalte y porque me aburro.
-Dios santo.-Leah soltó las manos de Simon. Levantó la vista hacia su amigo- Olvidé contarte. Estaba en casa buscando las llaves del auto de Julian cuando Peter, el novio de Sam apareció en mi jardín.
-¿Qué? No me jodas- Exclamó Simon frunciendo el seño- ¿Qué era lo que quería? ¿Tú estas bien?
-Asustarme, supongo. Estoy bien, no me hizo nada.- Respondió Leah- Iba vestido igual que el chico del centro comercial, Ryan Torres, el que asesino a esas personas la otra noche.
-Está mal de la cabeza- Simon giró la cabeza hacia Leah- Aunque, tal vez podría ser el verdadero Ryan Torres que ha vuelto de la tumba, siendo poseído por Sarah Fier y busca venganza del pueblo.
-¿Sigues con eso? Mira, lo único que se que el tal Peter está mal si cree que va a asustarme y si vuelve a aparecer, voy a llamar a la policía y que lo arresten por acoso.
