Estaré contigo

Capítulo 10

Peter entró al loft de Derek en silencio.
Iba a hacer una entrada dinamica y digna de ser "La entrada de Peter", pero había escuchado desde afuera la respiración pausada y calmada de Derek, y al parecer también de Stiles, lo que le indicaba que estaban durmiendo.

Así que entró en silencio y se quedó quieto mirando con una suave sonrisa la escena frente a sus ojos.

Ambos estaban profundamente dormidos en el sofá nuevo que había comprado Derek.
El lobo estaba recostado en el sofá con Stiles profundamente dormido sobre él usandolo de almohada.
Derek lo abrazaba posesivamente por la cintura y lo había cubierto con su chaqueta negra para que no tuviera frio.

Ambos dormian tranquilamente como si hubieran estado toda la vida juntos y como si llevaran años casados.

Miró a su sobrino.
Derek siempre había sido su favorito, aunque no lo demostrara.

Derek habia sufrido mucho a lo largo de su vida, primero perdió a Paige, luego a su manada, su familia y a Laura.
Al menos Derek merecía esto.

Sin duda Stiles era exactamente lo que Derek necesitaba en su vida.

Aunque ambos fueran totalmente opuestos, de alguna manera se complementaban el uno al otro.

-Valóralo, sobrino. Porque jamás encontrarás en el mundo a alguien mejor que él- susurró antes de dar media vuelta y marcharse de allí para ir a buscar a Cora al aeropuerto.

Día 8: Un día perezoso
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-¡Oye niñato, vuelve aquí!- le gritó un tipo gordo lleno de tatuajes mirando a Stiles quien había pasado a su lado tumbandole a propósito la cerveza que estaba tomando.

¿Por qué lo hizo? Bueno, porque ese tipo y sus amigos le habían orinado una rueda a su amado Roscoe, y eso él no lo iba a tolerar JAMÁS.

Stiles fingió estar sorprendido y hechó a correr por las calles.

-¡Sigan a ese maldito, hay que darle una paliza!- grito el mismo sujeto siendo coreado por sus amigos empezando a correr tras Stiles.

-Bueno, de algo me sirvió huir por mi vida a cada rato- murmuró Stiles corriendo rápidamente buscando la via mas corta hacia el bosque.

-¡Atrapenlo! ¡Atrapen a ese bastardo!- gritaba los sujetos con pintas de motociclistas corriendo tras el castaño.

-¡Muévanse, perdedores!- les gritó Stiles volteando a verlos con una sonrisa burlona.

-¡Atrapen a ese desgraciado!- gritaba el tipo gordo ya cansado de correr.

Stiles ladeó una enorme sonrisa llegando al borde del oscuro bosque. Ya era de noche y el bosque tenía una pinta tenebrosa que le ponía los pelos de punta a cualquiera.

-¡Ya te tenemos, listillo! Ahora verás lo que les pasa a los estúpidos que se atreven a molestarnos- los sujetos lo rodearon aprovechando que Stiles se había detenido.

Stiles fingió estar cagandose del miedo, haciendo reir a los sujetos quienes lo miraban con caras maliciosas.

Pero justo antes de que alguien pudiera acercarse a Stiles, un aullido resonó el el bosque estremeciendo a los hombres.

Al instante, otro aullido se escuchó aún más cerca de ellos.

-¿Qué diablos?- susurró el tipo gordo retrocediendo al igual que sus amigos.

-Bueno, caballeros, parece que son ustedes los que se han metido con el chico equivocado- dijo Stiles en un tono dulce y escalofriante imitando a como se veía cuando fue poseído por el Nogitsune.