Stiles se incorporó de golpe en su asiento casi callendose de la silla.
Con el corazón latiendole a mil y la respiración entrecortada.
Sus manos temblaban y su cuerpo estaba frío como el hielo.Se sentía débil.
Impotente.
Perdido.Ese desgraciado otra vez...
Otra vez lo había encontrado.No se lo había dicho a nadie, pero el maldito zorro no estaba encerrado como pensaban.
No había noche en que no se despertara con el Nogitsune susurrandole como solía hacerlo antes de poseerlo.Stiles, Stiles, ven a mi, Stiles.
Era lo que le decía todos los días.
Pero...
¿A quién demonios se lo iba a decir?¿Scott? Seguramente le saldría huyendo o lo hecharía de la manada.
Scott aún tenía la herida abierta de la muerte de Allison, y aunque estaba con Kira ahora, sabía que aún era doloroso para él.¿Derek? Seguramente trataría de matarlo, por mucho que le doliera pensarlo, esa era la verdad.
¿Su padre? Se preocuparía demasiado y se pondría histérico. Lo último que quería era causarle problemas a su pobre padre.
¿Lydia o Kira? Se lo dirían a Scott de inmediato.
¿Isaac o Jackson? Se lo contarían a Derek.
¿Malia? Aunque su relación con ella no hubiera funcionado, estaba seguro que se lo contaría a Derek o Scott.
Eso dejaba a Peter como su única y última opción.
No estaba seguro si el Creppy Wolf también sería un soplón y iría con el chisme a decirle a los demás.
Su única opción hasta el momento era Peter.Pero por el momento y como lo venía haciendo desde hacía mucho tiempo, se mantendría en silencio. Lo último que necesitaba era causarle más problemas a la manada, ya tenían suficiente con la loca de Kate para que él viniera a darles otro enemigo.
-Maldita sea- susurró levantandose a tropezones corriendo hacia el baño.
Miró de reojo al pejegarto que tenía como guardían esa noche, y que estaba profundamente dormido en su cama envuelto entre sus sábanas.
Estaba seguro que si lo asaltaban o lo mataban, Jackson nisiquiera se daría por enterado.
Por ahora eso era una ventaja a su favor, no tendría que darle explicaciones a Jackson y no se enteraría de nada.
-¿Cómo mierda fue que pasó esto?- susurró mirando su deplorable estado en el espejo.
Estaba más pálido y delgado que de costumbre. Tenía profundas ojeras bajo sus ojos debido a las tantas noches que pasaba sin dormir, ya sea porque las pesadillas o recuerdos lo atormentaban, o porque el Nogitsune no lo dejaba en paz.
-Tu fuiste quién me llamó a mi, Stiles- le susurró esa horripilante voz desde algún lugar de su cabeza.
Apretó los dientes mirandose en el espejo como si quisiera romper el vidrio con la mirada.
-Yo jamás te llamaría, maldito. No te quiero cerca de mi- le susurró con odio de regreso.
-Ah, pero por supuesto que si- le contesto ese oscuro ser- Eres débil, Stiles, y tu lo sabes. Tu anhelo de ser poderoso y tener poder es lo que me ha traido hasta ti. Tu deseas que yo te dé poder. Sabes que te sentiste poderoso aquella vez y quieres volver a sentirlo- le canturreaba con esa voz molesta y burlonan
-Cállate- negó Stiles sacudiendo su cabeza como si quisiera espantar una mosca molesta.
-No intentes negarlo, Stiles- una sombra oscura se reflejó detrás suyo en el espejo, pero cuando volteó a ver no había nada- Pero tarde o temprano me vas a necesitar, y tendrás que dejarme entrar...Stiles. Recuerda mis palabras- la risa maniática de ese desgraciado se esfumó como el humo.
El castaño apretó los puños y estuvo a punto de darle un puñetazo al espejo. Pero sabía que si lo hacía sus manos terminarían cortadas y despertaría al bello durmiente en su cama.
Se revolvió el cabello entre inquieto, nervioso y asustado. Se quedó quieto por unos minutos antes de alzarse el sueter y mirarse en el espejo el tatuaje que tenía en la cadera.
Era la imagen de un zorro de nueve colas en color negro petróleo que resaltaba demasiado en su pálida piel.
Era una marca que le había aparecido justo después de que el Nogitsune fuera expulsado de su cuerpo.
Y nadie lo sabía.-Eres un desgraciado- susurró mirando la marca del maldito Nogitsune en su piel.
La marca de que siempre estarían atados el uno al otro.
El maldito zorro había sido muy astuto en esa parte, atarse a él para escaparse del sello sin que nadie lo supiera.Stiles suspiró mirando más arriba, en su espalda. Cerró los ojos dolorosamente al ver la marca de su alma gemela justo en la mitad de la espalda donde su otra mitad lo tenía.
Era el maldito trisquel de Derek Hale.
Apretó los dientes con fuerza antes de bajarse el sueter para dejar de mirarlo, setía como si mirarlo le doliera.
Era una de las razones por las cuales nunca se quitaba la ropa frente a alguien. Nisiquiera Scott sabía sobre su marca.Tomó dos fármacos para dormir, que por cierto ya casi no le hacía efecto como antes. Y volvió a la habitación.
Con un gruñido de fastidio hizo a un lado la pierna de Jackson para hacerse un lugar en su propia cama.
Se acostó tratando de conciliar el sueño aunque fuera por unas horas.Desde la ventana, un pequeño zorro negro con ojos amarillos lo miraba con una mirada maliciosa.
-Oh, pobre Stiles, no sabes lo que te espera. Pronto sabrás que yo no soy tu verdadero enemigo, y cuando eso pase, me vas a necesitar- se carcajeó el Nogitsune antes de desaparecer como humo dejando a ambos jovenes en un inquieto sueño.
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Estaré contigo
FanfictionUna amenaza ha regresado. ¿Qué pasará con el dulce y tierno Stiles? Ocultando pesados secretos que le traerá muchos problemas. ¿Que hará la manada al ver en peligro al miembro más importante para ellos? ¿El amor de Derek y Stiles podrá sobrevivir al...